LUJAN, Febrero 09, (PUNTO CERO-El Civismo) El ex director de Servicios Sanitarios y secretario del Sindicato de Empleados Municipales le pegó un cabezazo al director de Infraestructura Urbana, Julio García.
Como sigue siendo agente municipal, se le abrió un sumario interno y también se radicó una denuncia penal.
La intendenta Rosso dijo que, por conocer a Peñalba, “no le sorprende lo sucedido”. Adelantó que pedirá su desafuero gremial.
El ascenso en cargos o responsabilidades pueden no modificar la conducta de ciertas personas. Por ejemplo, podemos citar el caso de Enrique Samuel Peñalba, quien ingresó al municipio como trabajador de planta y bajo el amparo de Miguel Ángel Prince terminó siendo el director de Servicios Sanitarios y el titular del Sindicato de Empleados Municipales, cargo que aún conserva. A la luz de los hechos, su ascenso en la carrera municipal no cambió su modo de expresar discrepancias: el miércoles a la mañana, sin mediar palabra, Peñalba -hoy, agente municipal- le pegó un cabezazo al director de Infraestructura Urbana, Julio García, y según información que consta en la denuncia policial lo amenazó, asegurándole que le volvería a pegar cada vez que se lo cruce. El hecho ocurrió sobre uno de los laterales de la entrada a la casa municipal.
La reacción de Peñalba habría respondido a un malentendido por la ausencia de dos trabajadores en sus puestos de trabajo, a raíz de su concurrencia a una reunión sindical. De hecho, García se acercaba a Peñalba para pedirle disculpas porque no sabía que esa gente estaba en el gremio y para solicitarle que la próxima vez, si alguien faltaba por esa causa, esa información se la brinden directamente a él.
Peñalba, lejos de la posibilidad de dialogar, optó por golpearlo.
García no respondió a la agresión. Comunicó lo ocurrido a la Secretaría de la Intendencia y minutos después recibía la orden de radicar una denuncia penal, que fue respaldada por las secretarías de Gobierno y Legal Técnica. Además, la jefa comunal Graciela Rosso decidió que se le abriera un sumario interno para evaluar la sanción correspondiente. Golpear a un funcionario se enmarca en una falta grave, razón por la cual a Peñalba podría caberle el despido con causa.
No es la primera vez que Peñalba apela a la violencia como modo de expresión. Su intervención más recordada data del 12 de octubre de 2006, cuando el Concejo Deliberante trataba la destitución de Rubén Leopardi como presidente del cuerpo. Peñalba y allegados al Sindicato que respondía ciegamente al Departamento Ejecutivo, coparon el recinto y durante toda la sesión insultaron y amenazaron con pelear a los ediles y sus colaboradores. Fue ese día cuando se golpeó a “Pichi” Rodríguez, ex secretario del bloque de la UCR, y se radicó una denuncia que también mencionaba a Peñalba como el autor de la agresión.
En ese entonces, Peñalba era director de Servicios Sanitarios. El Concejo podría haber votado una sanción, pero el bloque presidido por Humberto Guibaud (hoy secretario de Gobierno) optó por el perdón.
“NO ME SORPRENDE”
"El agresor es la persona que, ni más ni menos, tiene la función de secretario del gremio de empleados municipales. Inmediatamente después de tomar conocimiento de esto, porque me lo comunica mi secretaria, y después de hablar con el propio Julio García por teléfono, le pedí que vengan a mi despacho los secretarios de Gobierno y de Legal y Técnica para que instrumentemos, en primer lugar, un sumario y, en segundo lugar, una denuncia policial por esta agresión, con el pedido de una sanción jurídica por lo que hizo”, detalló a este medio la intendenta Graciela Rosso.
“Por otro lado -agregó-, debo expresar el terrible malestar que esto me provoca porque nosotros somos gente de trabajo, gente que está demostrando que se pueden implementar políticas que sirven para la ciudad. Y que además logramos el consenso de la población, algo que veo a diario, cuando salgo del municipio o cuando en mi vida particular voy de un lado a otro. La gente me pide que sigamos trabajando, que está conforme”.
Según la intendenta “en ese marco que describo, no entiendo porqué hay personas que utilizan la violencia como modo de comunicación, cuando nosotros hablamos con todos, conversamos con todos. Podemos tener diferencias de criterio pero tratamos de buscar una solución, un acuerdo, para poder llevar adelante nuestras actividades”.
No obstante la explicación, Rosso admitió que “no me sorprende de la persona de quien viene la agresión porque tiene antecedentes de situaciones violentas. Es lamentable que sea el representante de los trabajadores municipales. A mí esto me preocupa, porque creo que los trabajadores municipales se merecen otra cosa”.
“Los trabajadores municipales pusieron mucho esfuerzo durante muchos años para poder seguir adelante. Y nosotros queremos respetar absolutamente todas las leyes laborales y los derechos de los trabajadores.
Como sigue siendo agente municipal, se le abrió un sumario interno y también se radicó una denuncia penal.
La intendenta Rosso dijo que, por conocer a Peñalba, “no le sorprende lo sucedido”. Adelantó que pedirá su desafuero gremial.
El ascenso en cargos o responsabilidades pueden no modificar la conducta de ciertas personas. Por ejemplo, podemos citar el caso de Enrique Samuel Peñalba, quien ingresó al municipio como trabajador de planta y bajo el amparo de Miguel Ángel Prince terminó siendo el director de Servicios Sanitarios y el titular del Sindicato de Empleados Municipales, cargo que aún conserva. A la luz de los hechos, su ascenso en la carrera municipal no cambió su modo de expresar discrepancias: el miércoles a la mañana, sin mediar palabra, Peñalba -hoy, agente municipal- le pegó un cabezazo al director de Infraestructura Urbana, Julio García, y según información que consta en la denuncia policial lo amenazó, asegurándole que le volvería a pegar cada vez que se lo cruce. El hecho ocurrió sobre uno de los laterales de la entrada a la casa municipal.
La reacción de Peñalba habría respondido a un malentendido por la ausencia de dos trabajadores en sus puestos de trabajo, a raíz de su concurrencia a una reunión sindical. De hecho, García se acercaba a Peñalba para pedirle disculpas porque no sabía que esa gente estaba en el gremio y para solicitarle que la próxima vez, si alguien faltaba por esa causa, esa información se la brinden directamente a él.
Peñalba, lejos de la posibilidad de dialogar, optó por golpearlo.
García no respondió a la agresión. Comunicó lo ocurrido a la Secretaría de la Intendencia y minutos después recibía la orden de radicar una denuncia penal, que fue respaldada por las secretarías de Gobierno y Legal Técnica. Además, la jefa comunal Graciela Rosso decidió que se le abriera un sumario interno para evaluar la sanción correspondiente. Golpear a un funcionario se enmarca en una falta grave, razón por la cual a Peñalba podría caberle el despido con causa.
No es la primera vez que Peñalba apela a la violencia como modo de expresión. Su intervención más recordada data del 12 de octubre de 2006, cuando el Concejo Deliberante trataba la destitución de Rubén Leopardi como presidente del cuerpo. Peñalba y allegados al Sindicato que respondía ciegamente al Departamento Ejecutivo, coparon el recinto y durante toda la sesión insultaron y amenazaron con pelear a los ediles y sus colaboradores. Fue ese día cuando se golpeó a “Pichi” Rodríguez, ex secretario del bloque de la UCR, y se radicó una denuncia que también mencionaba a Peñalba como el autor de la agresión.
En ese entonces, Peñalba era director de Servicios Sanitarios. El Concejo podría haber votado una sanción, pero el bloque presidido por Humberto Guibaud (hoy secretario de Gobierno) optó por el perdón.
“NO ME SORPRENDE”
"El agresor es la persona que, ni más ni menos, tiene la función de secretario del gremio de empleados municipales. Inmediatamente después de tomar conocimiento de esto, porque me lo comunica mi secretaria, y después de hablar con el propio Julio García por teléfono, le pedí que vengan a mi despacho los secretarios de Gobierno y de Legal y Técnica para que instrumentemos, en primer lugar, un sumario y, en segundo lugar, una denuncia policial por esta agresión, con el pedido de una sanción jurídica por lo que hizo”, detalló a este medio la intendenta Graciela Rosso.
“Por otro lado -agregó-, debo expresar el terrible malestar que esto me provoca porque nosotros somos gente de trabajo, gente que está demostrando que se pueden implementar políticas que sirven para la ciudad. Y que además logramos el consenso de la población, algo que veo a diario, cuando salgo del municipio o cuando en mi vida particular voy de un lado a otro. La gente me pide que sigamos trabajando, que está conforme”.
Según la intendenta “en ese marco que describo, no entiendo porqué hay personas que utilizan la violencia como modo de comunicación, cuando nosotros hablamos con todos, conversamos con todos. Podemos tener diferencias de criterio pero tratamos de buscar una solución, un acuerdo, para poder llevar adelante nuestras actividades”.
No obstante la explicación, Rosso admitió que “no me sorprende de la persona de quien viene la agresión porque tiene antecedentes de situaciones violentas. Es lamentable que sea el representante de los trabajadores municipales. A mí esto me preocupa, porque creo que los trabajadores municipales se merecen otra cosa”.
“Los trabajadores municipales pusieron mucho esfuerzo durante muchos años para poder seguir adelante. Y nosotros queremos respetar absolutamente todas las leyes laborales y los derechos de los trabajadores.
Lo que yo no voy a respetar es a quienes utilizan la violencia como forma de comunicación social”, dijo Rosso.
A partir de lo sucedido, confirmó que le inició un sumario interno a Peñalba y también una denuncia penal. “Quiero el desafuero sindical de este señor”, afirmó. (PUNTO CERO-El Civismo).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario