Referentes de los sectores privado y político de los países del bloque muestran desconfianza ante la incorporación de un socio que consideran conflictivo en lo político, limitado en su oferta económica y exiguo en su mercado interno.
El presidente del Consejo Superior de Comercio Exterior de la Federación de Empresarios de San Pablo, Rubens Barbosa, estimó que "para el Mercosur lo que vale es la apertura" y cuestionó la decisión de la última Cumbre del Mercosur de admitir el ingreso "sin ninguna negociación concreta" de Venezuela al bloque regional.
También la decisión de esa Cumbre -celebrada en Mendoza, Argentina, y presidida por su mandataria, Cristina Fernández de Kirchner- generó cuestionamientos en Uruguay, en primer lugar del canciller Luis Almagro, quien dijo compartir los argumentos que maneja la oposición respecto a la ilegalidad que supone el ingreso de Venezuela al Mercosur sin el consentimiento de Paraguay (país al que se prohibió asistir), y adelantó que el asunto no está cerrado, pese a que "el posicionamiento de Brasil el día viernes fue decisivo en este asunto", ya que "en el marco de la negociación del día jueves nosotros (los cancilleres) teníamos una posición contraria al ingreso de Venezuela".
"Yo tengo las mismas objeciones sobre la legalidad del procedimiento (que tiene la oposición), pero obviamente tengo que pasar esta declaración a los servicios jurídicos del Ministerio para realizar el correspondiente análisis y estudiar la legalidad de esta medida", explicó Almagro, aclarando que "la última palabra no está dicha en este tema.
Desde la oposición política de Uruguay, el senador Jorge Larrañaga, uno de los principales referentes del opositor Partido Nacional, dijo que tanto el ingreso de Venezuela como la suspensión a Paraguay son un "atropello" al Mercosur, a la vez que "una vergüenza y un acto de entreguismo inédito en la historia de Uruguay".
En la misma línea se expresó el senador Ope Pasquet, del también opositor Partido Colorado y el líder del minoritario Partido Independiente, Pablo Mieres.
Incluso el abogado venezolano experto en Comercio Internacional, Gonzalo Capriles, señaló que "las posibilidades de Venezuela de exportar productos a las naciones que conforman el grupo son escasas y por lo tanto Venezuela seguiría siendo una nación importadora de esos países".
Poco para ofrecer al mundo
"El Mercosur es un bloque con intereses comunes básicamente económicos centrados en su gran capacidad competitiva agroindustrial. A lo largo de su historia se ha caracterizado por negociar fuertemente con las grandes potencias mundiales por la apertura de mercados agrícolas y alimenticios", dijo el ex secretario de Industria, de la Argentina, Alieto Guadagni, ante una consulta de Infobae.com.
"Si se mira la estructura productiva de Paraguay, Uruguay, la Argentina y Brasil tiene como común denominador el de una altamente competitiva base agroindustrial. Incorporar a un socio como Venezuela, más allá de toda consideración sobre su naturaleza política, desnaturaliza la esencia económica del bloque", explicó el experto.
"Yo no me puedo imaginar una negociación del Mercosur con la UE que esté liderada por Venezuela que produce y exporta el único producto en el mundo que no tiene restricciones cuantitativas ni sanitarias, que es el petróleo. No es un buen socio. Si el gobierno nacional lo que quiere es un acercamiento político, para eso está la Unasur, que es un bloque esencialmente político. No creo que el ingreso de Venezuela fortalezca ni sea conveniente para el Mercosur", sintetizó Guiadagni.
Con el ingreso de Venezuela, el Mercosur corre además el riesgo de convertirse en una "plataforma política", según dijo al diario O Globo el embajador José Botafogo Gonçalves, uno de los fundadores del bloque y presidente del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales.
"El problema de que Venezuela entre al Mercosur es Chávez, a quien no le gusta el libre comercio y quiere transformar el bloque en su plataforma política", lanzó el diplomático. (Empresas News).
El presidente del Consejo Superior de Comercio Exterior de la Federación de Empresarios de San Pablo, Rubens Barbosa, estimó que "para el Mercosur lo que vale es la apertura" y cuestionó la decisión de la última Cumbre del Mercosur de admitir el ingreso "sin ninguna negociación concreta" de Venezuela al bloque regional.
También la decisión de esa Cumbre -celebrada en Mendoza, Argentina, y presidida por su mandataria, Cristina Fernández de Kirchner- generó cuestionamientos en Uruguay, en primer lugar del canciller Luis Almagro, quien dijo compartir los argumentos que maneja la oposición respecto a la ilegalidad que supone el ingreso de Venezuela al Mercosur sin el consentimiento de Paraguay (país al que se prohibió asistir), y adelantó que el asunto no está cerrado, pese a que "el posicionamiento de Brasil el día viernes fue decisivo en este asunto", ya que "en el marco de la negociación del día jueves nosotros (los cancilleres) teníamos una posición contraria al ingreso de Venezuela".
"Yo tengo las mismas objeciones sobre la legalidad del procedimiento (que tiene la oposición), pero obviamente tengo que pasar esta declaración a los servicios jurídicos del Ministerio para realizar el correspondiente análisis y estudiar la legalidad de esta medida", explicó Almagro, aclarando que "la última palabra no está dicha en este tema.
Desde la oposición política de Uruguay, el senador Jorge Larrañaga, uno de los principales referentes del opositor Partido Nacional, dijo que tanto el ingreso de Venezuela como la suspensión a Paraguay son un "atropello" al Mercosur, a la vez que "una vergüenza y un acto de entreguismo inédito en la historia de Uruguay".
En la misma línea se expresó el senador Ope Pasquet, del también opositor Partido Colorado y el líder del minoritario Partido Independiente, Pablo Mieres.
Incluso el abogado venezolano experto en Comercio Internacional, Gonzalo Capriles, señaló que "las posibilidades de Venezuela de exportar productos a las naciones que conforman el grupo son escasas y por lo tanto Venezuela seguiría siendo una nación importadora de esos países".
Poco para ofrecer al mundo
"El Mercosur es un bloque con intereses comunes básicamente económicos centrados en su gran capacidad competitiva agroindustrial. A lo largo de su historia se ha caracterizado por negociar fuertemente con las grandes potencias mundiales por la apertura de mercados agrícolas y alimenticios", dijo el ex secretario de Industria, de la Argentina, Alieto Guadagni, ante una consulta de Infobae.com.
"Si se mira la estructura productiva de Paraguay, Uruguay, la Argentina y Brasil tiene como común denominador el de una altamente competitiva base agroindustrial. Incorporar a un socio como Venezuela, más allá de toda consideración sobre su naturaleza política, desnaturaliza la esencia económica del bloque", explicó el experto.
"Yo no me puedo imaginar una negociación del Mercosur con la UE que esté liderada por Venezuela que produce y exporta el único producto en el mundo que no tiene restricciones cuantitativas ni sanitarias, que es el petróleo. No es un buen socio. Si el gobierno nacional lo que quiere es un acercamiento político, para eso está la Unasur, que es un bloque esencialmente político. No creo que el ingreso de Venezuela fortalezca ni sea conveniente para el Mercosur", sintetizó Guiadagni.
Con el ingreso de Venezuela, el Mercosur corre además el riesgo de convertirse en una "plataforma política", según dijo al diario O Globo el embajador José Botafogo Gonçalves, uno de los fundadores del bloque y presidente del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales.
"El problema de que Venezuela entre al Mercosur es Chávez, a quien no le gusta el libre comercio y quiere transformar el bloque en su plataforma política", lanzó el diplomático. (Empresas News).
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