Aunque todavía un tanto tibiamente, comienza a preocupar la reforma que el Gobierno de los Estados Unidos presentará al Congreso en enero de 2011 sobre la financiación de préstamos para vivienda.
En la práctica acabaría con el sueño americano de una 'sociedad de propietarios'.
Hace unos días, la administración de Obama manifestó algunas certezas en cuanto a que el Estado, sin poner del todo fin a su histórica ayuda a la vivienda, ya no tiene la posibilidad de "asegurar una tasa de propietarios de su vivienda a un nivel [...] inaguantable" (sic).
Importa recordar que esta reforma pone fin al proyecto de "sociedad de propietarios" llevado a cabo por el ex presidente republicano George W. Bush (2001-2009) e iniciado por su predecesor, el demócrata Bill Clinton, con su estrategia nacional para la propiedad, lanzada en 1994.
El objetivo era llevar a 67,5% la tasa de familias propietarias de su vivienda en 2000. El objetivo fue alcanzado y Bush quiso ir un poco más lejos y "hacer que todos los estadounidenses accedan a la propiedad". Fue el comienzo del fin del sueño estadounidense.
Durante su primer mandato, Bush continuó facilitando los préstamos inmobiliarios para las familias de modestos recursos por lo que la tasa de propietarios subió rápidamente hasta alcanzar 69,2% a fines de 2004, según cifras oficiales.
Ante esta situación, los precios de la vivienda comenzaron a bajar, lo que generó la explosión de la burbuja inmobiliaria en 2007, la recesión y la caída de toda la estructura de apoyo a los compradores cuya base son los organismos de refinanciamiento hipotecario paraestatales Fannie Mae y Freddie Mac.
Fannie Mae y Freddie Mac, que sostenían la política del Estado para favorecer el acceso a la propiedad inmobiliaria, tuvieron pérdidas colosales con la crisis financiera y económica.
Ubicados bajo tutela pública en 2008, desde diciembre se benefician de líneas de crédito ilimitadas del Tesoro. El costo de su rescate ya alcanzó varios centenares de miles de millones de dólares, y aún continúa subiendo la cifra millonaria.
La semana pasada, la asociación profesional estadounidense de banqueros inmobiliarios (MBA por sus siglas en inglés) diagnosticó la "muerte cerebral" de estos dos gigantes del crédito hipotecario.
"La situación actual no es diferente a la de un paciente en estado de muerte cerebral que es mantenido en vida indefinidamente de manera artificial" afirmó la MBA.
La idea de que todas las familias no tienen la posibilidad de tener su casa propia gana terreno actualmente en Estados Unidos.
Según un estudio publicado en mayo por la Reserva Federal (FED), la tasa de propietarios "reales" se ubica 5,6 puntos por debajo de la tasa oficial de 67,2% a fines de 2009.
La diferencia corresponde a las familias que hoy se encuentran en la compleja situación de deber más dinero de lo que vale su vivienda, y que según este estudio, no tienen otra chance que volver a ser inquilinos.
Si su cálculo es exacto, la tasa de propietarios estaría en su nivel más bajo desde 1960.
Si bien el Real Estate siempre es local, el mercado inmobiliario americano crea tendencia. También instrumentos y herramientas financieras, casi universales, como la “mortage” (hipoteca) en sus múltiples variantes.
En la Argentina, la financiación para la adquisición de viviendas está prácticamente en su punto más bajo histórico, al menos muy distante del de la pasada década de los 90.
Hacia fines del año pasado, el 8 % del total de las operaciones de compra-venta de propiedades en la ciudad de Buenos Aires, se compraban con una hipoteca, según el Colegio de Escribanos porteño. Actualmente llega a tan sólo el 6 %.
(Fuente: Asteriscos Tv).
En la práctica acabaría con el sueño americano de una 'sociedad de propietarios'.
Hace unos días, la administración de Obama manifestó algunas certezas en cuanto a que el Estado, sin poner del todo fin a su histórica ayuda a la vivienda, ya no tiene la posibilidad de "asegurar una tasa de propietarios de su vivienda a un nivel [...] inaguantable" (sic).
Importa recordar que esta reforma pone fin al proyecto de "sociedad de propietarios" llevado a cabo por el ex presidente republicano George W. Bush (2001-2009) e iniciado por su predecesor, el demócrata Bill Clinton, con su estrategia nacional para la propiedad, lanzada en 1994.
El objetivo era llevar a 67,5% la tasa de familias propietarias de su vivienda en 2000. El objetivo fue alcanzado y Bush quiso ir un poco más lejos y "hacer que todos los estadounidenses accedan a la propiedad". Fue el comienzo del fin del sueño estadounidense.
Durante su primer mandato, Bush continuó facilitando los préstamos inmobiliarios para las familias de modestos recursos por lo que la tasa de propietarios subió rápidamente hasta alcanzar 69,2% a fines de 2004, según cifras oficiales.
Ante esta situación, los precios de la vivienda comenzaron a bajar, lo que generó la explosión de la burbuja inmobiliaria en 2007, la recesión y la caída de toda la estructura de apoyo a los compradores cuya base son los organismos de refinanciamiento hipotecario paraestatales Fannie Mae y Freddie Mac.
Fannie Mae y Freddie Mac, que sostenían la política del Estado para favorecer el acceso a la propiedad inmobiliaria, tuvieron pérdidas colosales con la crisis financiera y económica.
Ubicados bajo tutela pública en 2008, desde diciembre se benefician de líneas de crédito ilimitadas del Tesoro. El costo de su rescate ya alcanzó varios centenares de miles de millones de dólares, y aún continúa subiendo la cifra millonaria.
La semana pasada, la asociación profesional estadounidense de banqueros inmobiliarios (MBA por sus siglas en inglés) diagnosticó la "muerte cerebral" de estos dos gigantes del crédito hipotecario.
"La situación actual no es diferente a la de un paciente en estado de muerte cerebral que es mantenido en vida indefinidamente de manera artificial" afirmó la MBA.
La idea de que todas las familias no tienen la posibilidad de tener su casa propia gana terreno actualmente en Estados Unidos.
Según un estudio publicado en mayo por la Reserva Federal (FED), la tasa de propietarios "reales" se ubica 5,6 puntos por debajo de la tasa oficial de 67,2% a fines de 2009.
La diferencia corresponde a las familias que hoy se encuentran en la compleja situación de deber más dinero de lo que vale su vivienda, y que según este estudio, no tienen otra chance que volver a ser inquilinos.
Si su cálculo es exacto, la tasa de propietarios estaría en su nivel más bajo desde 1960.
Si bien el Real Estate siempre es local, el mercado inmobiliario americano crea tendencia. También instrumentos y herramientas financieras, casi universales, como la “mortage” (hipoteca) en sus múltiples variantes.
En la Argentina, la financiación para la adquisición de viviendas está prácticamente en su punto más bajo histórico, al menos muy distante del de la pasada década de los 90.
Hacia fines del año pasado, el 8 % del total de las operaciones de compra-venta de propiedades en la ciudad de Buenos Aires, se compraban con una hipoteca, según el Colegio de Escribanos porteño. Actualmente llega a tan sólo el 6 %.
(Fuente: Asteriscos Tv).
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