Alberto Fernández, dirigente político y ex funcionario de primera línea del Gobierno de Néstor Kirchner se presentó en la capital provincial para brindar una charla titulada "Argentina: Pasado, Presente y Futuro". En su intervención, Fernández destacó que entre los dirigentes que "quieren un país en serio existe la responsabilidad de crear una alternativa superadora, que escaque el dilema del país idílico del gobierno o el país caótico de la oposición; la Argentina tiene mucho futuro, pero si corrige cosas".
El ex jefe de Gabinete realizó un repaso por la realidad política nacional, en el cual lamentó que el kirchnerismo se haya "volcado más a la derecha" y clausure el debate con otros sectores. Sostuvo que "no puede ser progresista un gobierno que niega la inflación, ya que quienes más la sufren son los asalariados". También remarcó que "un gobierno progresista no promueve una ley antiterrorista, no le cobra ganancias a los trabajadores y no hace del verticalismo y el discurso único su estandarte".
En su charla repasó los importantes logros de Néstor Kirchner pero criticó fuertemente la gestión de Cristina, porque se quedó y no avanzó mucho más sobre la propuesta del extinto ex presidente, para combatir en serio la pobreza y la desigualdad, que es la base de una política netamente peronista.
Previo a la charla, Alberto Fernández mantuvo un encuentro con distintos medios de prensa de la capital entrerriana, ante quienes recorrió la historia reciente del kirchnerismo y analizó la situación nacional.
Respecto del surgimiento de la corriente liderada por Néstor Kirchner, Fernández sostuvo que "en su momento fue la expresión de un conjunto de argentinos que quisimos abordar cambios profundos en la sociedad, muchos de los cuales todavía están pendientes”.
En este sentido, remarcó que "no puede decirse progresista un gobierno que promueve la ley antitrerrorista, no crea empleo y le cobra a los trabajadores el impuesto a las ganancias”.
También criticó "el discurso único que se sostiene desde el oficialismo". "No es verdad que el discurso único de Menem era malo y el de Cristina sea bueno. Lo que es malo es el discurso único, sea de quien fuere”, criticó.
Luego, en el marco de la conferencia, y frente al numeroso público que excedió las instalaciones del Auditorio del Colegio de Abogados, trazó una serie de diferencias entre el que fuera el Gobierno conducido por Néstor Kirchner y el actual de Cristina Fernández: “Creo que han cambiado muchas cosas, y pienso que más allá de lo que diga discursivamente, el Gobierno se volcó más a la derecha”.
Tras remarcar sus cuestionamientos hacia la ley antiterrorista, a la que calificó como “un hecho jurídicamente vergonzoso”, y volver a criticar el cobro del Impuesto a las Ganancias a los trabajadores, fue más allá y puso el énfasis en el doble discurso que tiene el Gobierno en lo que respecta a la siembra de la soja.
También cuestionó la actitud del Gobierno de “descalificar a todo aquel que piensa distinto” y aseveró que “es un gran retroceso” la forma en la que “ha impuesto el discurso único”.
Luego contó que “después de haber vivido de un modo traumático” lo que fue el conflicto con el campo por la polémica resolución 125, hoy “el 75 por ciento de la superficie sembrada es de soja y el Gobierno nacional reza para que haya más soja y para que se venda a un mayor precio”.
Fernández calificó a este proceso como “una gran derrota, más allá de lo que se diga discursivamente”, y sostuvo que esta política “fue en perjuicio de los productores de carne, de los productores lácteos, de los de maíz, de los de trigo y de la Argentina en general, que no consume soja”.
"Entre esta serie de cosas y lo que nos habíamos propuesto hacer con Néstor y actores importantes como Jorge allá por el 2003, hay muchas diferencias”, sostuvo.
Más adelante, consideró que "en estos últimos años el Gobierno no ha logrado casi nada”. Precisó que “con Néstor recibimos un 60 por ciento de trabajo informal, lo dejamos en el 34, y hoy está en 32, con lo cual prácticamente no se tocó nada. Y cuando Cristina habla de la creación de cinco millones de empleos, tiene que acordarse de que 4,5 se crearon entre el 2003 y el 2007, es decir, en los últimos cinco años sólo se crearon 500 mil, a lo que hay que agregarle que en los dos últimos trimestres se destruyeron 300 mil puestos de trabajo”.
“Cuando uno ve estos datos se pregunta dónde quedó el progresismo”, disparó.
Yendo a lo estrictamente político, Alberto Fernández sostuvo que el debate que hay que darse “es cómo llevar adelante un proyecto progresista, amplio y plural”.
En ese sentido, señaló que “si pensamos que la política es un regimiento donde un general manda y los soldados obedecen, algo anda mal”.
Por eso convocó a “dar el debate” y a “no callarse” porque “darle la espalda al debate es darle la continuidad a un proceso que ha empezado a tener más grises que luces”.
Luego propuso "crear una alternativa que tiene que ser superadora, lo cual significa poder escaparle al dilema que nos propone vivir en el país idílico que plantea el Gobierno o en el país caótico que plantea la oposición”.
Señaló que “hay muchos dirigentes con los que se podría construir esta alternativa” y mencionó al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, al de Córdoba, José Manuel de la Sota, y al propio Jorge Busti, de quien dijo: "recibió una provincia dada vuelta y se fue dejando una provincia estable y sin déficit fiscal”. "Los tres son dirigentes exitosos”, dijo.
A su vez mencionó al secretario General de la CGT, Hugo Moyano. Recordó que cuando era funcionario tuvo “muchas diferencias” que tenían que ver con el método de protesta del dirigente sindical, pero manifestó: “No puedo ocultar que Moyano fue una pieza central para que la Argentina se recupere”.
“Cuando veo que este Gobierno le dice no a Moyano y prefiere sentarse con quienes fueron jefes de inteligencia del Batallón 601 (refiriéndose al jefe de la Uocra, Gerardo Martínez), me parece una locura absoluta”, remarcó.
También destacó la buena relación que mantiene con el exministro de Economía, Roberto Lavagna: “Me llevo bien y tenemos muchas coincidencias”.
En cuanto a la conformación de una alternativa, Fernández subrayó que "es mucha la gente que tiene experiencia y que podría formar parte de esa alternativa superadora", pero consideró que “hay que ser amplios y poder tomar lo mejor de la experiencia de los últimos años y desterrar lo negativo”.
Respecto del jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, descartó la posibilidad de que pueda formar parte de este nuevo proyecto político. “Estoy en las antípodas de Macri porque él tiene una visión distinta de país, con todo respeto”, sentenció.
Re-reelección
Respecto de su postura frente a la posibilidad de que se reforme la Constitución de la Nación para permitir la re-reelección y habilitar a Cristina Fernández de Kirchner a un nuevo mandato, expresó que “si la re-reelección de (Carlos) Menem era mala, no puede ser que ésta sea buena, lo que es malo es la re-releccion porque el sistema institucional no lo permite”.
En ese sentido opinó que “la mayoría de los argentinos piensa que el sistema institucional no se puede andar cambiando de acuerdo a las necesidades coyunturales que tenga un gobernante. Estoy seguro que cuando los argentinos tengan que votar a los constituyentes, van a votar a quienes les aseguren que no cambiarán la cláusula re-reeleccionaria”, advirtió.
Luego desafió al Gobierno a que “si la Presidenta y su séquito están tan seguros, que llamen a un referéndum ahora y le pregunten a los argentinos qué piensan al respecto”.
Voto a los 16 años
Sobre el proyecto legislativo que busca que los jóvenes puedan votar desde los 16 años opinó que "hay que tener criterio y coherencia”.
“La legislación argentina presume que un joven de 16 años que comete un delito no está plenamente maduro para asumirlo, por lo tanto habría que ponerse de acuerdo”, dijo.
Luego destacó: “Soy de los que piensan que un chico de 16 años es un menor y que debe ser tratado penalmente como un menor. Hace 25 años enseño esto en la UBA”.
Recalcó que acuerda con la posibilidad de que se pueda a votar a los 16, pero instó a que “las cosas se hagan bien y no a las apuradas”. “Si vamos a cambiar las reglas, revisemos todo”, pidió.
“Parece más un gesto de oportunismo para caerles simpático a los jóvenes, que un gesto de sensatez legislativa”, sostuvo finalmente.
Ciccone
Respecto del caso Ciccone, y la investigación a Amado Boudou, que terminó con el alejamiento del Procurador General Esteban Righi, dijo que "cuando alguien tiene dignidad y es imputado, aunque sea falsamente, deja el cargo, se somete a los tribunales, y se acaban en los tribunales las cosas. Eso hizo Esteban Righi. Me hubiera gustado que el vicepresidente haga algo por lo menos parecido. La pérdida de esteban Righi demuestra lo que está pasando.
"Que un gobierno decida entregar a Esteban Righi para sostener a un personaje como Boudou, y en el medio haber propuesto a alguien como Raposo, o Reposo, no sé como se llama, demuestra lo que está pasando", afirmó concluyente.
La relación con Busti
En todo momento remarcó el lazo de amistad que lo une con el exgobernador Jorge Busti. “Soy su amigo desde hace muchos años. Con Jorge tengo una amistad construida en el peronismo”, dijo.
Luego agregó que “le tengo todo el respeto que merece un compañero que tiene una gran trayectoria y me hace muy feliz saber que pensamos parecido, me da mucha tranquilidad".
Conceptos de Busti
Al presentar a Alberto Fernández, Jorge Busti se manifestó “orgulloso” por la visita del ex jefe de gabinete y dijo que el exfuncionario nacional “juega un papel clave a la hora de generar una alternativa dentro del campo nacional”.
“Esto recién se está armando y con el tiempo se va a convertir en la verdadera alternativa. Del peronismo va a salir la alternativa al oficialismo”, anticipó.
Fuente: Debate Abierto.
Fotos: Blas García para La Opinión Popular.
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