Cuando hace 10 días llegó a Pilar el Ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires la idea era que, junto a los fiscales, claro, hable con la comunidad.
Pero esa intención fue descartada tanto por el Jefe de Fiscales como por el Ministerio.
Y el viernes por la mañana, en las puertas del edificio de Bomberos, que alberga a las tres Fiscalías de Pilar, quizá se pudo entender el por qué.
Familiares de víctimas de la delincuencia se reunieron para reclamar justicia y pedirle a los fiscales que “trabajen y no dejen los casos impunes”. Fiscales que fueron blanco de duras críticas por parte de personas que todavía lloran a sus seres queridos y que buscan desesperadamente en la Justicia un poco de sosiego que aplaque aunque sea un poco tanto dolor.
“No les vine a pedir nada en especial a los Fiscales”, pronunció el titular del Ministerio de Justicia, Ricardo Casal, la semana pasada. Allegados a las víctimas reclaman, casi a los gritos, otra cosa.
Aby
Ese es el caso de Nilda Domínguez, cuya hija, Aby Ullúa, de 18 años, fue brutalmente asesinada el 4 de agosto pasado, en la localidad de Manuel Alberti.
El Fiscal que entiende en la causa es Gustavo Acosta, titular de la Unidad Fiscal de Instrucción N° 3.
“Un domingo llegué a mi casa y encontré a mi hija muerta. Fue un asesinato con ensañamiento: la apuñalaron, la asfixiaron, le cortaron la vena cava..., fue algo terrible”, describió con la voz temblorosa la mujer, mientras exhibía colgado de su cuello la sonriente imagen de Aby.
“Pero hace tres meses que están los resultados de las pericias y no los usan para comparar; el Fiscal nos dijo que ya lo pidió pero el Juez no actúa y el fiscal me da una respuesta ridícula: que no sabe qué pasa. No hubo detenidos y no sé que está pasando en realidad. Acosta me dijo que yo no puedo opinar, que me dedique a mi trabajo que él sabe hacer el de él, pero yo veo que no hacen nada y no quiero que mi hija sea uno de esos casos en donde todo queda impune”, clamó Nilda, al participar de la marcha.
Lucas
El mismo dolor e indignación se siente en la voz de Roberto Cardozo, padre de Lucas, un joven de 20 años que murió al ser atropellado por un policía de El Talar, en esa localidad. El caso fue girado a la UFI 1 de Pilar, por verse involucrado un uniformado de El Talar.
Según el padre de Lucas la policía “armó la escena del crimen, ya que el Sargento Nelson Gómez, que atropelló a Lucas, no tenía registro de conducir y presentaba antecedentes psiquiátricos”.
“A mi hijo le plantaron droga para hacernos creer que se trataba de una persecución, pero luego se comprobó que no. El Fiscal de Pilar, Marcos Petersen Victorica, de la UFI 1 de Pilar, me dijo que el muerto, muerto está, que me quede tranquilo que ya a mi hijo lo habían desvinculado de la droga. Mi hijo nunca tuvo droga y mi abogada recusó al fiscal para que no intervenga más en la causa”, se indignó el padre de Lucas, Roberto Cardozo.
El hombre, que también muestra lleno de dolor la imagen de su hijo, repite cada cuatro palabras el término “justicia”, la que persigue desde que le quitaron a su hijo.
RaúlRaúl Almeida fue asesinado en noviembre de 2006, en Alberti, cuando delincuentes robaban en la casa de la madre de su esposa, Lorena Demeli.Los asesinos ataron a la joven, ya que Raúl no se encontraba en el lugar, pero minutos después llegó. Lorena lo único que recuerda es que Raúl, fuera de su vista, llegó a decir “está todo bien”, pero la frase fue rápidamente cubierta por el ruido de dos disparos. Habían matado a su marido.
RaúlRaúl Almeida fue asesinado en noviembre de 2006, en Alberti, cuando delincuentes robaban en la casa de la madre de su esposa, Lorena Demeli.Los asesinos ataron a la joven, ya que Raúl no se encontraba en el lugar, pero minutos después llegó. Lorena lo único que recuerda es que Raúl, fuera de su vista, llegó a decir “está todo bien”, pero la frase fue rápidamente cubierta por el ruido de dos disparos. Habían matado a su marido.
La causa es tramitada por Gonzalo Acosta, el mismo que tiene en sus manos el caso de Aby Ullúa.“Nunca hubo detenidos ni nada; le pedimos al Fiscal que trabaje.
No queremos que la causa se muera sino que la Justicia y los Fiscales sigan trabajando. Nosotros cumplimos nuestra parte y ahora queremos que ellos hagan lo mismo”, señaló la esposa de Raúl Almeida.
La mujer, madre de dos hijos, contó que incluso se reunieron con el Ministro de Justicia bonaerense, pero no logró acelerar los tiempos.
“El Fiscal nos dijo que por más que nos entrevistáramos con la presidenta Kirchner no servía de nada, porque él era el que ordenaba todo y es por eso que venimos a pedirle que mueva la causa”, concluyó.
Desde su pecho y el de varias personas más, la imagen de Raúl, al igual que la de Aby y Lucas, sonríen, sin saber el futuro que les esperaba. Justicia, justicia y justicia, gritan, a veces en silencio, sus familiares. Pero ayer decidieron alzar la voz.
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