(La Política OnLine). Excepto los diputados ligados a la CGT, no hubo presencias del kirchnerismo en la primera jornada del debate por el proyecto para distribuir un porcentaje de ganancias entre los empleados. Toda una señal del Gobierno a Hugo Moyano, quien había pedido expresamente un compromiso del Frente para la Victoria. Las cámaras de PyMes pidieron ser excluidas. Faltazo masivo de la UCR. Y volvieron a escaparse industriales y supermercadistas.
Antes que la muerte de Néstor Kirchner conmocionara a todo el arco político, el jefe de la CGT Hugo Moyano dirigió una de sus tantas advertencias al bloque de diputados del Frente para la Victoria, para pedirles que aprueben el proyecto que propone repartir un porcentaje de Ganancias entre los empleados: “Si son peronistas, espero que apoyen. Y no como en la ley laboral. Cuando no sólo votaron en contra, sino que además cobraron”, recordó, con un dejo de furia.
En la primera sesión de la Comisión de Trabajo que trató el proyecto, Moyano no recibió una buena señal: el oficialismo sólo estuvo presente con los diputados de extracción gremial, quienes soportaron los pedidos de los las Cámaras de Pequeñas y Medianas Empresas para quedar al margen del proyecto.
Los kirchneristas puros, esos por estos días levantan la bandera de Cristina 2011, ni siquiera se acercaron por curiosidad. Un clara muestra del malestar de la Casa Rosada con el jefe de la CGT, a quien temen como principal escollo de esta nueva etapa que la presidenta inicia sin Kirchner, gestor del vínculo de Moyano con la Casa Rosada.
La defensa de las Pymes la lideraron la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios de la República Argentina (APYME) y la Cámara Argentina de la Pequeña y Mediana Empresa (CAPYME).
También se acercaron hasta el Congreso representantes de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina (ABAPPRA); de la Federación Agraria Argentina (FAA) y de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Estuvo además La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Transporte de Cargas (FADEEAC), con la chapa de tener que negociar salarios con Moyano todos los años. No se mostró temeraria: juzgó que el proyecto "no es aplicable" y "conspira contra la inversión" en el sector
Héctor Recalde, diputado, abogado de la CGT y autor del proyecto, lideró la sesión escoltado por sus pares Roberto Mouillerón (del peronismo federal y ex ministro de Trabajo de la provincia), Omar Plaini (del sindicato de canillitas y parte del bloque K) y Graciela Iturraspe, de Solidaridad e Igualdad (SI) y con militancia en la CTA marplatense; Ariel Basteiro, ex socialista y aliado K también cercano a la central obrera más nueva; y la socialista Alicia Ciciliani.
Los radicales brillaron por su ausencia, burlándose de las expresiones a favor sobre el proyecto que hizo Ricardo Alfonsín, vice de la Cámara y candidato presidencial.
“Es extraño, siempre sesionamos casi con unanimidad. La sesión fue anticipada la semana pasada así que algo raro pasó”, admitió uno de ellos a LPO. Moyano sí puede estar seguro de los suyos: a Plaini y Recalde se sumó Antonio Alizegui, del FpV-PJ pero, sobre todo, líder del sindicato de camioneros de Entre Ríos.
De a ratos estuvo el chubutense Juan Pais, aún en el bloque K pero socio del díscolo Mario Das Neves para la próxima elección de su provincia. Ya sea por demora en los vuelos o por razones desconocidas, nunca llegaron los mendocinos Juan González y Guillermo Pereyra. Y ni por curiosidad se acercó algún K que estaba por el recinto, como era frecuente que ocurriera en los plenarios del promocionado proyecto de Papel Prensa. Sí estuvo Eduardo Macaluse, del SI y con proyecto propio.
Hay otro dato que da cuenta de la falta de interés del kirchnerismo en que este proyecto camine: también fue girado a las comisiones de presupuesto y de Legislación Penal, esta última presidida por el entrerriano Juan Carlos Vega, de la Coalición Cívica, quien tendrá la llave para estirar la discusión. El giro a comisiones es una de las manijas que el kirchnerismo utilizó este año para manejar los trámites parlamentarios.
Ausencias y Rechazos
Antes que la muerte de Néstor Kirchner conmocionara a todo el arco político, el jefe de la CGT Hugo Moyano dirigió una de sus tantas advertencias al bloque de diputados del Frente para la Victoria, para pedirles que aprueben el proyecto que propone repartir un porcentaje de Ganancias entre los empleados: “Si son peronistas, espero que apoyen. Y no como en la ley laboral. Cuando no sólo votaron en contra, sino que además cobraron”, recordó, con un dejo de furia.
En la primera sesión de la Comisión de Trabajo que trató el proyecto, Moyano no recibió una buena señal: el oficialismo sólo estuvo presente con los diputados de extracción gremial, quienes soportaron los pedidos de los las Cámaras de Pequeñas y Medianas Empresas para quedar al margen del proyecto.
Los kirchneristas puros, esos por estos días levantan la bandera de Cristina 2011, ni siquiera se acercaron por curiosidad. Un clara muestra del malestar de la Casa Rosada con el jefe de la CGT, a quien temen como principal escollo de esta nueva etapa que la presidenta inicia sin Kirchner, gestor del vínculo de Moyano con la Casa Rosada.
La defensa de las Pymes la lideraron la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios de la República Argentina (APYME) y la Cámara Argentina de la Pequeña y Mediana Empresa (CAPYME).
También se acercaron hasta el Congreso representantes de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina (ABAPPRA); de la Federación Agraria Argentina (FAA) y de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Estuvo además La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Transporte de Cargas (FADEEAC), con la chapa de tener que negociar salarios con Moyano todos los años. No se mostró temeraria: juzgó que el proyecto "no es aplicable" y "conspira contra la inversión" en el sector
Héctor Recalde, diputado, abogado de la CGT y autor del proyecto, lideró la sesión escoltado por sus pares Roberto Mouillerón (del peronismo federal y ex ministro de Trabajo de la provincia), Omar Plaini (del sindicato de canillitas y parte del bloque K) y Graciela Iturraspe, de Solidaridad e Igualdad (SI) y con militancia en la CTA marplatense; Ariel Basteiro, ex socialista y aliado K también cercano a la central obrera más nueva; y la socialista Alicia Ciciliani.
Los radicales brillaron por su ausencia, burlándose de las expresiones a favor sobre el proyecto que hizo Ricardo Alfonsín, vice de la Cámara y candidato presidencial.
“Es extraño, siempre sesionamos casi con unanimidad. La sesión fue anticipada la semana pasada así que algo raro pasó”, admitió uno de ellos a LPO. Moyano sí puede estar seguro de los suyos: a Plaini y Recalde se sumó Antonio Alizegui, del FpV-PJ pero, sobre todo, líder del sindicato de camioneros de Entre Ríos.
De a ratos estuvo el chubutense Juan Pais, aún en el bloque K pero socio del díscolo Mario Das Neves para la próxima elección de su provincia. Ya sea por demora en los vuelos o por razones desconocidas, nunca llegaron los mendocinos Juan González y Guillermo Pereyra. Y ni por curiosidad se acercó algún K que estaba por el recinto, como era frecuente que ocurriera en los plenarios del promocionado proyecto de Papel Prensa. Sí estuvo Eduardo Macaluse, del SI y con proyecto propio.
Hay otro dato que da cuenta de la falta de interés del kirchnerismo en que este proyecto camine: también fue girado a las comisiones de presupuesto y de Legislación Penal, esta última presidida por el entrerriano Juan Carlos Vega, de la Coalición Cívica, quien tendrá la llave para estirar la discusión. El giro a comisiones es una de las manijas que el kirchnerismo utilizó este año para manejar los trámites parlamentarios.
Ausencias y Rechazos
Los dirigentes de las PyMes pidieron ser excluidos de la exigencia de repartir ganancias no sólo por su volumen sino también por “cuestiones regionales”.
Ese argumento también esbozaron los representantes de la Came, el organismo presidido por Osvaldo Cornide, quien se ganó el respeto kirchnerista por acudir a la Casa Rosada a presenciar el proyecto para regular papel prensa, donde nunca quisieron estar los industriales y empresarios.
Pero el artículo más resistido es el que crea una comisión tripartita para revisar los balances de las empresas y corroborar que desvían a los empleados el porcentaje de las ganancias definido, que el proyecto especula en un 10%.
“Lo que buscamos es que ese sea el ámbito para alcanzar un acuerdo. Hay que recordar que de los 1500 convenios colectivos que hay vigentes sólo tres incluyen la coparticipación de ganancias”, recordaron a LPO colaboradores de Recalde.
Como hace tres semanas, volvieron a brillar por su ausencia los representantes de la Unión Industrial Argentina, que preside Héctor Méndez; la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), coordinada por Alfredo Coto; y la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), a cargo Jorge Brito, titular del Banco Macro, de estrecha llegada al Gobierno.
Méndez se excusó por estar en viaje desde Alemania a Corea, donde tienen previsto participar de la cumbre del G-20, y Brito por una jornada con banqueros.
Tampoco pisó el Congreso Coninagro, la entidad de cooperativas agrarias presidida por Carlos Garetto, según explicaron con actividades en Bahía Blanca. Todos se comprometieron a estar la semana que viene.
Ese argumento también esbozaron los representantes de la Came, el organismo presidido por Osvaldo Cornide, quien se ganó el respeto kirchnerista por acudir a la Casa Rosada a presenciar el proyecto para regular papel prensa, donde nunca quisieron estar los industriales y empresarios.
Pero el artículo más resistido es el que crea una comisión tripartita para revisar los balances de las empresas y corroborar que desvían a los empleados el porcentaje de las ganancias definido, que el proyecto especula en un 10%.
“Lo que buscamos es que ese sea el ámbito para alcanzar un acuerdo. Hay que recordar que de los 1500 convenios colectivos que hay vigentes sólo tres incluyen la coparticipación de ganancias”, recordaron a LPO colaboradores de Recalde.
Como hace tres semanas, volvieron a brillar por su ausencia los representantes de la Unión Industrial Argentina, que preside Héctor Méndez; la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), coordinada por Alfredo Coto; y la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), a cargo Jorge Brito, titular del Banco Macro, de estrecha llegada al Gobierno.
Méndez se excusó por estar en viaje desde Alemania a Corea, donde tienen previsto participar de la cumbre del G-20, y Brito por una jornada con banqueros.
Tampoco pisó el Congreso Coninagro, la entidad de cooperativas agrarias presidida por Carlos Garetto, según explicaron con actividades en Bahía Blanca. Todos se comprometieron a estar la semana que viene.
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