BUENOS AIRES, Octubre 22, (PUNTO CERO) Dice que lleva el espectáculo en la sangre, y es fácil entender por qué: desde muy pequeña se sintió atraída por todo lo extravagante, tanto que incluso le robaba fascinada la ropa de los shows a su madre, cabaretera: el vestido de flecos, la chaqueta de hombreras doradas, las cintas de lentejuelas…
Recuerda que le gustaba sentarse en la mecedora de su hogar y crear sus propias representaciones.
Recuerda que le gustaba sentarse en la mecedora de su hogar y crear sus propias representaciones.
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