En los despachos más importantes del gobierno porteño se volvió a analizar la posibilidad de que el jefe de gobierno se presente como candidato a diputado nacional por la provincia en 2013 para no quedar afuera de la pelea contra Scioli y Massa en 2015. La otra alternativa es la del intendente de San Isidro, que mañana se volverá a mostrar con el líder del partido amarillo.
En el PRO volvieron a analizar la posibilidad de que Mauricio Macri se presente a candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires en las elecciones de 2013.
Cuando Jorge Triaca deslizó esa posibilidad en agosto, el mismo PRO salió a desmentirlo categóricamente. Incluso el propio Macri, como pudo saber este medio, se enojó mucho con el diputado.
Pero luego de ese suceso, Gabriela Michetti se bajó de la discusión y el PRO se quedó sin candidato en la provincia, lo que atenta directamente contra las chances presidenciales de Macri.
Es por eso que, como admitieron a LPO altas fuentes del macrismo, en los principales despachos del gobierno porteño se volvió a instalar la idea de que el jefe de gobierno compita.
Las razones
La razón principal que esgrimen quienes analizan esta posibilidad, se basa en que Macri quedará afuera de la pelea para 2015 si no juega, ante el crecimiento de la imagen de Daniel Scioli y Sergio Massa.
“¿Vamos a jugar en serio o no?”, se preguntan los operadores del PRO y recuerdan la teoría de Federico Pinedo, que asegura que si el macrismo no supera los 20 puntos en la provincia no hay sueño presidencial posible.
En el macrismo no sólo creen que el líder del partido puede superar los 20 puntos sino que se ilusionan con derrotar a Alicia Kirchner, lo que convertiría a Macri en el principal dirigente opositor de cara a 2015.
En segundo lugar, en el PRO no quiere dejar pasar el “efecto cacerolazo”. En ese sentido, interpretaron las palabras de la propia Cristina Kirchner, que les sugirió a los caceroleros que encuentren un representante político y compitan en las elecciones.
En el macrismo creen que el jefe de gobierno porteño puede ocupar ese lugar y atribuirse la representación de un sector descontento con el Gobierno nacional que no está encolumnado en ningún partido político.
Por otro lado, en el macrismo admiten que luego de la baja de Michetti en la provincia, hay dirigentes que se habían acercado al PRO que apretaron el freno o directamente se fueron a otras fuerzas.
Es el caso del presidente del club Lanús, Nicolás Russo, que estaba siendo tentado por Néstor Grindetti para ser candidato del PRO en ese distrito. Russo había pedido tiempo hasta fin de año, cuando vence su mandato en el club, para tomar una decisión. Pero luego del episodio de Michetti, fue tentado por Massa y abandonó la propuesta del PRO.
Para evitar este tipo de situaciones, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, vería con entusiasmo una candidatura de su primo, puesto que ayudaría a consolidar al PRO como la segunda fuerza en la provincia de Buenos Aires.
El PRO tiene más de 70 concejales en la provincia, pero sigue estando detrás de la UCR. Una buena elección y hasta un triunfo de Macri podría catapultar al PRO en toda la provincia.
En tanto que los factores de poder también están presionando para que con una candidatura fuerte como la de Macri en 2013, el kirchnerismo deje en el olvido la posibilidad de reformar la Constitución e implementar la re-reelección de Cristina Kirchner.
El plan B
La jugada de Macri candidato es la que corre por estas horas como la primera alternativa. Sin embargo, no es la única que manejan en el PRO.
La otra jugada que el PRO quiere tener cerrada como un plan B es la de presentar como primer candidato a diputado por la provincia al intendente de San Isidro, Gustavo Posse, que a fines de septiembre se mostró junto a Macri, su primo Jorge y el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino.
La foto se repetirá mañana, cuando con la excusa de presenciar un torneo de ajedrez en San Isidro, Macri se vuelva a mostrar públicamente con Posse.
En el PRO estiman que Posse no sólo garantizaría los votos radicales de la Primera Sección y el resto del Conurbano, sino que haría lo propio con los votos de la UCR del interior bonaerense.
Los macristas aseguran que entre Cariglino, Jorge Macri y Posse pueden reunir 1 millón y medio de votos en la Primera Sección, lo que le mojaría la oreja al intendente modelo del primer cordón, que es justamente Massa. (La Política OnLine).
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