El sector de las empresas constructoras caerá aproximadamente un 13% en el 2009 por la fuerte repercusión de la crisis financiera global en la actividad del sector, según la Consultora Claves Información Competitiva.
A pesar de esta caída en el nivel de la actividad, se espera que las grandes empresas del sector mantengan su participación en el mercado, fundamentalmente debido al incremento de la inversión estatal en el área.
En esta línea, las empresas que más sufrirán el descenso serán las chicas, dado que la actividad privada, desarrolladora de pequeñas obras, se encuentran virtualmente paralizadas. Por lo tanto, se espera que gran cantidad de micro empresas que operan en el sector dejen de hacerlo, al menos, temporariamente hasta que la actividad muestre algún signo de reactivación.
Además, se espera que el sector enfrente un período de extrema cautela en cuanto a nuevas inversiones y emprendimientos, donde "sólo aquellos desarrollos que cuenten con un muy buen equilibrio entre ubicación, producto, precio y exposición financiera, serán los que se consoliden" señala el informe de Claves.
La consultora espera que la tendencia de crecimiento sea decreciente en los próximos dos años. Sólo ante un escenario optimista, el sector volverá a crecer a partir del 2011. Mientras la tasa de crecimiento acumulativa anual 2004-2008 se consigne en un 22%, la tasa de crecimiento acumulado para el período 2008-2013 sería de un 0,7%.
La concentración de la oferta en el sector se incrementará por la desaparición de gran cantidad de pequeñas empresas que, ante la caída de la demanda, deberán abandonar la actividad. A pesar de esto, no se prevé el ingreso de nuevos competidores internacionales de relevancia.
Por orden alfabético y según el share individual de cada una, las 5 primeras empresas del mercado son: Dichaza, Iecsa, Odebrecht, Skanska y Techint.
En cuanto a las principales tendencias estratégicas, se esperan por lo menos, dos años de demanda decreciente, según Claves.
La actividad del sector será sostenida fundamentalmente por el Estado, enfocándose en obras de infraestructura; la rentabilidad de las empresas del sector se verá erosionada por los aumentos salariales, según Claves.
Asimismo, se incrementará la presencia de empresas argentinas en el exterior especialmente en la región latinoamericana y aumentará la concentración de la oferta, impulsada por la salida de gran cantidad de pequeñas empresas.
El promedio de empleo del sector verifica que en 2008 hubo una caída del 10,1% respecto de 2007 y se estima para el 2009, que un total de 25 mil empresas
con una cantidad total de 320 mil empleados.
En cuanto a la inversión total, en el 2008 alcanzó los 146.700 millones de pesos; de este total el 80,2% correspondió a inversiones privadas y el 19,8% a las realizadas por el Estado.
Para el presente año la Secretaría de Obras Públicas de la Nación cuenta con un presupuesto aproximado de 21.000 millones de pesos para el desarrollo de obras públicas e infraestructura.
Finalmente, la demanda se compone de un 33,9% construcciones de orígenes privados, no residenciales; un 32,8% de privados residenciales y un 13,5%, de orígenes privados. Se completan con un 10% de inversiones públicas provinciales, con un 5,9% las de pública nacional y finalmente y con un 3,9% las de pública municipal.
A pesar de esta caída en el nivel de la actividad, se espera que las grandes empresas del sector mantengan su participación en el mercado, fundamentalmente debido al incremento de la inversión estatal en el área.
En esta línea, las empresas que más sufrirán el descenso serán las chicas, dado que la actividad privada, desarrolladora de pequeñas obras, se encuentran virtualmente paralizadas. Por lo tanto, se espera que gran cantidad de micro empresas que operan en el sector dejen de hacerlo, al menos, temporariamente hasta que la actividad muestre algún signo de reactivación.
Además, se espera que el sector enfrente un período de extrema cautela en cuanto a nuevas inversiones y emprendimientos, donde "sólo aquellos desarrollos que cuenten con un muy buen equilibrio entre ubicación, producto, precio y exposición financiera, serán los que se consoliden" señala el informe de Claves.
La consultora espera que la tendencia de crecimiento sea decreciente en los próximos dos años. Sólo ante un escenario optimista, el sector volverá a crecer a partir del 2011. Mientras la tasa de crecimiento acumulativa anual 2004-2008 se consigne en un 22%, la tasa de crecimiento acumulado para el período 2008-2013 sería de un 0,7%.
La concentración de la oferta en el sector se incrementará por la desaparición de gran cantidad de pequeñas empresas que, ante la caída de la demanda, deberán abandonar la actividad. A pesar de esto, no se prevé el ingreso de nuevos competidores internacionales de relevancia.
Por orden alfabético y según el share individual de cada una, las 5 primeras empresas del mercado son: Dichaza, Iecsa, Odebrecht, Skanska y Techint.
En cuanto a las principales tendencias estratégicas, se esperan por lo menos, dos años de demanda decreciente, según Claves.
La actividad del sector será sostenida fundamentalmente por el Estado, enfocándose en obras de infraestructura; la rentabilidad de las empresas del sector se verá erosionada por los aumentos salariales, según Claves.
Asimismo, se incrementará la presencia de empresas argentinas en el exterior especialmente en la región latinoamericana y aumentará la concentración de la oferta, impulsada por la salida de gran cantidad de pequeñas empresas.
El promedio de empleo del sector verifica que en 2008 hubo una caída del 10,1% respecto de 2007 y se estima para el 2009, que un total de 25 mil empresas
con una cantidad total de 320 mil empleados.
En cuanto a la inversión total, en el 2008 alcanzó los 146.700 millones de pesos; de este total el 80,2% correspondió a inversiones privadas y el 19,8% a las realizadas por el Estado.
Para el presente año la Secretaría de Obras Públicas de la Nación cuenta con un presupuesto aproximado de 21.000 millones de pesos para el desarrollo de obras públicas e infraestructura.
Finalmente, la demanda se compone de un 33,9% construcciones de orígenes privados, no residenciales; un 32,8% de privados residenciales y un 13,5%, de orígenes privados. Se completan con un 10% de inversiones públicas provinciales, con un 5,9% las de pública nacional y finalmente y con un 3,9% las de pública municipal.
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