Rechazaron que haya desabastecimiento y apoyaron la aplicación de barreras al ingreso de productos del exterior "para no desabastecer el mercado interno".
Industriales argentinos salieron a desmentir rumores sobre desabastecimiento y acusaron a los importadores de querer "perjudicar a la industria nacional".
La Fundación Pro Tejer desmintió que “haya desabastecimiento” en productos textiles y de indumentaria, y respaldó “la aplicación de barreras a la importaciones mediante licencias no automáticas” porque "previenen el desempleo, privilegian la mano de obra local, y realizan un control exhaustivo de las importaciones para no desabastecer el mercado interno".
"La estrategia del Ministerio de la Producción de preservar la actividad productiva de la cadena de valor, en el marco de la peor crisis económica internacional desde 1930, ha reanimado la actividad, que en los últimos meses ha podido alcanzar niveles de utilización de su capacidad productiva cercanos al 75% y ha permitido mantener activos a los 460 mil trabajadores contratados por el sector", recalcó el presidente de la Fundación Pro Tejer, Pedro Bergaglio.
En pleno auge por las ventas del Día del Niño, la Cámara de la Industria del Juguete indicó que "la política del Gobierno nacional para sostener los puestos de trabajo en la industria juguetera dio resultado, ya que no sólo no hubo despidos sino que se incorporó personal a las empresas. Las estadísticas del sector reflejan que las importaciones ingresadas en el período de mayo a julio de 2009 - U$S 30 millones y 5,4 millones de kilogramos - permitieron una importante oferta de variedad importada, evitando así el desabastecimiento".
Por su parte, el titular de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), Alberto Sellaro, sostuvo que "las importaciones significan un puesto de trabajo menos para un argentino" y desmintió las versiones sobre un posible desabastecimiento interno: "No falta calzado, por lo tanto no hace falta importar para abastecer el mercado interno. La producción del sector creció de 35 millones de pares en 2002 a 90 millones en la actualidad".
El presidente de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines (CIMA), Raúl Zylbersztein, sostuvo que "en marroquinería, donde muchos importadores se quejaban por las medidas e incluso pronosticaban falta de mercadería, las importaciones hoy son un 23% más altas en kilos que en el pico de la convertibilidad", y analizó que "muchos importadores, verdaderos atletas de la evasión, se quejan ahora porque se les acabó el negocio de traer mercadería de otros países sin pensar en la industria nacional".
"No entendemos cómo industriales piden mayores importaciones cuando sabemos que todos los países cuidan el trabajo de sus ciudadanos", dijo Zylbersztein, y afirmó que "quienes tenemos experiencia en exportación de bienes manufacturados conocemos muy bien las trabas que existen en los países para ingresar nuestros productos, y muchos de los que antes se decían ´abiertos´, ante la crisis mundial desatada el año pasado, se dieron cuenta de su error al ver la cantidad de desocupados que esa política les generó".
Industriales argentinos salieron a desmentir rumores sobre desabastecimiento y acusaron a los importadores de querer "perjudicar a la industria nacional".
La Fundación Pro Tejer desmintió que “haya desabastecimiento” en productos textiles y de indumentaria, y respaldó “la aplicación de barreras a la importaciones mediante licencias no automáticas” porque "previenen el desempleo, privilegian la mano de obra local, y realizan un control exhaustivo de las importaciones para no desabastecer el mercado interno".
"La estrategia del Ministerio de la Producción de preservar la actividad productiva de la cadena de valor, en el marco de la peor crisis económica internacional desde 1930, ha reanimado la actividad, que en los últimos meses ha podido alcanzar niveles de utilización de su capacidad productiva cercanos al 75% y ha permitido mantener activos a los 460 mil trabajadores contratados por el sector", recalcó el presidente de la Fundación Pro Tejer, Pedro Bergaglio.
En pleno auge por las ventas del Día del Niño, la Cámara de la Industria del Juguete indicó que "la política del Gobierno nacional para sostener los puestos de trabajo en la industria juguetera dio resultado, ya que no sólo no hubo despidos sino que se incorporó personal a las empresas. Las estadísticas del sector reflejan que las importaciones ingresadas en el período de mayo a julio de 2009 - U$S 30 millones y 5,4 millones de kilogramos - permitieron una importante oferta de variedad importada, evitando así el desabastecimiento".
Por su parte, el titular de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), Alberto Sellaro, sostuvo que "las importaciones significan un puesto de trabajo menos para un argentino" y desmintió las versiones sobre un posible desabastecimiento interno: "No falta calzado, por lo tanto no hace falta importar para abastecer el mercado interno. La producción del sector creció de 35 millones de pares en 2002 a 90 millones en la actualidad".
El presidente de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines (CIMA), Raúl Zylbersztein, sostuvo que "en marroquinería, donde muchos importadores se quejaban por las medidas e incluso pronosticaban falta de mercadería, las importaciones hoy son un 23% más altas en kilos que en el pico de la convertibilidad", y analizó que "muchos importadores, verdaderos atletas de la evasión, se quejan ahora porque se les acabó el negocio de traer mercadería de otros países sin pensar en la industria nacional".
"No entendemos cómo industriales piden mayores importaciones cuando sabemos que todos los países cuidan el trabajo de sus ciudadanos", dijo Zylbersztein, y afirmó que "quienes tenemos experiencia en exportación de bienes manufacturados conocemos muy bien las trabas que existen en los países para ingresar nuestros productos, y muchos de los que antes se decían ´abiertos´, ante la crisis mundial desatada el año pasado, se dieron cuenta de su error al ver la cantidad de desocupados que esa política les generó".
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