En algunos distritos los chicos toman leche sólo tres de los cinco días de la semana. El gobernador debe 400 millones a los proveedores y tiene un acuerdo para que el servicio no se corte hasta agosto. Pero los comerciantes de los 10 mil establecimientos quieren al menos 150 frescos.
La crisis financiera por la que atraviesa la provincia de Buenos Aires está rebotando en todos los sectores. Pero el descalabro económico en la gestión de Daniel Scioli comenzó a afectar a actividades muy sensibles como el funcionamiento de los comedores escolares que atienden diariamente a 10 mil establecimientos y 2,4 millones de chicos y chicas.
Sucede que el gobierno bonaerense le debe a los proveedores cerca de 400 millones de pesos. Con conversaciones en marcha para renegociar la deuda, Scioli había prometido unos 50 millones de pesos antes de agosto, como para que las PYMES que sostienen la estructura de los comedores no peguen el portazo. Pero la decisión de pagar el aguinaldo en cuotas alertó a los proveedores.
“No se ha podido bajar la deuda, estamos negociando desde principio de año. Ahora nos dijeron que los 50 millones está aunque la deuda sigue siendo enorme. Nos van pagando de a poco, tiramos como podemos”, le dijo a LPO el titular de la Asociación Bonaerense de Prestadores de Servicios a Comedores Escolares y Afines (Abpscea), Héctor Acevedo.
El titular de la asociación viene negociando directamente con el ministro de Desarrollo Social, Martín Ferré, y con su segundo, Santiago Cafiero. El acuerdo para continuar prestado servicios vence en agosto pero para continuar, los proveedores quieren 150 millones frescos. En las últimas reuniones hasta se habló de que la Provincia zanje la cuestión con bonos pero la intención de los proveedores es incluir esperar hasta fin de año.
“Nosotros no ponemos ninguna traba, manejamos todas las posibilidades. Los bonos nos darían algo de liquidez. Lo que pasa es que hay una disparidad grande. Hay distritos en los que los proveedores no cobran desde al año pasado y otros cobraron marzo”, dijo Acevedo.
La crisis se trasladó directamente al menú de los alumnos con el riesgo nutricional que ello conlleva. De hecho, en algunos distritos, los chicos en vez de tomar leche los cinco días de la semana, sólo lo hacen tres días.
“Lo nuestro es delicado porque en el medio están los chicos pero no podemos hacer milagros”, aceptó Acevedo.
La crisis financiera por la que atraviesa la provincia de Buenos Aires está rebotando en todos los sectores. Pero el descalabro económico en la gestión de Daniel Scioli comenzó a afectar a actividades muy sensibles como el funcionamiento de los comedores escolares que atienden diariamente a 10 mil establecimientos y 2,4 millones de chicos y chicas.
Sucede que el gobierno bonaerense le debe a los proveedores cerca de 400 millones de pesos. Con conversaciones en marcha para renegociar la deuda, Scioli había prometido unos 50 millones de pesos antes de agosto, como para que las PYMES que sostienen la estructura de los comedores no peguen el portazo. Pero la decisión de pagar el aguinaldo en cuotas alertó a los proveedores.
“No se ha podido bajar la deuda, estamos negociando desde principio de año. Ahora nos dijeron que los 50 millones está aunque la deuda sigue siendo enorme. Nos van pagando de a poco, tiramos como podemos”, le dijo a LPO el titular de la Asociación Bonaerense de Prestadores de Servicios a Comedores Escolares y Afines (Abpscea), Héctor Acevedo.
El titular de la asociación viene negociando directamente con el ministro de Desarrollo Social, Martín Ferré, y con su segundo, Santiago Cafiero. El acuerdo para continuar prestado servicios vence en agosto pero para continuar, los proveedores quieren 150 millones frescos. En las últimas reuniones hasta se habló de que la Provincia zanje la cuestión con bonos pero la intención de los proveedores es incluir esperar hasta fin de año.
“Nosotros no ponemos ninguna traba, manejamos todas las posibilidades. Los bonos nos darían algo de liquidez. Lo que pasa es que hay una disparidad grande. Hay distritos en los que los proveedores no cobran desde al año pasado y otros cobraron marzo”, dijo Acevedo.
La crisis se trasladó directamente al menú de los alumnos con el riesgo nutricional que ello conlleva. De hecho, en algunos distritos, los chicos en vez de tomar leche los cinco días de la semana, sólo lo hacen tres días.
“Lo nuestro es delicado porque en el medio están los chicos pero no podemos hacer milagros”, aceptó Acevedo.
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