(La Política On Line). El ex presidente encabezará un acto entre el 12 y el 13 de septiembre para reunir a la tropa kirchnerista de la capital de la provincia. Asistirá junto al ministro de Justicia Julio Alak, enemigo íntimo del intendente Pablo Bruera, uno de los pocos jefes comunales bonaerenses, que todavía no recibió el indulto de Kirchner.
Néstor Kirchner visitará la ciudad de La Plata entre el 12 y el 13 de septiembre en lo que, como pudo saber este medio, ya se palpita como una situación embarazosa para el intendente de la capital de la provincia de Buenos Aires, Pablo Bruera.
Es que como viene explicando La Política Online, a Bruera le dieron la espalda desde el Gobierno nacional luego de que lo acusaran de propiciar el corte de boleta en la ciudad de las diagonales. Desde ese entonces, el jefe comunal perdió el apoyo para importantes obras que había prometido gracias a su anterior buena relación con el kirchnerismo.
Del otro lado, está el marido de la Jefa de Estado, que como expuso este medio en la nota titulada “Plan de supervivencia: Kirchner rearma su alianza con los intendentes”, ya tragó saliva luego de la derrota electoral de junio y se está reubicando en el complicado terreno del justicialismo bonaerense.
En ese sentido, Kirchner ya se presentó junto a los intendentes del Conurbano, incluso junto al ex jefe de gabinete e intendente de Tigre, Sergio Massa. Pero ahora en el kirchnerismo se manejan con total hermetismo por el acto en La Plata, que si bien tendrá las mismas premisas estratégicas será muy distinto a los que realizó el ex presidente en la primera y tercera secciones electorales en los últimos días.
La razón de este silencio de radio es muy simple: en esas secciones hay numerosos intendentes que se pueden confundir entre la masa enardecida por los discursos del santacruceño. En cambio, en la octava sección, la sección capital, el intendente es uno solo.
Las tres fotos
“En el bruerismo tienen miedo”, dijeron a La Política Online fuentes del PJ bonaerense en referencia a la próxima aparición de Kirchner en la ciudad en la que estudió abogacía.
Es que lo que puede pasar alrededor de ese acto no puede escapar a tres variantes, todas perjudiciales para el futuro de Bruera al mando de la municipalidad platense.
El análisis que hacen en el PJ bonaerense es el siguiente. Si Kirchner no invita a Bruera al encuentro, sería la declaración abierta de que la relación entre ambos dirigentes nunca se reestablecerá, lo que auspicia un futuro negro para las arcas de la ciudad al menos en lo que concierne a los próximos dos años.
Pero si Kirchner sí invita al intendente –como se habla en un principio-, éste se hallará delante de una encrucijada. Si no va, le estaría dando al ex presidente la excusa perfecta para consolidar una enemistad sin vuelta atrás.
Pero si decide aceptar la potencial invitación, Bruera no podrá hacer como Massa, que permaneció impasible en la seguridad del tumulto. Al ser el único intendente de la sección, Bruera tendría que estar sí o sí en el frente del acto, es decir, al lado de Kirchner, y los invitados Daniel Scioli y Alberto Balestrini.
El problema para el jefe comunal se daría con una “avivada” que ya se especula en el PJ bonaerense: Kirchner le podría pedir a Bruera que se siente junto a otro de los invitados al acto, el ministro de Seguridad y Justicia de la Nación, Julio César Alak.
En el peronismo bonaerense entienden que eso significaría el peor castigo para Bruera por su conducta en los comicios de junio, ya que una foto al lado de su peor enemigo político “permanecería en la historia por décadas”
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