En Argentina, el 47% por ciento de la población adulta (de 18 años y más) afirmó no hacer absolutamente nada por mantener sus niveles de colesterol dentro de los valores normales, según un relevamiento difundido por la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), brazo hacia la comunidad de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC). Este dato es preocupante teniendo en cuenta que el colesterol elevado explica el 59% de la enfermedad coronaria y el 18% de la enfermedad cerebrovascular.
El sondeo, de alcance nacional, fue efectuado por la consultora TNS Gallup sobre la base de 1000 entrevistas domiciliarias en personas de 18 años y más. Entre otros hallazgos, reveló que 6 de cada 10 argentinos de 18 años y más no se midieron el colesterol en los últimos 12 meses. Ello significa que al menos 17 millones de argentinos ignoran si tienen hipercolesterolemia. Entre las personas de 35 años y más, apenas 5 de cada 10 se habían medido el colesterol.
Ricardo Iglesias, médico cardiólogo presidente de la Fundación Cardiológica Argentina, expresó que “según este relevamiento, inclusive en el grupo de 35 años y más, que son claramente una población con mayor riesgo de ECV, el 41 por ciento de las personas declaró que no hace nada en absoluto por su colesterol. Apenas 56 por ciento respondió que para reducir su colesterol trata de ‘hacer los deberes’, pero no alcanza: entre las medidas mencionadas, en el 37% por ciento de los casos se incluyó “llevar una dieta equilibrada”, mientras que “actividad física regular” se nombró sólo en el 18 por ciento de los casos, apenas el 1 por ciento afirmó que hace algo por reducir su estrés para disminuir su colesterol, pese a que éste es uno de los fuertes desencadenantes de eventos cardiovasculares”.
Los pilares para prevenir el colesterol alto son: dieta equilibrada (baja en grasas saturadas y rica en frutas, verduras, fitoesteroles y fibras); actividad física (al menos una hora y media semanal) y manejo del estrés. Cuando el médico lo indique, se seguirá además un tratamiento farmacológico.
La encuesta de TNS Gallup, efectuada para La Serenísima-Danone en el marco de la campaña de la Fundación Cardiológica Argentina, mostró que “solamente 35 por ciento de los adultos de entre 35 y 49 años se habían medido el colesterol en el último año, pese a que a esa edad es más frecuente hallar hipercolesterolemia y los médicos suelen indicar un análisis de control”, indicó la Dra. Sandra Patricia Swieszkowski, secretaria de la FCA. “Pero eso nos lleva a otra problemática: el 37 por ciento de los mayores de 35 que no se midieron el colesterol no se había realizado ningún chequeo médico en el último año”.
Asimismo, “muchas personas señalaron que no se habían controlado por ausencia de síntomas, cuando en realidad, y esto hay que remarcarlo, el colesterol alto no produce síntomas”, enfatizó el Dr. Iglesias.
Otra respuesta frecuente (13 por ciento de los casos) fue “Soy demasiado joven para tener problemas de colesterol”. “Esto es erróneo”, comentó el especialista. “Según los datos del Ministerio de Salud de la Nación, tienen colesterol alto 11,9 por ciento de las personas de entre 18 y 24 años, y 15 por ciento de quienes tienen entre 25 y 34 años”.
En la Argentina, 3 de cada diez personas mayores de 20 años tienen hipercolesterolemia[3], y su prevalencia aumenta con la edad, trepando hasta más de 4 de cada 10 en mayores de 50 años.
“Esto nos indica que es preciso reforzar el mensaje hacia la población. Hemos logrado que la gente sepa que tener alto el colesterol es perjudicial para la salud. Ahora debemos explicar que conocer los niveles de colesterol es el primer paso para saber cómo actuar ante este factor de riesgo: si es necesario variar la dieta, aumentar la actividad física, controlar el estrés o inclusive recibir un tratamiento farmacológico”, señaló el Dr. Iglesias. “Este factor de riesgo cardiovascular es modificable, así como la hipertensión arterial, la obesidad central o el tabaquismo; con un simple análisis de sangre tenemos en nuestras manos la posibilidad de prevenir un evento cardiovascular”.
El colesterol es una sustancia grasa que circula en sangre, y es indispensable para el funcionamiento del organismo. Es segregado por el hígado, y también se incorpora a través de la alimentación (en especial, carne y huevos). Puede presentarse como lipoproteínas de baja densidad (colesterol LDL o ‘malo’) y lipoproteínas de alta densidad (colesterol HDL o ‘bueno’).
El colesterol LDL o ‘malo’ normalmente se encarga de transportar el colesterol a los tejidos que lo necesitan. Cuando se encuentra en exceso, se acumula en vasos sanguíneos, favoreciendo el endurecimiento de las arterias o ‘aterosclerosis’. Esto aumenta el riesgo de coágulos en los vasos (trombosis) y triplica el riesgo de infarto.
El colesterol HDL o ‘bueno’ remueve el exceso de colesterol de los tejidos del organismo. El ideal es tener niveles mayores o iguales a 60 mg/dl. Sus niveles aumentan con la actividad física regular.
Por encima de 200 mg/dl de colesterol total (LDL más HDL), aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
El aumento de consumo de alimentos ricos en grasas saturadas (carnes rojas grasas, fritos, embutidos, golosinas y comida ‘chatarra’), así como el mayor sedentarismo, ha conducido a que gran parte de la población tenga niveles elevados de colesterol.
Para mantener los niveles de colesterol dentro de valores saludables, es preciso realizar algunos cambios en la alimentación diaria, entre los que se incluyen hallazgos novedosos tales como los fitoesteroles. Estos son compuestos naturales vegetales con la capacidad de bloquear parcialmente la absorción del colesterol a nivel intestinal, lo que ayudaría a disminuir el colesterol LDL o ‘malo’ de la sangre. Se encuentran presentes, en escasas proporciones, en productos tales como el aceite de girasol y la soja. Asimismo, existen yogures enriquecidos en fitoesteroles, en los que la concentración es mucho mayor.
Además se debe reducir el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y frituras (carnes rojas grasas, embutidos, confituras, chocolate, etc.), y aumentar el consumo de fibras (cereales y legumbres), pescado de mar, frutas y verduras.
La actividad física es imprescindible para prevenir la hipercolesterolemia, incorporando el movimiento a la vida diaria: subir escaleras, caminar todo lo que sea posible, ejercitarse con regularidad al menos una hora y media por semana y otras estrategias.
El médico indicará si es necesario, además, un tratamiento farmacológico para alcanzar un nivel saludable de colesterol.
Relevamiento de la Fundación Cardiológica Argentina
Efectuado por TNS Gallup para La Serenísima – Danone. 1000 entrevistas domiciliarias en población de 18 años en adelante, con alcance nacional durante el mes de junio
Población de 18 años y más
A la pregunta “¿Qué hace por reducir su colesterol?”,
· 47% respondió que no hace nada por mantener su colesterol dentro de valores recomendados
· 32% señaló llevar una dieta saludable
· 18% declaró realizar actividad física
· 1% sostuvo que intenta manejar el estrés
· 63% no se midió el colesterol en el último año
· De los que no se midieron el colesterol:
* 30% no se hizo chequeos médicos en los pasados 12 meses
* 20% no se controló porque ‘no tuvo ningún síntoma’
* 13% dice que es ‘demasiado joven para preocuparse por eso’
Población de 35 años y más
A la pregunta “¿Qué hace por reducir su colesterol?”,
· 41% respondió que no hace nada por mantener su colesterol dentro de valores recomendados
· 50% no se midió el colesterol en el último año
· De los que no se midieron el colesterol:
* 37% no se hizo chequeos médicos en los pasados 12 meses
* 19% no se controló porque ‘no tuvo ningún síntoma’
· Las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de muerte en Argentina y en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son responsables cada año de 17,5 millones de fallecimientos. Incluyen el infarto agudo de miocardio, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca y otras.
· El colesterol elevado explica el 59% de la enfermedad coronaria y el 18% de la enfermedad cerebrovascular.
· En Argentina, 27,9% de la población mayor de 20 años tiene hipercolesterolemia, aumentando la prevalencia con la edad:
→ 18 a 24 años: 400 mil personas
→ 25 a 34 años: 960 mil personas
→ 35 a 49 años: 1,6 millones de personas
→ 50 a 64 años: 2 millones de personas
→ 65 años y más: 1,6 millones de personas.
(Fuente: Asteriscos Tv).
El sondeo, de alcance nacional, fue efectuado por la consultora TNS Gallup sobre la base de 1000 entrevistas domiciliarias en personas de 18 años y más. Entre otros hallazgos, reveló que 6 de cada 10 argentinos de 18 años y más no se midieron el colesterol en los últimos 12 meses. Ello significa que al menos 17 millones de argentinos ignoran si tienen hipercolesterolemia. Entre las personas de 35 años y más, apenas 5 de cada 10 se habían medido el colesterol.
Ricardo Iglesias, médico cardiólogo presidente de la Fundación Cardiológica Argentina, expresó que “según este relevamiento, inclusive en el grupo de 35 años y más, que son claramente una población con mayor riesgo de ECV, el 41 por ciento de las personas declaró que no hace nada en absoluto por su colesterol. Apenas 56 por ciento respondió que para reducir su colesterol trata de ‘hacer los deberes’, pero no alcanza: entre las medidas mencionadas, en el 37% por ciento de los casos se incluyó “llevar una dieta equilibrada”, mientras que “actividad física regular” se nombró sólo en el 18 por ciento de los casos, apenas el 1 por ciento afirmó que hace algo por reducir su estrés para disminuir su colesterol, pese a que éste es uno de los fuertes desencadenantes de eventos cardiovasculares”.
Los pilares para prevenir el colesterol alto son: dieta equilibrada (baja en grasas saturadas y rica en frutas, verduras, fitoesteroles y fibras); actividad física (al menos una hora y media semanal) y manejo del estrés. Cuando el médico lo indique, se seguirá además un tratamiento farmacológico.
La encuesta de TNS Gallup, efectuada para La Serenísima-Danone en el marco de la campaña de la Fundación Cardiológica Argentina, mostró que “solamente 35 por ciento de los adultos de entre 35 y 49 años se habían medido el colesterol en el último año, pese a que a esa edad es más frecuente hallar hipercolesterolemia y los médicos suelen indicar un análisis de control”, indicó la Dra. Sandra Patricia Swieszkowski, secretaria de la FCA. “Pero eso nos lleva a otra problemática: el 37 por ciento de los mayores de 35 que no se midieron el colesterol no se había realizado ningún chequeo médico en el último año”.
Asimismo, “muchas personas señalaron que no se habían controlado por ausencia de síntomas, cuando en realidad, y esto hay que remarcarlo, el colesterol alto no produce síntomas”, enfatizó el Dr. Iglesias.
Otra respuesta frecuente (13 por ciento de los casos) fue “Soy demasiado joven para tener problemas de colesterol”. “Esto es erróneo”, comentó el especialista. “Según los datos del Ministerio de Salud de la Nación, tienen colesterol alto 11,9 por ciento de las personas de entre 18 y 24 años, y 15 por ciento de quienes tienen entre 25 y 34 años”.
En la Argentina, 3 de cada diez personas mayores de 20 años tienen hipercolesterolemia[3], y su prevalencia aumenta con la edad, trepando hasta más de 4 de cada 10 en mayores de 50 años.
“Esto nos indica que es preciso reforzar el mensaje hacia la población. Hemos logrado que la gente sepa que tener alto el colesterol es perjudicial para la salud. Ahora debemos explicar que conocer los niveles de colesterol es el primer paso para saber cómo actuar ante este factor de riesgo: si es necesario variar la dieta, aumentar la actividad física, controlar el estrés o inclusive recibir un tratamiento farmacológico”, señaló el Dr. Iglesias. “Este factor de riesgo cardiovascular es modificable, así como la hipertensión arterial, la obesidad central o el tabaquismo; con un simple análisis de sangre tenemos en nuestras manos la posibilidad de prevenir un evento cardiovascular”.
El colesterol es una sustancia grasa que circula en sangre, y es indispensable para el funcionamiento del organismo. Es segregado por el hígado, y también se incorpora a través de la alimentación (en especial, carne y huevos). Puede presentarse como lipoproteínas de baja densidad (colesterol LDL o ‘malo’) y lipoproteínas de alta densidad (colesterol HDL o ‘bueno’).
El colesterol LDL o ‘malo’ normalmente se encarga de transportar el colesterol a los tejidos que lo necesitan. Cuando se encuentra en exceso, se acumula en vasos sanguíneos, favoreciendo el endurecimiento de las arterias o ‘aterosclerosis’. Esto aumenta el riesgo de coágulos en los vasos (trombosis) y triplica el riesgo de infarto.
El colesterol HDL o ‘bueno’ remueve el exceso de colesterol de los tejidos del organismo. El ideal es tener niveles mayores o iguales a 60 mg/dl. Sus niveles aumentan con la actividad física regular.
Por encima de 200 mg/dl de colesterol total (LDL más HDL), aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
El aumento de consumo de alimentos ricos en grasas saturadas (carnes rojas grasas, fritos, embutidos, golosinas y comida ‘chatarra’), así como el mayor sedentarismo, ha conducido a que gran parte de la población tenga niveles elevados de colesterol.
Para mantener los niveles de colesterol dentro de valores saludables, es preciso realizar algunos cambios en la alimentación diaria, entre los que se incluyen hallazgos novedosos tales como los fitoesteroles. Estos son compuestos naturales vegetales con la capacidad de bloquear parcialmente la absorción del colesterol a nivel intestinal, lo que ayudaría a disminuir el colesterol LDL o ‘malo’ de la sangre. Se encuentran presentes, en escasas proporciones, en productos tales como el aceite de girasol y la soja. Asimismo, existen yogures enriquecidos en fitoesteroles, en los que la concentración es mucho mayor.
Además se debe reducir el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y frituras (carnes rojas grasas, embutidos, confituras, chocolate, etc.), y aumentar el consumo de fibras (cereales y legumbres), pescado de mar, frutas y verduras.
La actividad física es imprescindible para prevenir la hipercolesterolemia, incorporando el movimiento a la vida diaria: subir escaleras, caminar todo lo que sea posible, ejercitarse con regularidad al menos una hora y media por semana y otras estrategias.
El médico indicará si es necesario, además, un tratamiento farmacológico para alcanzar un nivel saludable de colesterol.
Relevamiento de la Fundación Cardiológica Argentina
Efectuado por TNS Gallup para La Serenísima – Danone. 1000 entrevistas domiciliarias en población de 18 años en adelante, con alcance nacional durante el mes de junio
Población de 18 años y más
A la pregunta “¿Qué hace por reducir su colesterol?”,
· 47% respondió que no hace nada por mantener su colesterol dentro de valores recomendados
· 32% señaló llevar una dieta saludable
· 18% declaró realizar actividad física
· 1% sostuvo que intenta manejar el estrés
· 63% no se midió el colesterol en el último año
· De los que no se midieron el colesterol:
* 30% no se hizo chequeos médicos en los pasados 12 meses
* 20% no se controló porque ‘no tuvo ningún síntoma’
* 13% dice que es ‘demasiado joven para preocuparse por eso’
Población de 35 años y más
A la pregunta “¿Qué hace por reducir su colesterol?”,
· 41% respondió que no hace nada por mantener su colesterol dentro de valores recomendados
· 50% no se midió el colesterol en el último año
· De los que no se midieron el colesterol:
* 37% no se hizo chequeos médicos en los pasados 12 meses
* 19% no se controló porque ‘no tuvo ningún síntoma’
· Las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de muerte en Argentina y en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son responsables cada año de 17,5 millones de fallecimientos. Incluyen el infarto agudo de miocardio, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca y otras.
· El colesterol elevado explica el 59% de la enfermedad coronaria y el 18% de la enfermedad cerebrovascular.
· En Argentina, 27,9% de la población mayor de 20 años tiene hipercolesterolemia, aumentando la prevalencia con la edad:
→ 18 a 24 años: 400 mil personas
→ 25 a 34 años: 960 mil personas
→ 35 a 49 años: 1,6 millones de personas
→ 50 a 64 años: 2 millones de personas
→ 65 años y más: 1,6 millones de personas.
(Fuente: Asteriscos Tv).
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