(Pilar de Todos). Ambos mandatarios buscan sus delfines para disputarle el poder al actual jefe comunal. El primero cerca del kirchnerismo y el segundo con posibilidades de jugar para De Narváez y Duhalde. ¿Qué intereses los mueven para extender sus brazos al distrito, acaso Z no responde a ninguna de las dos vertientes del peronismo?
¿La regionalización del poder? Sí. La extensión de los territorios a controlar por los barones del conurbano norte, que vislumbran en Pilar una tierra fértil para desembarcar y, por qué no, colonizar.
Los poderosos Mario Ishii, el intendente en uso de licencia de José C. Paz, y Jesús Cariglino, primer mandatario de Malvinas Argentinas, miran no tan de reojo a Pilar. Y extienden sus tentáculos.
Ambos, por distintas líneas partidarias, han comenzado a buscar y fogonear a sus propios delfines que le disputen al jefe comunal de Pilar, Humberto Zúccaro, el poder o al menos una importante porción de él. ¿Y por qué no allanar el camino y sentarse con Z directamente? Parece que ninguno de los dos quiere.
Ishii, el mismo que dijo que iba a ir a la caza de los traidores del kirchnerismo, luego del duro golpe que significó para Néstor Kirchner caer a nivel nacional ante Francisco De Narváez en las elecciones legislativas del año pasado, envió a Pilar a la kirchnerista Agrupación Casa del Pueblo, una línea que responde a uno de sus funcionarios, Carlos Urquiaga. El referente en Pilar ya tiene nombre: Se trata de Fabián Pitronaci, un ex candidato a intendente de Pilar en el 2003, que trabaja en la Secretaría de Trabajo y Desarrollo de José C. Paz, justamente bajo el mando de Urquiaga.
Pitronaci señaló que llegó a Pilar (o volvió, en todo caso) a defender el proyecto nacional y popular del kirchnerismo, a la vez de “demostrar” que el modelo José C. Paz, un Municipio que ha sido bendecido por su fidelidad kirchnerista con enormes cantidades de obra pública, “se puede aplicar en Pilar”.
Días atrás, luego del lanzamiento de Casa del Pueblo, que buscará extenderse en todo el territorio de Pilar con distintas unidades básicas, los muchachos de Ishii y Pitronaci irrumpieron en el distrito a pura pintada. “Ishii Conducción”, rezaban los paredones. Pero duraron poco. Tropas de Zúccaro las taparon casi al instante. “El que conduce en Pilar es Zúccaro”, murmuraban por lo bajo los que ordenaron tapar los grafitis ishiistas.
Zúccaro jamás se ha mostrado del todo kirchnerista. Muy por el contrario, se ha encargado de enviar mensajes claros respecto a su poco sentido de pertenencia a las huestes K. Y en el marco de una reconstrucción política que pretende conseguir Kirchner hacia una hipotética candidatura en el 2011, contar con intendentes afines es clave. Y Zúccaro no estaría entre ellos, al menos por ahora.
La llegada de Jesús
En el segundo de los casos, aunque no por eso de menor importancia, la cosa no es tan sencilla. Cariglino fue uno de los jefes comunales que apoyó la candidatura de Zúccaro en el 2003. Razones que por siempre quedarán sepultadas en ese cementerio silencioso donde van a parar las internas políticas, que no siempre combinan cuestiones partidarias o de gestión, sino también económicas, Cariglino y Zúccaro se distanciaron. Y no habría vuelta atrás.
Lo concreto, más allá de las causas del alejamiento, es que Cariglino está buscando a su hombre en Pilar. Y por ahora, todas las miradas parecen posarse en la figura del concejal de Unión Pro Gustavo Trindade, que recibió del mandamás de Malvinas apoyo estratégico e incluso también habría sido monetario, para encarar la campaña del año pasado.
Trindade mantuvo varias reuniones con Cariglino, un jefe comunal con un caudal de poder que le permite coquetear con el kirchnerismo o el PJ disidente, y hasta con amenazar pegar el salto si no se le respetan los acuerdos pre establecidos.
Al igual que Ishii, Cariglino también quiere un hombre de su riñon al frente de la comuna de Pilar. “Con Zúccaro el tiro le salió por la culata”, señalan cerca de él.
Cariglino es dueño de un doble juego que lo llevó a apoyar (o acompañar) a Kirchner en junio del año pasado, pero sin dudar en señalar que “no es kirchnerista”.
Pero a la hora de armar las listas ubicó a su hermano Roque Cariglino como senador provincial (le ganó en la pulseada al derquino José Molina) por la boleta del Frente para la Victoria, aunque también habría acordado con De Narváez para que llevara como primer candidato al hoy senador Jorge D´Onofrio, de estrecha relación con Trindade.
El despliegue territorial de Cariglino, que maneja su municipio desde su creación en 1995 y que nunca cortó lazos con Duhalde, se extiende a otros distritos. Mantiene sólidas relaciones políticas con sus pares de San Miguel, Joaquín de la Torre; de Hurlingham, Luis Acuña; y de Escobar, Sandro Guzmán. Todos, según las señales que envían, jefes comunales en franco tránsito al duhaldismo.
Pero para saber en qué terreno se para, Cariglino y algunos soldados de Duhalde, como el ex diputado ultraduhaldista Daniel “Chicho” Basile han encargado varios sondeos, no sólo en Pilar, para medir a los potenciales delfines con los jefes comunales de esos distrito. Según pudo saber Pilar de Todos, sobre resultados parciales, Trindade reuniría un 30% de intención de voto, contra un 36% de Zúccaro. “Mucho para Trindade y poco para Zúccaro, esos números son parciales y falsos”, replicó un hombre del zuccarismo al ser consultado por este medio. “Zúccaro obtuvo el 50% de los votos, en un momento jodido del kirchnerismo, y su imagen positiva, por sondeos que manejamos nosotros, no baja del 60%”, añadió.
Encuestas al margen, lo cierto es que dos de los pesos pesados del conurbano norte han enfilado a su tropa hacia Pilar, dispuestas a dar batalla. Si se sella la paz en algún momento, sólo lo dirá el tiempo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario