"Las elecciones a gobernador se realizarán conjuntamente con las presidenciales", dijo el vicepresidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni. Luego del reto de Kirchner a Scioli, en el oficialismo planteaban la rebelión al ex presidente. El atajo que encontró el bonaerense para evitar la simultaneidad de los comicios y pegarle al patagónico.
El sciolismo salió a desmentir que esté pensando en desdoblar las elecciones provinciales para castigar a Néstor Kirchner.
El vicepresidente del Banco Provincia y dirigente del justicialismo bonaerense, Gustavo Marangoni dijo que "en la provincia de Buenos Aires, las elecciones a gobernador en 2011 son junto a las presidenciales. Esto categóricamente es así. Siempre ha sido así".
Luego del reto público de Kirchner a Scioli, en el oficialismo provincial planteaban la rebelión y el castigo al ex presidente. La venganza vendría de la mano de un artilugio legal, no reglamentar la ley de primarias abiertas aprobada por la legislatura bonaerense por presión del ex presidente y desdoblar las elecciones locales. La decisión la tiene Scioli.
Así lo confirmó el propio Marangoni que hoy salió a desmentir que las elecciones provinciales se harían antes que las nacionales. En dilogo con Radio El Mundo, precisó que "no hay ninguna disposición" que obligue a que las elecciones sean conjuntas, sino que destacó que se trata de "una voluntad política firme de hacerlo así, por parte de Scioli".
"Así debe ser y no hay que convertir al 2011 en un festival de elecciones. Nosotros (los bonaerenses), que trabajamos articuladamente con la Nación, vamos a votar para gobernador el mismo día que se vote para presidente en el país", aseguró el titular del BAPRO, quien puso de relieve que "acá lo que cuenta es lo que piensa el gobernador y él es el que conduce políticamente la provincia de Buenos Aires".
Sin embargo, en el sciolismo por lo bajo, afirman otra cosa. "Es un as en la manga. Podríamos presionar para que Scioli lo utilice", se animó a decir ayer un peronista de peso con llegada al gobierno provincial, según informó esta mañana el diario La Nación. El mandatario tiene la obligación de firmar un decreto especial para que las elecciones bonaerenses sean simultáneas con las presidenciales. Scioli tiene en su poder la potestad de decidir voluntariamente la fecha del calendario.
"¿Qué pasaría si Scioli decidiera, por ejemplo, adelantar las elecciones?", se preguntaba ayer, con sorna, un intendente que está enojado con Kirchner. Varios comparten disgustos y lamentos. Les molestó que el ex presidente hubiera dicho el jueves de la semana pasada, entre reto y reto al gobernador, que no le importaba si los jefes comunales "perdían concejales". Sintieron que el líder peronista estaba anunciando que era capaz de sacrificar a su tropa con tal de ganar.
En esa sola frase, los intendentes del conurbano vieron flamear el peligro de que haya cada vez más candidatos en todos los niveles, con el solo fin de favorecer al Gobierno como sea y en detrimento de los líderes territoriales.
"Tenemos que fortalecernos entre nosotros para cuidarnos", le hizo saber por estas horas un intendente a un encumbrado legislador nacional. Enumeraron juntos sus miedos a las colectoras, al resultado de las primarias, a los grupos juveniles que buscan hacer pie en los distritos del Gran Buenos Aires, al poder en el PJ bonaerense de Hugo Moyano, un ítem de especial discordia que se profundizará en los próximos días por orden del jefe de la CGT.
Asustados después de la reprimenda de la semana pasada, intendentes y legisladores buscaron refugio político en Scioli.
"Hubo un quiebre", dijo ayer al matutino uno de los participantes de aquel acto. El gobernador, sin embargo, oscila entre el apoyo medido al Gobierno, el silencio hermético y unos pocos gestos tímidos de independencia. La indefinición provoca múltiples reuniones. De intendentes con legisladores, de diputados con ministros, de caciques con funcionarios.
De esos encuentros salió la idea de presionar para hacer pública la amenaza del desdoblamiento. Scioli ni siquiera habla del tema. También de allí salió otro proyecto: intentar juntar a legisladores, intendentes y miembros del PJ en un proyecto común que los fortalezca. "No podemos permitir que se metan con las listas, que nos llenen de candidatos", sostienen.
Algo parecido, aunque ya en público, improvisó el grupo de intendentes liderado por Sergio Massa (Tigre), Pablo Bruera (La Plata) y Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), que se unieron para hacer saber de sus quejas. Recibieron llamadas inesperados. Algunos llegaron del Congreso. Otros, de la Casa Rosada. Unos y otros hicieron saber que están dispuestos a empezar a moverse, con cautela, juntos o por separado, para evitar que "Kirchner se lleve con él la suerte del PJ bonaerense".
(Fuente: La Política OnLine).
El sciolismo salió a desmentir que esté pensando en desdoblar las elecciones provinciales para castigar a Néstor Kirchner.
El vicepresidente del Banco Provincia y dirigente del justicialismo bonaerense, Gustavo Marangoni dijo que "en la provincia de Buenos Aires, las elecciones a gobernador en 2011 son junto a las presidenciales. Esto categóricamente es así. Siempre ha sido así".
Luego del reto público de Kirchner a Scioli, en el oficialismo provincial planteaban la rebelión y el castigo al ex presidente. La venganza vendría de la mano de un artilugio legal, no reglamentar la ley de primarias abiertas aprobada por la legislatura bonaerense por presión del ex presidente y desdoblar las elecciones locales. La decisión la tiene Scioli.
Así lo confirmó el propio Marangoni que hoy salió a desmentir que las elecciones provinciales se harían antes que las nacionales. En dilogo con Radio El Mundo, precisó que "no hay ninguna disposición" que obligue a que las elecciones sean conjuntas, sino que destacó que se trata de "una voluntad política firme de hacerlo así, por parte de Scioli".
"Así debe ser y no hay que convertir al 2011 en un festival de elecciones. Nosotros (los bonaerenses), que trabajamos articuladamente con la Nación, vamos a votar para gobernador el mismo día que se vote para presidente en el país", aseguró el titular del BAPRO, quien puso de relieve que "acá lo que cuenta es lo que piensa el gobernador y él es el que conduce políticamente la provincia de Buenos Aires".
Sin embargo, en el sciolismo por lo bajo, afirman otra cosa. "Es un as en la manga. Podríamos presionar para que Scioli lo utilice", se animó a decir ayer un peronista de peso con llegada al gobierno provincial, según informó esta mañana el diario La Nación. El mandatario tiene la obligación de firmar un decreto especial para que las elecciones bonaerenses sean simultáneas con las presidenciales. Scioli tiene en su poder la potestad de decidir voluntariamente la fecha del calendario.
"¿Qué pasaría si Scioli decidiera, por ejemplo, adelantar las elecciones?", se preguntaba ayer, con sorna, un intendente que está enojado con Kirchner. Varios comparten disgustos y lamentos. Les molestó que el ex presidente hubiera dicho el jueves de la semana pasada, entre reto y reto al gobernador, que no le importaba si los jefes comunales "perdían concejales". Sintieron que el líder peronista estaba anunciando que era capaz de sacrificar a su tropa con tal de ganar.
En esa sola frase, los intendentes del conurbano vieron flamear el peligro de que haya cada vez más candidatos en todos los niveles, con el solo fin de favorecer al Gobierno como sea y en detrimento de los líderes territoriales.
"Tenemos que fortalecernos entre nosotros para cuidarnos", le hizo saber por estas horas un intendente a un encumbrado legislador nacional. Enumeraron juntos sus miedos a las colectoras, al resultado de las primarias, a los grupos juveniles que buscan hacer pie en los distritos del Gran Buenos Aires, al poder en el PJ bonaerense de Hugo Moyano, un ítem de especial discordia que se profundizará en los próximos días por orden del jefe de la CGT.
Asustados después de la reprimenda de la semana pasada, intendentes y legisladores buscaron refugio político en Scioli.
"Hubo un quiebre", dijo ayer al matutino uno de los participantes de aquel acto. El gobernador, sin embargo, oscila entre el apoyo medido al Gobierno, el silencio hermético y unos pocos gestos tímidos de independencia. La indefinición provoca múltiples reuniones. De intendentes con legisladores, de diputados con ministros, de caciques con funcionarios.
De esos encuentros salió la idea de presionar para hacer pública la amenaza del desdoblamiento. Scioli ni siquiera habla del tema. También de allí salió otro proyecto: intentar juntar a legisladores, intendentes y miembros del PJ en un proyecto común que los fortalezca. "No podemos permitir que se metan con las listas, que nos llenen de candidatos", sostienen.
Algo parecido, aunque ya en público, improvisó el grupo de intendentes liderado por Sergio Massa (Tigre), Pablo Bruera (La Plata) y Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), que se unieron para hacer saber de sus quejas. Recibieron llamadas inesperados. Algunos llegaron del Congreso. Otros, de la Casa Rosada. Unos y otros hicieron saber que están dispuestos a empezar a moverse, con cautela, juntos o por separado, para evitar que "Kirchner se lleve con él la suerte del PJ bonaerense".
(Fuente: La Política OnLine).
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