(Asteriscos Tv). Con la irrupción de la gripe A, comenzaron a surgir nuevos interrogantes. ¿A quiénes afecta? ¿cómo lo hace?, etc. Y entre esas preguntas surge la cuestión vinculada al cigarrillo que, como ya no es necesario aclarar, afecta a las vías respiratorias. Entonces, ¿cuál es la relación entre el tabaco y esta nueva enfermedad ya transformada en pandemia?
Los especialistas destacan que las personas adictas al tabaco y las que están expuestas al humo de tabaco ajeno tienen mayores posibilidades de sufrir complicaciones frente al contagio de gripe A.
El virus N1H1 tiende a causar una gripe leve en las personas sin enfermedades preexistentes. Sin embargo, en los casos en los que existen afecciones crónicas subyacentes, como es el caso de todas las personas que fuman y respiran humo ajeno, esta gripe tiende a empeorar francamente.
El virus de la gripe A se transmite con facilidad de una persona a otra a través de microgotas y pequeñas partículas expulsadas con la tos o los estornudos. Los graves daños en el sistema respiratorio que provoca tanto el tabaquismo activo como la exposición a humo de tabaco ajeno empeoran la situación de las personas frente al virus de la gripe A, ya que los agentes infecciosos eluden con mayor facilidad las barreras físicas y mecánicas de defensa pulmonar y se depositan en el aparato respiratorio.
Los fumadores y las personas que respiran aire contaminado con humo de tabaco incorporan tóxicos a su cuerpo a través de los pulmones alterando su sistema inmunológico.
A su vez, el humo altera los sistemas de defensa del bronquio aumentando la cantidad de secreciones, aumentando la permeabilidad al ingreso de los virus y bacterias y paralizando el sistema de depuración. En las personas que sufren problemas respiratorios (asmáticos, bronquiales crónicos, enfisematosos) estos cuadros clínicos hacen más lenta la recuperación y se agravan, es decir incrementan su sintomatología (tos, expectoración, fatiga) pudiendo evolucionar a formas mas graves cuando el paciente fuma o se encuentra expuesto al humo de tabaco.
Para Verónica Schoj, coordinadora nacional de la Alianza Libre de Humo de Tabaco–Argentina (ALIAR), “las políticas públicas de salud que vienen siendo efectivas para cuidar la salud de la población de los peligros del humo de tabaco ajeno son una herramienta importante también frente a la crisis sanitaria desatada por el virus N1H1".
"Con la gripe A circulando entre la población, dejar de fumar y no exponerse al humo de tabaco ajeno aparecen como medidas clave que reducen el riesgo de complicaciones del virus de la gripe porcina", destacó la especialista.
Schoj afirmó que “las personas que se enferman con el virus de la gripe A tienden a sufrir complicaciones en su sistema respiratorio como neumonías y broncosespasmos. Y por ello la gripe A puso en alerta a la población entera. Pero es fundamental entender que todas las enfermedades infecciosas respiratorias son de peor pronóstico y mayor virulencia en las personas que fuman y en las que se encuentran expuestas al humo de tabaco ajeno”.
Los especialistas destacan que las personas adictas al tabaco y las que están expuestas al humo de tabaco ajeno tienen mayores posibilidades de sufrir complicaciones frente al contagio de gripe A.
El virus N1H1 tiende a causar una gripe leve en las personas sin enfermedades preexistentes. Sin embargo, en los casos en los que existen afecciones crónicas subyacentes, como es el caso de todas las personas que fuman y respiran humo ajeno, esta gripe tiende a empeorar francamente.
El virus de la gripe A se transmite con facilidad de una persona a otra a través de microgotas y pequeñas partículas expulsadas con la tos o los estornudos. Los graves daños en el sistema respiratorio que provoca tanto el tabaquismo activo como la exposición a humo de tabaco ajeno empeoran la situación de las personas frente al virus de la gripe A, ya que los agentes infecciosos eluden con mayor facilidad las barreras físicas y mecánicas de defensa pulmonar y se depositan en el aparato respiratorio.
Los fumadores y las personas que respiran aire contaminado con humo de tabaco incorporan tóxicos a su cuerpo a través de los pulmones alterando su sistema inmunológico.
A su vez, el humo altera los sistemas de defensa del bronquio aumentando la cantidad de secreciones, aumentando la permeabilidad al ingreso de los virus y bacterias y paralizando el sistema de depuración. En las personas que sufren problemas respiratorios (asmáticos, bronquiales crónicos, enfisematosos) estos cuadros clínicos hacen más lenta la recuperación y se agravan, es decir incrementan su sintomatología (tos, expectoración, fatiga) pudiendo evolucionar a formas mas graves cuando el paciente fuma o se encuentra expuesto al humo de tabaco.
Para Verónica Schoj, coordinadora nacional de la Alianza Libre de Humo de Tabaco–Argentina (ALIAR), “las políticas públicas de salud que vienen siendo efectivas para cuidar la salud de la población de los peligros del humo de tabaco ajeno son una herramienta importante también frente a la crisis sanitaria desatada por el virus N1H1".
"Con la gripe A circulando entre la población, dejar de fumar y no exponerse al humo de tabaco ajeno aparecen como medidas clave que reducen el riesgo de complicaciones del virus de la gripe porcina", destacó la especialista.
Schoj afirmó que “las personas que se enferman con el virus de la gripe A tienden a sufrir complicaciones en su sistema respiratorio como neumonías y broncosespasmos. Y por ello la gripe A puso en alerta a la población entera. Pero es fundamental entender que todas las enfermedades infecciosas respiratorias son de peor pronóstico y mayor virulencia en las personas que fuman y en las que se encuentran expuestas al humo de tabaco ajeno”.
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