BUENOS AIRES, Octubre 22, (PUNTO CERO-La Política On Line) Era previsible: con encuestas que ubican la intención de voto del ex presidente en torno al 20 por ciento, la tentación de aplastarlo en la provincia es inevitable. Felipe Solá, Francisco de Narváez y Jorge Macri, analizan mecanismos para armas listas en conjunto. Duhalde apoya la movida y Elisa Carrió se mantiene al margen.
Una mirada desconfiada podría arriesgar que la supuesta candidatura de Néstor Kirchner a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, es en realidad una fenomenal operación mediática, para quitar de los diarios el impacto en el país e la crisis global.
Puede ser. Pero también es cierto que el kirchnerismo no tiene otro candidato de fuste en la provincia para el año próximo –Daniel Scioli ya avisó que ni loco renuncia a la gobernación para ser diputado-.
Así las cosas, el gobierno lentamente se encamina a un escenario de espanto, o juega con Sergio Massa, Florencio Randazzo o Estela Carlotto, y se encamina a una muy posible derrota; o se arriesga con Néstor Kirchner, que podría funcionar como un catalizador para lograr la unión de gran parte de la oposición y así sufrir también una derrota.
Es un problema serio, porque perder la provincia de Buenos Aires equivaldría a obtener un certificado de defunción del kirchnerismo, que hizo de su control político del territorio que concentra el 30 por ciento del voto nacional, el corazón de su proyecto político. Le pasó a Carlos Menem en 1997 y podría pasarle a Néstor Kirchner en el 2009.
La oposición empieza a despertarse
Esta oportunidad la están viendo los más perspicaces de la oposición, que ya empezaron a entender que ir divididos sólo es funcional a Néstor Kirchner, que con apenas el 30 por ciento podría resultar ganador, si enfrente la propuesta se divide en dos o tres alternativas que arañen los 20 puntos.
Por ello, Francisco De Narváez y Felipe Solá, con la supervisión en las sombras de Eduardo Duhalde, ya pusieron en marcha las negociaciones para tratar de unir fuerzas. Y para resolver los escollos principales, quién encabezaría la lista y cómo se repartirían los lugares, empezó a analizarse la posibilidad de que los distintos candidatos opositores se enfrenten, en abril o mayo próximo, en una interna abierta, anticipó Clarín.
"Tenemos la necesidad de armar un frente que convoque a toda la oposición, y la única forma de dirimir la conformación de las listas es a través de una interna. Yo estoy dispuesto y lo he propuesto", dijo a Clarín De Narváez, uno que ya está anotado en la pelea.
Otro de los que tiene aspiraciones personales, Jorge Macri (primo del jefe de Gobierno porteño y presidente de PRO bonaerense) coincidió con su ex aliado: "Si Kirchner quiere hacer una demostración de fuerza en la Provincia, sería importante que la oposición fuera junta y le ganara". En lugar de una interna, el macrismo propondría que para repartir los lugares en las listas se tuvieran en cuenta las encuestas, pero no sólo de los candidatos bonaerenses sino también de sus dirigentes nacionales. "'Cuánto vale el apoyo de Mauricio en la Provincia?", preguntan mientras muestran algunos sondeos que dejan bien parado al jefe de Gobierno. Y los menos convencidos aclaran: "Sólo estaríamos dispuestos a participar de ese armado si le sirve a nuestro proyecto de Mauricio presidente, de lo contrario le estaríamos regalando un triunfo a Duhalde".
Mientras en privado se muestra cada vez más convencido de renunciar a su banca para volver a competir pero por afuera del kirchnerismo, Solá también habló recientemente con Duhalde sobre la conformación de un frente bonaerense anti K. Por eso Jorge Sarghini, que comenzó a trabajar junto a Solá, se manifestó en la misma línea: "Aliento la posibilidad de que el peronismo no kirchnerista de la Provincia tenga una expresión única y, en la medida en que la columna sea de base peronista, no descarto otros acuerdos programáticos que no se agoten en lo electoral".
Duhalde apoya, Lilita no
El papel de Duhalde ya provoca cortocircuitos. Algunos creen que puede ser "el gran factor aglutinador" y otros, en cambio, suponen que su participación podría "terminar contaminando todo".
La Coalición Cívica de Elisa Carrió tomó distancia de esta iniciativa. "Sabemos que existe una gran demanda de la sociedad para que la oposición se junte para enfrentar a Kirchner, pero no creemos en la aventuras políticas y no participaremos de una interna del PJ", afirmó Margarita Stolbizer, candidata de Carrió en la Provincia. Otros dirigentes bonaerenses de la Coalición no son tan contundentes al negar un posible frente.
Una mirada desconfiada podría arriesgar que la supuesta candidatura de Néstor Kirchner a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, es en realidad una fenomenal operación mediática, para quitar de los diarios el impacto en el país e la crisis global.
Puede ser. Pero también es cierto que el kirchnerismo no tiene otro candidato de fuste en la provincia para el año próximo –Daniel Scioli ya avisó que ni loco renuncia a la gobernación para ser diputado-.
Así las cosas, el gobierno lentamente se encamina a un escenario de espanto, o juega con Sergio Massa, Florencio Randazzo o Estela Carlotto, y se encamina a una muy posible derrota; o se arriesga con Néstor Kirchner, que podría funcionar como un catalizador para lograr la unión de gran parte de la oposición y así sufrir también una derrota.
Es un problema serio, porque perder la provincia de Buenos Aires equivaldría a obtener un certificado de defunción del kirchnerismo, que hizo de su control político del territorio que concentra el 30 por ciento del voto nacional, el corazón de su proyecto político. Le pasó a Carlos Menem en 1997 y podría pasarle a Néstor Kirchner en el 2009.
La oposición empieza a despertarse
Esta oportunidad la están viendo los más perspicaces de la oposición, que ya empezaron a entender que ir divididos sólo es funcional a Néstor Kirchner, que con apenas el 30 por ciento podría resultar ganador, si enfrente la propuesta se divide en dos o tres alternativas que arañen los 20 puntos.
Por ello, Francisco De Narváez y Felipe Solá, con la supervisión en las sombras de Eduardo Duhalde, ya pusieron en marcha las negociaciones para tratar de unir fuerzas. Y para resolver los escollos principales, quién encabezaría la lista y cómo se repartirían los lugares, empezó a analizarse la posibilidad de que los distintos candidatos opositores se enfrenten, en abril o mayo próximo, en una interna abierta, anticipó Clarín.
"Tenemos la necesidad de armar un frente que convoque a toda la oposición, y la única forma de dirimir la conformación de las listas es a través de una interna. Yo estoy dispuesto y lo he propuesto", dijo a Clarín De Narváez, uno que ya está anotado en la pelea.
Otro de los que tiene aspiraciones personales, Jorge Macri (primo del jefe de Gobierno porteño y presidente de PRO bonaerense) coincidió con su ex aliado: "Si Kirchner quiere hacer una demostración de fuerza en la Provincia, sería importante que la oposición fuera junta y le ganara". En lugar de una interna, el macrismo propondría que para repartir los lugares en las listas se tuvieran en cuenta las encuestas, pero no sólo de los candidatos bonaerenses sino también de sus dirigentes nacionales. "'Cuánto vale el apoyo de Mauricio en la Provincia?", preguntan mientras muestran algunos sondeos que dejan bien parado al jefe de Gobierno. Y los menos convencidos aclaran: "Sólo estaríamos dispuestos a participar de ese armado si le sirve a nuestro proyecto de Mauricio presidente, de lo contrario le estaríamos regalando un triunfo a Duhalde".
Mientras en privado se muestra cada vez más convencido de renunciar a su banca para volver a competir pero por afuera del kirchnerismo, Solá también habló recientemente con Duhalde sobre la conformación de un frente bonaerense anti K. Por eso Jorge Sarghini, que comenzó a trabajar junto a Solá, se manifestó en la misma línea: "Aliento la posibilidad de que el peronismo no kirchnerista de la Provincia tenga una expresión única y, en la medida en que la columna sea de base peronista, no descarto otros acuerdos programáticos que no se agoten en lo electoral".
Duhalde apoya, Lilita no
El papel de Duhalde ya provoca cortocircuitos. Algunos creen que puede ser "el gran factor aglutinador" y otros, en cambio, suponen que su participación podría "terminar contaminando todo".
La Coalición Cívica de Elisa Carrió tomó distancia de esta iniciativa. "Sabemos que existe una gran demanda de la sociedad para que la oposición se junte para enfrentar a Kirchner, pero no creemos en la aventuras políticas y no participaremos de una interna del PJ", afirmó Margarita Stolbizer, candidata de Carrió en la Provincia. Otros dirigentes bonaerenses de la Coalición no son tan contundentes al negar un posible frente.
El radical Leopoldo Moreau opinó que "unirse contra Kirchner sería reeditar la experiencia de la Alianza, la UCR tiene que mantener su rumbo y evitar los rejuntes. Nuestra política de alianzas no puede ir mucho más allá del socialismo y el cobismo". (PUNTO CERO-La Política On Line).
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