A Argentina la empobreció la pelea por la distribución del ingreso, que resultó dramática para los asalariados. “En 1910, era el sexto país del mundo según el PBI per capita en dólares”*. En 2011 estaba en el puesto 62. Hoy los sueldos de los argentinos son menos de la tercera parte del que cobran los trabajadores de los países que crecieron.
Las causas: - el Justicialismo, que priorizó el consumo y la distribución sobre la producción; - la Independencia Económica, que aisló a Argentina del mundo; - la corporación sindical, con dirigentes corruptos, que lidera la pelea; - los gobiernos, con funcionarios sin idoneidad y corruptos; - políticos opositores sin programas para revertir el descalabro; - la destrucción de las instituciones violando la Constitución y las leyes.
La primer prioridad de Política Nacional es revertir la caída del ingreso de los asalariados, que solo se conseguirá triplicando las exportaciones, lo que
requerirá más producción y pelear durante no menos de siete años para penetrar en los mercados mundiales, con precios y calidad. No hay alternativa.
Los sueldos subirán en la comparación mundial; se absorberán la desocupación, la pobreza y el trabajo informal; terminará la estéril pelea por la distribución del ingreso; bajarán las tensiones sociales y políticas; se podrá combatir la corrupción y ordenar institucionalmente el país.
*O.J. Ferreres.
Las causas: - el Justicialismo, que priorizó el consumo y la distribución sobre la producción; - la Independencia Económica, que aisló a Argentina del mundo; - la corporación sindical, con dirigentes corruptos, que lidera la pelea; - los gobiernos, con funcionarios sin idoneidad y corruptos; - políticos opositores sin programas para revertir el descalabro; - la destrucción de las instituciones violando la Constitución y las leyes.
La primer prioridad de Política Nacional es revertir la caída del ingreso de los asalariados, que solo se conseguirá triplicando las exportaciones, lo que
requerirá más producción y pelear durante no menos de siete años para penetrar en los mercados mundiales, con precios y calidad. No hay alternativa.
Los sueldos subirán en la comparación mundial; se absorberán la desocupación, la pobreza y el trabajo informal; terminará la estéril pelea por la distribución del ingreso; bajarán las tensiones sociales y políticas; se podrá combatir la corrupción y ordenar institucionalmente el país.
*O.J. Ferreres.
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