miércoles, agosto 05, 2009

UCR RECHAZA CRITICAS AL MANUAL DE FORMACION EN EDUCACION SEXUAL Y PREVENCION DEL SIDA

(Agencia Oeste). “Nos preocupan sobremanera las criticas vertidas por el presidente de la Comisión de Educación Católica del Episcopado Argentino, Héctor Aguer, al Manual de formación de formadores en Educación Sexual y Prevención del VIH Sida”, expresó la secretaria de la Mujer de la UCR, María Luisa Storani.
“Impedir que se eduque para el ejercicio de una sexualidad responsable y saludable es una violación a los Derechos Humanos” sentenció la diputada electa Storani y agregó “además menosprecia la perspectiva de genero que permite visualizar a mujeres y varones en su dimensión biológica, psicológica, histórica, social y cultural”.
Storani afirmó que “el derecho a la educación sexual y reproductiva esta asegurado en la Constitución Nacional con la incorporación de los Tratados Internacionales de Derechos Humanos como la Convención Internacional de los Derechos de los Niñas y Niños y del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra las Mujeres (CEDAW)”.
“Por ello –finalizó la bonaerense- es responsabilidad del Ministerio de Educación de la Nación la implementación de este manual elaborado por esta cartera y la de Salud, además de ser promovido por el Programa de las Naciones Unidas sobre SIDA (ONUSIDA), el Centro Internacional de Cooperación Técnica de Brasil y la Cooperación Técnica Alemana (GTZ)”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Comparto y coincido PLENAMENTE con Mons. Héctor Aguer ya que lo que olvida la UCR es que en nombre de la DEMOCRACIA y EL LAICISMO se incurre en graves errores en el ámbito de la educación sexual de niños y jóvenes. La Escuela también holísticamente debe enseñar que Dios nos creó a imagen suya, como hombre o mujer, por lo que sólo una educación acorde con nuestra naturaleza y destino eterno podrá ser digna de la persona humana y fuente de un desarrollo pleno y feliz.

Es claro que los programas de educación sexual muchas veces llegan a deformar la conciencia cristiana de los jóvenes. Deberíamos caer en la cuenta de la gravedad de este hecho y poner los remedios convenientes. Somos responsables. La escuela, que por su parte se ha mostrado disponible para desarrollar programas de educación sexual, lo ha hecho frecuentemente sustituyendo a la familia y en general con fórmulas puramente informativas. A veces se llega a una verdadera deformación de las conciencias.

Debe quedar MUY CLARO que los padres son los principales educadores de los hijos, su función es insustituible. Este deber y derecho de los padres muchas veces es violado cuando no se les toma en cuenta. La Iglesia siempre ha afirmado que los padres tienen el deber y el derecho de ser lo primeros y principales educadores de sus hijos. Además, los padres, habiendo donado y acogido la vida en un clima de amor, poseen un potencial educativo que ningún otro detenta: ellos conocen en manera única los propios hijos, en su irrepetible singularidad y, por consiguiente, poseen los secretos y los recursos del amor verdadero. Esto no DEBE OLVIDARSE.

Adicionalmente la sexualidad no está al servicio de fines egoístas (obtención de placer) sino hacia el amor verdadero. Pensemos en los programas de educación sexual donde se infiltra ideología hedonista. Y ESTO NO SE ENSEÑA por lo que la UCR se equivoca al rechazar el MANUAL. El hombre, en cuanto imagen de Dios, ha sido creado para amar y el amor es por tanto la vocación fundamental e innata de todo ser humano. Todo el sentido de la propia libertad, y del autodominio consiguiente, está orientado al don de sí en la comunión y en la amistad con Dios y con los demás.

Es necesario enfatizar que toda educación que no alienta a la castidad es inmoral. La castidad es la afirmación gozosa de quien sabe vivir el don de sí, libre de toda esclavitud egoísta. La castidad implica un aprendizaje del dominio de sí, que es una pedagogía de la libertad humana. Toda persona sabe, también por experiencia, que la castidad requiere rechazar ciertos pensamientos, palabras y acciones pecaminosas, como recuerda con claridad San Pablo. Espero que sea útil a los que graciosamente rechazan afirmaciones en correcta consonancia con el PENSAMIENTO BIBLICO.
Prof. Dr. CARLOS VICTOR ZALAZAR