LUJAN, Noviembre 25, (PUNTO CERO-El Civismo) El miércoles, la Cámara Alta de la Nación ratificó, por unanimidad, la decisión que hace un año votó Diputados.
La Universidad recibirá un resarcimiento económico por los daños sufridos durante el cierre dispuesto por la dictadura militar.
Una vez sancionada la ley, una comisión determinará el monto final y las características de pago.
Con casi un año de diferencia, el Senado ratificó la decisión que en diciembre de 2006 tomó la Cámara de Diputados de la Nación. En esa oportunidad, se aprobó por unanimidad el proyecto de reparación histórica para la Universidad Nacional de Luján (UNLu), como consecuencia del cierre arbitrario que la casa de altos estudios sufrió durante la última dictadura militar.
El miércoles, Senadores le otorgó a ese proyecto la otra media sanción necesaria para que sea convertido en ley. La iniciativa, impulsada por la propia Universidad, llegó al Congreso por intermedio de la actual diputada nacional e intendenta electa de Luján, Graciela Rosso.
El proyecto contempla un resarcimiento económico no mayor a los 50 millones de pesos. De todas maneras, la cifra definitiva que recibirá la UNLu será determinada por una comisión que una vez promulgada la ley tendrá un plazo de 60 días para fijar el monto final de la reparación histórica.
La comisión, que también deberá definir la forma de pago y controlar el empleo que la Universidad haga del dinero, estará conformada por representantes del Congreso de la Nación, del Ministerio de Educación y de la jefatura de gabinete. También integrará ese espacio el rector de la UNLu, Osvaldo Arizio.
Si bien todavía restan esas definiciones, se cree que finalmente la casa de altos estudios percibirá 50 millones de pesos en cinco cuotas anuales. Así, a partir del próximo año llegarán a la UNLu 10 millones de pesos, cifra que se mantendrá año tras año hasta completar el monto total.
Por otra parte, resta saber si el dinero será considerado parte de una partida única o si, en cambio, un porcentaje será incorporado al presupuesto de la Universidad, postura esta última que le permitiría a las autoridades de la Universidad incrementar el plantel docente.
En diálogo con EL CIVISMO, Osvaldo Arizio explicó que “la ley establece un período de 60 días para que la comisión tome una decisión referida a la cifra final y al mecanismo de entrega y de rendición de cuentas”.
“La posición de la Universidad en la comisión va a buscar que el dinero sea una partida común del presupuesto. Por ahora está planteado como una asignación por única vez y especial. De mantenerse esta tesitura, solamente podríamos utilizar el dinero para gastos de tipo extraordinarios, no para los gastos corrientes”, comentó Arizio.
Si finalmente se establece la reparación histórica como una partida especial, la UNLu sólo podrá utilizar el dinero en infraestructura y equipamiento, y no “en la ampliación de la planta docente”.
“Queremos que la totalidad o parte se pueda transformar en un incremento del presupuesto de la Universidad para poder utilizarlo en gastos corrientes, por ejemplo en la ampliación del plantel docente, donde también tenemos limitaciones muy grandes”, agregó el rector de la UNLu.
Sobre las otras prioridades de la casa de altos estudios, Arizio explicó que “una vez ultimados los detalles vamos a establecer un mecanismo para la presentación de proyectos de inversión”. De todas maneras, consideró que “hay una limitación de espacios físicos que se traduce en falta de aulas, oficinas para docentes y para no docentes, como así también existen necesidades de equipamiento”.
En referencia a la aprobación de la iniciativa, Arizio opinó que “cuando la comunidad de la Universidad se encolumna detrás de un proyecto de envergadura es evidente que los éxitos vienen, sobre todo cuando recibe el apoyo del conjunto de la sociedad”.
“El proyecto encontró una sensibilidad especial en Diputados y en Senadores, en especial en la diputada Graciela Rosso, que se transformó en el motor de este proyecto. Nosotros mandamos a todos los diputados y senadores el pedido de reparación histórica. Rosso tuvo la amabilidad de tomarlo en sus manos y darle forma”, expresó Arizio.
Sobre el final de la charla con este bisemanario, el rector de la UNLu aclaró que el proyecto termina “haciendo justicia con la Universidad que fue cerrada por la dictadura. Con esto resarcimos una parte, el daño moral y de vidas humanas no lo podemos reponer con plata”.
La reparación histórica representa, entonces, un acto de justicia para una institución que fue clausurada en marzo de 1980 por disposición de la dictadura militar que asolaba al país. En ese momento, la UNLu contaba con 1.626 alumnos, 375 cargos docentes, 126 cargos no docentes y 192 graduados del nivel tecnicatura de diversas carreras. Fue reabierta el 30 de julio de 1984.
Elecciones legislativas
El próximo miércoles se realizarán elecciones en la sede central de la Universidad Nacional de Luján, en los centros regionales de San Miguel, Campana y Chivilcoy y en las distintas delegaciones.
Los comicios, de carácter legislativo, servirán para renovar los miembros de los cuerpos colegiados de gobierno: Asamblea Universitaria, Consejo Superior, Consejos Departamentales y Consejos Asesores de Centros Regionales.
En total se presentarán cinco listas. En los casos de la sede central y del centro regional de San Miguel se votará durante todo el día, desde las 8 hasta las 18. En esos dos lugares 11 serán las mesas habilitadas para la votación.
La Universidad recibirá un resarcimiento económico por los daños sufridos durante el cierre dispuesto por la dictadura militar.
Una vez sancionada la ley, una comisión determinará el monto final y las características de pago.
Con casi un año de diferencia, el Senado ratificó la decisión que en diciembre de 2006 tomó la Cámara de Diputados de la Nación. En esa oportunidad, se aprobó por unanimidad el proyecto de reparación histórica para la Universidad Nacional de Luján (UNLu), como consecuencia del cierre arbitrario que la casa de altos estudios sufrió durante la última dictadura militar.
El miércoles, Senadores le otorgó a ese proyecto la otra media sanción necesaria para que sea convertido en ley. La iniciativa, impulsada por la propia Universidad, llegó al Congreso por intermedio de la actual diputada nacional e intendenta electa de Luján, Graciela Rosso.
El proyecto contempla un resarcimiento económico no mayor a los 50 millones de pesos. De todas maneras, la cifra definitiva que recibirá la UNLu será determinada por una comisión que una vez promulgada la ley tendrá un plazo de 60 días para fijar el monto final de la reparación histórica.
La comisión, que también deberá definir la forma de pago y controlar el empleo que la Universidad haga del dinero, estará conformada por representantes del Congreso de la Nación, del Ministerio de Educación y de la jefatura de gabinete. También integrará ese espacio el rector de la UNLu, Osvaldo Arizio.
Si bien todavía restan esas definiciones, se cree que finalmente la casa de altos estudios percibirá 50 millones de pesos en cinco cuotas anuales. Así, a partir del próximo año llegarán a la UNLu 10 millones de pesos, cifra que se mantendrá año tras año hasta completar el monto total.
Por otra parte, resta saber si el dinero será considerado parte de una partida única o si, en cambio, un porcentaje será incorporado al presupuesto de la Universidad, postura esta última que le permitiría a las autoridades de la Universidad incrementar el plantel docente.
En diálogo con EL CIVISMO, Osvaldo Arizio explicó que “la ley establece un período de 60 días para que la comisión tome una decisión referida a la cifra final y al mecanismo de entrega y de rendición de cuentas”.
“La posición de la Universidad en la comisión va a buscar que el dinero sea una partida común del presupuesto. Por ahora está planteado como una asignación por única vez y especial. De mantenerse esta tesitura, solamente podríamos utilizar el dinero para gastos de tipo extraordinarios, no para los gastos corrientes”, comentó Arizio.
Si finalmente se establece la reparación histórica como una partida especial, la UNLu sólo podrá utilizar el dinero en infraestructura y equipamiento, y no “en la ampliación de la planta docente”.
“Queremos que la totalidad o parte se pueda transformar en un incremento del presupuesto de la Universidad para poder utilizarlo en gastos corrientes, por ejemplo en la ampliación del plantel docente, donde también tenemos limitaciones muy grandes”, agregó el rector de la UNLu.
Sobre las otras prioridades de la casa de altos estudios, Arizio explicó que “una vez ultimados los detalles vamos a establecer un mecanismo para la presentación de proyectos de inversión”. De todas maneras, consideró que “hay una limitación de espacios físicos que se traduce en falta de aulas, oficinas para docentes y para no docentes, como así también existen necesidades de equipamiento”.
En referencia a la aprobación de la iniciativa, Arizio opinó que “cuando la comunidad de la Universidad se encolumna detrás de un proyecto de envergadura es evidente que los éxitos vienen, sobre todo cuando recibe el apoyo del conjunto de la sociedad”.
“El proyecto encontró una sensibilidad especial en Diputados y en Senadores, en especial en la diputada Graciela Rosso, que se transformó en el motor de este proyecto. Nosotros mandamos a todos los diputados y senadores el pedido de reparación histórica. Rosso tuvo la amabilidad de tomarlo en sus manos y darle forma”, expresó Arizio.
Sobre el final de la charla con este bisemanario, el rector de la UNLu aclaró que el proyecto termina “haciendo justicia con la Universidad que fue cerrada por la dictadura. Con esto resarcimos una parte, el daño moral y de vidas humanas no lo podemos reponer con plata”.
La reparación histórica representa, entonces, un acto de justicia para una institución que fue clausurada en marzo de 1980 por disposición de la dictadura militar que asolaba al país. En ese momento, la UNLu contaba con 1.626 alumnos, 375 cargos docentes, 126 cargos no docentes y 192 graduados del nivel tecnicatura de diversas carreras. Fue reabierta el 30 de julio de 1984.
Elecciones legislativas
El próximo miércoles se realizarán elecciones en la sede central de la Universidad Nacional de Luján, en los centros regionales de San Miguel, Campana y Chivilcoy y en las distintas delegaciones.
Los comicios, de carácter legislativo, servirán para renovar los miembros de los cuerpos colegiados de gobierno: Asamblea Universitaria, Consejo Superior, Consejos Departamentales y Consejos Asesores de Centros Regionales.
En total se presentarán cinco listas. En los casos de la sede central y del centro regional de San Miguel se votará durante todo el día, desde las 8 hasta las 18. En esos dos lugares 11 serán las mesas habilitadas para la votación.
En Chivilcoy y Campana, donde existe poca cantidad de alumnos, los comicios se prolongarán durante dos o tres horas (PUNTO CERO-El Civismo).
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