lunes, abril 13, 2009

Sin Macri, hubo cumbre con De Narváez y Solá para buscar acuerdos

(La Política OnLine). Estuvieron el empresario y el gobernador, pero Macri no fue y mandó a Torello. Reclama el 30% de la lista en la provincia, lo que complica la negociación. La dificultad por la ausencia de una candidata femenina en PRO, la bronca por Rucci y el nuevo rol de Santilli.
Hay un dato importante a tener en cuenta para tener en claro cual es la situación de la alianza política entre Mauricio Macri, Francisco De Narváez y Felipe Solá. Mientras los dos últimos se muestran juntos y hasta lanzaron su comando de campaña la semana pasada en un acto de claro perfil peronista, en plena campaña y con el kirchnerismo lanzando una muy arriesgada estrategia en la provincia, la mesa de negociaciones tripartita hacía unas tres semanas que no se reunía. Pero hoy hubo un encuentro.
El fin de semana fue el gobernador bonaerense el que puso en duda la continuidad de la alianza y puso la fecha de hoy como un posible plazo para conocer el futuro. Según informaron desde el entorno de Solá, hoy hubo una reunión entre los actores para definir la continuidad o no del frente electoral.
Tanto Horacio Rodríguez Larreta como Diego Santilli, referentes políticos de PRO, salieron a calmar las aguas y a intentar borrar el manto de duda que creció por encima del acuerdo. Ambos, a su vez, responsabilizaron por esas dudas a Felipe Solá. Voceros de Solá continuaron, en diálogo con La Política Online esa postura. “En este momento están reunidos negociando, pero la cuestión no va a pasar a mayores”, esbozaron por la tarde. Sin embargo, desde el peronismo bonaerense citaron algunos problemas importantes dentro de PRO para diagramar una estrategia electoral.
Nuevo jugador
Por otro lado, la aparición en escena de ambos, Rodríguez Larreta y Santilli, deja en claro otra cuestión: en el macrismo cambiaron los interlocutores en las negociaciones con el peronismo de Francisco y Felipe.
Voceros macristas dijeron a este medio que luego del cónclave de esta tarde “la cosa quedó bastante más acomodada”. La reunión tuvo como representante a José Torello, quien se sentó a la mesa con De Narváez y Solá.
Otras voces, en cambio, citan un “shock” cultural a la hora de sentarse a negociar las listas. ¿Qué significa esto? Que viejos militantes del PJ, como Solá, saben que las negociaciones por lugares en las listas es un tire y afloje constante. “Te doy tal lugar pero me llevo este o el otro”, como allanó un vocero peronista. En cambio, Macri apela a una política empresarial: como cree que su nombre es el motor de la alianza, exige lo que pretende y amenaza con romper. Por eso, las mismas fuentes confirmaron que la entrada al ruedo de Santilli no es casual, sino que entró para cubrir un déficit. “No había actitud política, porque el macrismo no tiene ninguna experiencia en negociaciones políticas”, dijeron.
“La distribución de cargos se hace a nivel nacional pero también provincial: hay que definir diputados y senadores para la Legislatura. Eso requiere que vos tengas un partido. Si lo tenés, planteás una estrategia. La ausencia de un partido de PRO en la provincia dificulta la definición”, arriesgó un vocero cercano a los referentes peronistas.
Problemas PRO
En primer lugar, la dificultad que encierra siempre definir listas electorales en una alianza; el segundo, el conflicto interno que vive el macrismo, con un rol indefinido de Jorge Macri, reclamando espacios cuando la última información con la que se contaba era que el líder de PRO, su primo Mauricio, lo había borrado de la escena.
Los que están cerca de la negociación reconocen un obstáculo que roza con la obstinación. Mientras Macri, con cierto grado de lógica, reclama el 30 por ciento de los espacios de la lista, no cuenta en sus filas con una candidata mujer para que se sume al triunvirato de candidatos que ya tiene como protagonistas a De Narváez y Solá.
Según la ley, en los primeros tres lugares de la boleta para diputados debe haber una candidata mujer. Definidos los dos primeros lugares para los referentes bonaerenses, restaba definir cual sería la presencia femenina en la cima de la boleta. Ahí apareció Claudia Rucci, presentada con bombos y platillos en el mismo acto de lanzamiento del comando de campaña del frente opositor.
Esto, sin embargo, tampoco sería problema. “No necesariamente tienen que distribuirse los puestos 1,2 y 3. Podés poner una mujer con Francisco y Felipe y, a cambio, pedir el 5º y 6º lugar en la lista para compensar”, arriesgó con soltura un importante dirigente de PRO. Igualmente, el nombre de Rucci, sobre todo en la estructura básica del macrismo, cayó como una patada en la espalda. No sólo no podían creer que se la anuncie sin ningún tipo de consulta al macrismo, sino que además no cierra por ningún lado la presencia de una candidata con ese perfil (militante ultraperonista, hija de un emblema de la CGT como José Ignacio Rucci) en la boleta de PRO.
Asimismo, confirmaron que aunque aún no se sepa donde, Jorge Macri integrará esa lista. "Hay un cambio de clima en el Frente, veo un excesivo celo de Felipe en buscar diferencias más que coincidencias", dijo el primo del jefe de gobierno porteño en una entrevista al diario Clarín. Las palabras responderían a la lógica de la presión.

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