Las “listas” para “competir” en las Primarias, Abiertas, Simultáneas yObligatorias el 11 de agosto próximo ya están cerradas.
El tope de la oficialización se produjo, como es costumbre, a las 24 de un día sábado, en este caso del 22 del mes que viste y calza. A la hora de las brujas que es cuando el trabajador se encuentra en su quinto sueño.
Vaya uno a encontrar un juzgado que atienda en horas de la tarde. Dicen que hay “de turno”. Como las farmacias. Open 24 como hospitales, bomberos y comisarías, no.
La política argentina y sus chanchullos se maquinan entre gallos y medianoche. De día ellos duermen. O te duermen. Te acuestan.
Es un timo. Que te obliguen a votar. Como el ahorro forzoso, la jubilación, que estuvimos ayer en el primer mundo o el proyecto nacional y popular con inclusión social.
Es un timo. Que te obliguen a votar. Si a los que se conoce no se puede votarlos y a los que no, por qué habría de hacerlo.
La obligatoriedad es un derecho de pernada del nuevo milenio para países de mente y bolsillos pobres. Con televisión plasma.
Y con las pobres Candelas y Ángeles al tope de la distracción general.
Salvo excepciones que siguen confirmando la regla, en la mayoría de las “agrupaciones” no habrán PASO. Listas únicas, sí. Ahí hubo gran acuerdo. Entonces… ¿por qué se pelean tanto?
Kirchneristas furiosos de ayer, hoy ya no lo son. Muchos un poco. Algunos un tanto más. Pocos furiosamente anti. Como lo hicieron con Menem. Y con los militares. Una ensalada rusa. Con anuencia de Gorbachov y Putin.
Y los que ayer se presentaron en un distrito hoy lo hacen en otro. Hay que arribar.
Lo peor del timo es que todos defienden los mismos intereses. Los mismos, sí.
¿O es que alguno se opone al asistencialismo; a la obligación del voto; al saqueo de las cajas jubilatorias, del mar y las reservas del Banco Central; al voto joven; el pago al embarazo adolescente; al porro; la inmigración indiscriminada; el pago de los intereses de la deuda externa; el aumento de la plantilla estatal; la asignación universal; el pago de fabulosos honorarios a esos saqueadores aprovechadores con el mote de “artistas populares”; al magro sueldo de policías, médicos y docentes; a la construcción de obras faraónicas que agotan la capacidad de ahorro de los contribuyentes como la que se está realizando en la avenida 9 de Julio, o reducir los feriados a su mínima expresión?
Por una elemental razón de recato, no deberían existir elecciones generales. Y menos estas falsas primarias. Son una gravosa carga para el contribuyente.
Sería preferible que como oficialistas y “opositores” piensan casi de idéntica manera, se reúnan cada dos años en la Casa Rosada y repartan los cargos. Esto para mí. Aquello también. Lo otro igual.
Total, son siempre los mismos y los que se fueron vuelven. Como Cavallo.
Por eso, yo PASO.
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