LUJAN, Noviembre 05, (PUNTO CERO-El Civismo) EL CIVISMO dialogó con la intendenta electa del partido de Luján, la doctora Graciela Zulema Rosso. Dijo que sus votos “tuvieron que ver con el hartazgo hacia una forma de hacer política”.
También confesó que “hubo cierta campaña deshonesta por parte del gobierno municipal con respecto a mi persona”. Y planteó: “No creo en los entornos; uno trabaja con las personas que elige”.
-¿Qué fue lo primero que se le cruzó por su mente cuando las cifras comenzaban a vislumbrar un triunfo?
- Muchísima felicidad. La verdad es que creíamos que íbamos a hacer una muy buena elección, pero realmente nos sorprendió la confianza de la gente, la cantidad de votos. Y sentí emoción, porque trabajamos tanto todos los compañeros que era la culminación del esfuerzo. Uno también se acuerda de su familia, me acordé de mis padres. Es algo muy emocionante.
- ¿Fue su padre el que le transmitió la pasión por la política?
- Sí, desde ya. En mi casa, desde muy chiquita, escuchaba hablar de política permanentemente. Todos los temas giraban entorno a la política. Además, era una casa en la que mi mamá intervenía con su opinión con un rol muy importante. Era una pareja en la que toda decisión era 50 y 50. A pesar de que eran grandes cuando nos tuvieron a mi hermana y a mí, era una relación progresista para la época.
- Tengo entendido que no fue una cuna familiar relacionada al justicialismo.
- No. Mi papá era de izquierda y pertenecía al Partido Comunista, como fueron mis inicios. Eso tiene que ver con una forma de pensamiento político, ideológico. Nuestro embajador en Ecuador me acaba de regalar un libro sobre pensamiento nacional de peronismo y puntos de coincidencia con el marxismo, que incluye un planteo sobre cómo surge la tercera posición después de la Segunda Guerra Mundial. Con esto quiero decir que me identifico más con los sectores del peronismo más de izquierda. Tengo mucha admiración por William Cooke. Creo que fue uno de los legisladores más brillantes que tuvo el peronismo.
- Por lo que explica, que la haya elegido mayoritariamente el pueblo de Luján, ¿cree que se contrapone con esa idea de una comunidad conservadora?
- No, porque la gente de Luján no me eligió por mi posición ideológica. Soy consciente, o creo, que la gente me eligió porque tiene confianza en el hecho de que soy una persona de mucho trabajo, que en todas las gestiones que emprendí hice un trabajo serio, que no soy una persona sectaria, sino lo contrario. Creo tener una apertura política, ideológica y comprender a todos los sectores. Me parece que hay una cuestión de poner por encima a las políticas de Estado en relación con los pensamientos personales. Hay principios que todos los sectores políticos deben compartir: la valoración de los Derechos Humanos, la valoración de los derechos democráticos, el derecho de las personas a vivir de manera digna y justa, el concepto y el significado de la justicia social.
Eso es lo que nos movilizó para presentarnos juntos, porque creemos que quien está en nuestro mismo espacio político había abandonado postulados del peronismo que también son básicos para el respeto de los derechos de todos.
No es respetar a los derechos humanos que la gente tenga que vivir en el barro, sin agua, sin cloacas, sin seguridad, sin salud, sin educación. Eso está fuera de lo que tiene que ser una vida digna de las personas.
- ¿Cree que tuvo mucho peso en su elección cierto cansancio o hartazgo hacia la figura de Miguel Prince?
- Tuvo que ver con el hartazgo hacia una forma de hacer política. Se puede encaramar en distintas personas, porque en otros distritos pasó lo mismo y las personas son otras. Hartó a los ciudadanos cierta forma de hacer política. Cuando uno no tiene ciudadanos sino prisioneros políticos, desde el punto de vista que te necesitan a vos para lograr cosas, en realidad lo que hay que hacer es que todos los ciudadanos sean ciudadanos de derecho y que se puedan desarrollar en sociedad. Pero cuando uno empieza a coactar a las instituciones, empieza a pensar que los espacios son de uno porque ganó un gobierno... Uno gana un gobierno para llevar adelante proyectos, políticas, obras que mejoren la vida de las personas. Para eso estamos en política, más allá de posiciones ideológicas de centro, de derecha o de izquierda. De lo contrario, hay que apuntar a una carrera personal. Y hay prácticas que se terminan tornando una costumbre y hacen que se pierda la sensibilidad de notar que está equivocado.
- ¿Por ejemplo?
- Yo no creo que Prince, cuando empezó como dirigente político, tuviera los principios que esboza hoy. Creo que sostenía otros principios, pero en esto tiene mucha relación con quienes se construyen los espacios políticos. Yo no creo en los entornos. Se trabaja con las personas que se eligen. Si no se tiene la capacidad como dirigente para sacar de al lado a las personas que no sirven para el bien común para el que se entró a la política, creo que es uno de los peores errores que puede cometer un político. Me parece que eso también formó parte del hartazgo de la gente. Si mirás el espectro político y los votos que consiguieron los diferentes candidatos, claramente demuestra qué eligió la mayoría.
- ¿Cree que fue una campaña sucia?
- Fue una campaña en la cual la mayoría de los postulantes éramos personas honestas en cuanto a lo que proponíamos. Hubo cierta campaña deshonesta por parte del gobierno municipal con respecto a mi persona. Estoy segura que muchas de las cosas que se hicieron estuvieron orquestadas. Eso demuestra la calidad de persona que somos cada uno. Nosotros no respondimos a las agresiones, algunas de ellas terribles y a las cuales las voy a llevar a la Justicia. Y lo voy a hacer ahora, porque no lo hice antes de las elecciones para no entrar en un juego sucio. Además, no tenía que entrar en ese juego porque los vecinos no se merecían eso. Se puede pensar distinto pero no hay que agraviar al otro.
Sí tenemos que denunciar lo delictivo, pero no agraviar los pensamientos. Todos somos libres de pensar y tenemos derecho a pensar distinto. Lo peor que nos puede pasar es creer que todos tienen que pensar como uno. De ninguna manera pretendo que los demás piensen lo mismo que yo en lo religioso o en principios personales y privados. Hay que respetar la vida de los demás y su derecho a la expresión. Creo que el problema es que no toleran que alguien piense distinto o no tener cuestiones delictivas para achacarte. Entonces buscan en los pensamientos de uno. Eso me parece de una bajeza extrema. Por eso, de lo único que hablamos fue de propuestas.
Y no me voy a detener más en el tema que respondiendo tu pregunta. Iré a la Justicia porque no me voy a dejar calumniar o injuriar, porque se escudaron en presuntas opiniones personales cuando en realidad estaba todo orquestado.
Otra cuestión fue el periodismo amarillo, que no es periodismo sino un burdo empleo al servicio de quienes precisamente no son un modelo de virtud o de moral. Son todo lo contrario y por eso necesitan de esas cosas. Yo no pretendo ser modelo de moral para nadie. Tengo moral, me presenté como candidata, tenemos un equipo de trabajo, tenemos ideas, propuestas y sabemos cómo llevarlas adelante. Simplemente eso.
- Esas injurias de las que habla, ¿tienen que ver con sus creencias, con su posición religiosa y con su postura ante el aborto?
- Tengo un profundo respeto por todas las creencias religiosas. No pretendo que nadie tenga la creencia que yo tengo. Yo soy atea y no tengo ningún problema en decirlo, pero no pretendo que nadie sea ateo ni ando predicando mi ateísmo por las calles. Nunca nadie me ha visto que lo haga demasiado público. Además, tengo un profundo respeto por la Iglesia Católica como lo tengo también por las otras religiones. Tengo respeto por la libertad de culto.
Hay posiciones que tengo en la vida y las sostengo porque lo considero lo más adecuado para preservar los derechos humanos y están relacionados con la condena a la muerte de determinados sectores de la sociedad porque otros sectores, en mejores condiciones socio-económicas, pueden hacer cosas que no trascienden porque lo hacen en privado. Creo que eso es una profunda injusticia social, profundísima, y eso hace que me cueste entender algunas posturas religiosas. Pero es el Estado el que tiene que dar las posibilidades a los ciudadanos para que se desarrollen.
Esto no debería ofender a nadie. No es mi rol y tampoco me presenté para eso como candidata. Tuve una conversación con el arzobispo Di Monte, que me llamó para felicitarme. Hablamos claramente y quedamos en seguir conversando. Le presenté el agradecimiento por llamarme y él se mostró contento por escuchar los principios de lo que será nuestro gobierno. Jamás ataqué a la Iglesia y a su gente, por eso pretendo que no me ataquen a mí. Creo que recibí ataques gratuitos y también de laicos que son inmorales o hipócritas, porque critican cosas sin mirarse hacia adentro. Yo no soy ni inmoral ni hipócrita. Pero le dije a Di Monte que hablaré con todos los sectores, políticos, religiosos, empresariales, sindicales, de organizaciones sociales, y entre todos llevaremos adelante políticas de Estado.
- Pensó cuál será su primera medida de gobierno?
- Sí, entrar al municipio, sentarme y revisar toda la administración comunal, toda la parte económica. Es lo mismo que hice cuando tomé las riendas de cualquier gestión. Lo hice en el Pami, en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, cuando fui funcionaria municipal en el área de Salud y también en los cuatro años que fui viceministra de Salud de la Nación. Cada vez que ingresé a un lugar, lo primero que hice fue revisar la administración y la economía. Esto es como una casa. Si uno construye pero no hace buenos cimientos, cualquier política está mal hecha.
En la administración no hay que revisar a los empleados. Hay que revisar a la estructura y ver si está puesta al servicio de las políticas que se van a desarrollar.
Hay que desburocratizarla, modernizarla y revisar la utilidad de cada uno de los espacios.
- Tendrá que revisar los números de la Municipalidad y su deuda millonaria.
- En el tema económico existe un presupuesto, gastos y entradas y una distribución de partidas. Hay que mirar esos datos, analizar la deuda y buscar el superávit primario. Para eso tenemos que mejorar los ingresos, controlar los gastos y fijar prioridades.
Nosotros pagaremos la deuda real, documentada. Eso se descarta. Conversaremos con los proveedores y veremos las posibilidades de pago y el crecimiento. Para nosotros los gastos son inversión para políticas de desarrollo. Pero ya se sabe que planteamos la necesidad de infraestructura en los barrios, de viviendas, de salud, seguridad, educación, medio ambiente y desarrollo productivo.
Tendremos que replantearnos los ingresos porque hoy se recauda por tasas y se espera la coparticipación.
- Sabrá que si en un mes no llega la coparticipación, se complica el pago de sueldos municipales.
- Exactamente. No se puede tener a un municipio sin ingresos genuinos, como en Luján una zona turística sin licitación para que la inversión privada pueda trabajar en la explotación. Uno tiene que plantear la necesidad de licitaciones y de búsqueda de inversores.
No creo que sea casualidad que en estos pocos días que llevo de intendenta electa hayan aparecido distintas opciones para charlar conmigo sobre inversiones y proyectos. El gobierno municipal tiene que ser responsable, creíble y así generar esas posibilidades.
Mejoraremos los ingresos si cada vez más industrias se asientan en Luján y podamos tener un parque industrial para el desarrollo. O tener un parque de incubadoras de empresas con la Universidad de Luján, sumando inversores para lo tecnológico. Hay gente dispuesta para esos proyectos. Eso genera empleo y mueve la rueda de la economía. Como parte de ese movimiento, se genera desarrollo social e inclusión para todos.
- Ya tiene definido a sus colaboradores para las diferentes áreas de gobierno.
- Sí, aunque seguimos analizado. Hay áreas prácticamente definidas, pero lo seguiremos conversando con María Inés (Fernández), con quien tengo un acuerdo político. Hay distintos profesionales que colaborarán en la gestión. Con ellos ya se habló, incluso antes de presentarme como candidata. Uno tiene que ser responsable y cuando se presenta tiene que contar con un equipo de gente, de profesionales que lo puedan acompañar en el gobierno. Las definiciones estarán en estos días, pero lo más claro ya lo tenemos en el área de Salud, Educación, Producción.
Hay mucha gente que me está llamando, no para ocupar cargos sino para trabajar con nosotros las distintas ideas ya planteadas y hacer aportes. Soy una persona que siempre tomó decisiones en la primera semana de gobierno. Analizo y tomo decisiones. Pero los vecinos pueden tener en claro que gobernaré para todos los lujanenses y con todos los lujanenses. (PUNTO CERO-El Civismo).
También confesó que “hubo cierta campaña deshonesta por parte del gobierno municipal con respecto a mi persona”. Y planteó: “No creo en los entornos; uno trabaja con las personas que elige”.
-¿Qué fue lo primero que se le cruzó por su mente cuando las cifras comenzaban a vislumbrar un triunfo?
- Muchísima felicidad. La verdad es que creíamos que íbamos a hacer una muy buena elección, pero realmente nos sorprendió la confianza de la gente, la cantidad de votos. Y sentí emoción, porque trabajamos tanto todos los compañeros que era la culminación del esfuerzo. Uno también se acuerda de su familia, me acordé de mis padres. Es algo muy emocionante.
- ¿Fue su padre el que le transmitió la pasión por la política?
- Sí, desde ya. En mi casa, desde muy chiquita, escuchaba hablar de política permanentemente. Todos los temas giraban entorno a la política. Además, era una casa en la que mi mamá intervenía con su opinión con un rol muy importante. Era una pareja en la que toda decisión era 50 y 50. A pesar de que eran grandes cuando nos tuvieron a mi hermana y a mí, era una relación progresista para la época.
- Tengo entendido que no fue una cuna familiar relacionada al justicialismo.
- No. Mi papá era de izquierda y pertenecía al Partido Comunista, como fueron mis inicios. Eso tiene que ver con una forma de pensamiento político, ideológico. Nuestro embajador en Ecuador me acaba de regalar un libro sobre pensamiento nacional de peronismo y puntos de coincidencia con el marxismo, que incluye un planteo sobre cómo surge la tercera posición después de la Segunda Guerra Mundial. Con esto quiero decir que me identifico más con los sectores del peronismo más de izquierda. Tengo mucha admiración por William Cooke. Creo que fue uno de los legisladores más brillantes que tuvo el peronismo.
- Por lo que explica, que la haya elegido mayoritariamente el pueblo de Luján, ¿cree que se contrapone con esa idea de una comunidad conservadora?
- No, porque la gente de Luján no me eligió por mi posición ideológica. Soy consciente, o creo, que la gente me eligió porque tiene confianza en el hecho de que soy una persona de mucho trabajo, que en todas las gestiones que emprendí hice un trabajo serio, que no soy una persona sectaria, sino lo contrario. Creo tener una apertura política, ideológica y comprender a todos los sectores. Me parece que hay una cuestión de poner por encima a las políticas de Estado en relación con los pensamientos personales. Hay principios que todos los sectores políticos deben compartir: la valoración de los Derechos Humanos, la valoración de los derechos democráticos, el derecho de las personas a vivir de manera digna y justa, el concepto y el significado de la justicia social.
Eso es lo que nos movilizó para presentarnos juntos, porque creemos que quien está en nuestro mismo espacio político había abandonado postulados del peronismo que también son básicos para el respeto de los derechos de todos.
No es respetar a los derechos humanos que la gente tenga que vivir en el barro, sin agua, sin cloacas, sin seguridad, sin salud, sin educación. Eso está fuera de lo que tiene que ser una vida digna de las personas.
- ¿Cree que tuvo mucho peso en su elección cierto cansancio o hartazgo hacia la figura de Miguel Prince?
- Tuvo que ver con el hartazgo hacia una forma de hacer política. Se puede encaramar en distintas personas, porque en otros distritos pasó lo mismo y las personas son otras. Hartó a los ciudadanos cierta forma de hacer política. Cuando uno no tiene ciudadanos sino prisioneros políticos, desde el punto de vista que te necesitan a vos para lograr cosas, en realidad lo que hay que hacer es que todos los ciudadanos sean ciudadanos de derecho y que se puedan desarrollar en sociedad. Pero cuando uno empieza a coactar a las instituciones, empieza a pensar que los espacios son de uno porque ganó un gobierno... Uno gana un gobierno para llevar adelante proyectos, políticas, obras que mejoren la vida de las personas. Para eso estamos en política, más allá de posiciones ideológicas de centro, de derecha o de izquierda. De lo contrario, hay que apuntar a una carrera personal. Y hay prácticas que se terminan tornando una costumbre y hacen que se pierda la sensibilidad de notar que está equivocado.
- ¿Por ejemplo?
- Yo no creo que Prince, cuando empezó como dirigente político, tuviera los principios que esboza hoy. Creo que sostenía otros principios, pero en esto tiene mucha relación con quienes se construyen los espacios políticos. Yo no creo en los entornos. Se trabaja con las personas que se eligen. Si no se tiene la capacidad como dirigente para sacar de al lado a las personas que no sirven para el bien común para el que se entró a la política, creo que es uno de los peores errores que puede cometer un político. Me parece que eso también formó parte del hartazgo de la gente. Si mirás el espectro político y los votos que consiguieron los diferentes candidatos, claramente demuestra qué eligió la mayoría.
- ¿Cree que fue una campaña sucia?
- Fue una campaña en la cual la mayoría de los postulantes éramos personas honestas en cuanto a lo que proponíamos. Hubo cierta campaña deshonesta por parte del gobierno municipal con respecto a mi persona. Estoy segura que muchas de las cosas que se hicieron estuvieron orquestadas. Eso demuestra la calidad de persona que somos cada uno. Nosotros no respondimos a las agresiones, algunas de ellas terribles y a las cuales las voy a llevar a la Justicia. Y lo voy a hacer ahora, porque no lo hice antes de las elecciones para no entrar en un juego sucio. Además, no tenía que entrar en ese juego porque los vecinos no se merecían eso. Se puede pensar distinto pero no hay que agraviar al otro.
Sí tenemos que denunciar lo delictivo, pero no agraviar los pensamientos. Todos somos libres de pensar y tenemos derecho a pensar distinto. Lo peor que nos puede pasar es creer que todos tienen que pensar como uno. De ninguna manera pretendo que los demás piensen lo mismo que yo en lo religioso o en principios personales y privados. Hay que respetar la vida de los demás y su derecho a la expresión. Creo que el problema es que no toleran que alguien piense distinto o no tener cuestiones delictivas para achacarte. Entonces buscan en los pensamientos de uno. Eso me parece de una bajeza extrema. Por eso, de lo único que hablamos fue de propuestas.
Y no me voy a detener más en el tema que respondiendo tu pregunta. Iré a la Justicia porque no me voy a dejar calumniar o injuriar, porque se escudaron en presuntas opiniones personales cuando en realidad estaba todo orquestado.
Otra cuestión fue el periodismo amarillo, que no es periodismo sino un burdo empleo al servicio de quienes precisamente no son un modelo de virtud o de moral. Son todo lo contrario y por eso necesitan de esas cosas. Yo no pretendo ser modelo de moral para nadie. Tengo moral, me presenté como candidata, tenemos un equipo de trabajo, tenemos ideas, propuestas y sabemos cómo llevarlas adelante. Simplemente eso.
- Esas injurias de las que habla, ¿tienen que ver con sus creencias, con su posición religiosa y con su postura ante el aborto?
- Tengo un profundo respeto por todas las creencias religiosas. No pretendo que nadie tenga la creencia que yo tengo. Yo soy atea y no tengo ningún problema en decirlo, pero no pretendo que nadie sea ateo ni ando predicando mi ateísmo por las calles. Nunca nadie me ha visto que lo haga demasiado público. Además, tengo un profundo respeto por la Iglesia Católica como lo tengo también por las otras religiones. Tengo respeto por la libertad de culto.
Hay posiciones que tengo en la vida y las sostengo porque lo considero lo más adecuado para preservar los derechos humanos y están relacionados con la condena a la muerte de determinados sectores de la sociedad porque otros sectores, en mejores condiciones socio-económicas, pueden hacer cosas que no trascienden porque lo hacen en privado. Creo que eso es una profunda injusticia social, profundísima, y eso hace que me cueste entender algunas posturas religiosas. Pero es el Estado el que tiene que dar las posibilidades a los ciudadanos para que se desarrollen.
Esto no debería ofender a nadie. No es mi rol y tampoco me presenté para eso como candidata. Tuve una conversación con el arzobispo Di Monte, que me llamó para felicitarme. Hablamos claramente y quedamos en seguir conversando. Le presenté el agradecimiento por llamarme y él se mostró contento por escuchar los principios de lo que será nuestro gobierno. Jamás ataqué a la Iglesia y a su gente, por eso pretendo que no me ataquen a mí. Creo que recibí ataques gratuitos y también de laicos que son inmorales o hipócritas, porque critican cosas sin mirarse hacia adentro. Yo no soy ni inmoral ni hipócrita. Pero le dije a Di Monte que hablaré con todos los sectores, políticos, religiosos, empresariales, sindicales, de organizaciones sociales, y entre todos llevaremos adelante políticas de Estado.
- Pensó cuál será su primera medida de gobierno?
- Sí, entrar al municipio, sentarme y revisar toda la administración comunal, toda la parte económica. Es lo mismo que hice cuando tomé las riendas de cualquier gestión. Lo hice en el Pami, en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, cuando fui funcionaria municipal en el área de Salud y también en los cuatro años que fui viceministra de Salud de la Nación. Cada vez que ingresé a un lugar, lo primero que hice fue revisar la administración y la economía. Esto es como una casa. Si uno construye pero no hace buenos cimientos, cualquier política está mal hecha.
En la administración no hay que revisar a los empleados. Hay que revisar a la estructura y ver si está puesta al servicio de las políticas que se van a desarrollar.
Hay que desburocratizarla, modernizarla y revisar la utilidad de cada uno de los espacios.
- Tendrá que revisar los números de la Municipalidad y su deuda millonaria.
- En el tema económico existe un presupuesto, gastos y entradas y una distribución de partidas. Hay que mirar esos datos, analizar la deuda y buscar el superávit primario. Para eso tenemos que mejorar los ingresos, controlar los gastos y fijar prioridades.
Nosotros pagaremos la deuda real, documentada. Eso se descarta. Conversaremos con los proveedores y veremos las posibilidades de pago y el crecimiento. Para nosotros los gastos son inversión para políticas de desarrollo. Pero ya se sabe que planteamos la necesidad de infraestructura en los barrios, de viviendas, de salud, seguridad, educación, medio ambiente y desarrollo productivo.
Tendremos que replantearnos los ingresos porque hoy se recauda por tasas y se espera la coparticipación.
- Sabrá que si en un mes no llega la coparticipación, se complica el pago de sueldos municipales.
- Exactamente. No se puede tener a un municipio sin ingresos genuinos, como en Luján una zona turística sin licitación para que la inversión privada pueda trabajar en la explotación. Uno tiene que plantear la necesidad de licitaciones y de búsqueda de inversores.
No creo que sea casualidad que en estos pocos días que llevo de intendenta electa hayan aparecido distintas opciones para charlar conmigo sobre inversiones y proyectos. El gobierno municipal tiene que ser responsable, creíble y así generar esas posibilidades.
Mejoraremos los ingresos si cada vez más industrias se asientan en Luján y podamos tener un parque industrial para el desarrollo. O tener un parque de incubadoras de empresas con la Universidad de Luján, sumando inversores para lo tecnológico. Hay gente dispuesta para esos proyectos. Eso genera empleo y mueve la rueda de la economía. Como parte de ese movimiento, se genera desarrollo social e inclusión para todos.
- Ya tiene definido a sus colaboradores para las diferentes áreas de gobierno.
- Sí, aunque seguimos analizado. Hay áreas prácticamente definidas, pero lo seguiremos conversando con María Inés (Fernández), con quien tengo un acuerdo político. Hay distintos profesionales que colaborarán en la gestión. Con ellos ya se habló, incluso antes de presentarme como candidata. Uno tiene que ser responsable y cuando se presenta tiene que contar con un equipo de gente, de profesionales que lo puedan acompañar en el gobierno. Las definiciones estarán en estos días, pero lo más claro ya lo tenemos en el área de Salud, Educación, Producción.
Hay mucha gente que me está llamando, no para ocupar cargos sino para trabajar con nosotros las distintas ideas ya planteadas y hacer aportes. Soy una persona que siempre tomó decisiones en la primera semana de gobierno. Analizo y tomo decisiones. Pero los vecinos pueden tener en claro que gobernaré para todos los lujanenses y con todos los lujanenses. (PUNTO CERO-El Civismo).
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