PERGAMINO, Octubre 20, (PUNTO CERO-La Opinión) El constante incremento de la inflación desde el mes de marzo y la suba de los combustibles ocasionaron que el precio del traslado privado de personas sufriera aumentos. Consecuentemente, la ciudadanía se retrajo en el consumo de este servicio. De no dispararse los costos, los titulares de agencias aseguraron que no se modificará la tarifa hasta fin de año.
Los encargados y propietarios de las remiserías con ámbito de acción en la ciudad manifestaron que ha disminuido, alrededor del 25%, la utilización que los ciudadanos hacen del servicio de traslado que ellos ofrecen. En este sentido cabe destacar que los progresivos aumentos de los insumos que los autos necesitan, principalmente combustibles, fue el factor principal que desencadenó subas en las tarifas mínimas de los viajes.
A partir de marzo, momento en que se iniciara el conflicto entre el sector agropecuario y la dirigencia nacional, se empezaron a advertir acrecentamientos en los índices inflacionarios de cuantiosos productos y servicios que utilizan los vehículos. Entre ellos se produjeron reiteradas y relevantes subas en repuestos, combustibles (nafta, gas-oil y GNC), mano de obra de los talleres mecánicos y los seguros de los coches. Por este motivo los remiseros se vieron obligados a aumentar los importes de los viajes que se rigen de acuerdo con la distancia recorrida.
Si bien la merma se sintió en la mayoría de las remiserías, la ubicación de los locales base influye en esta cuestión. Precisamente las que se ubican en los barrios son aquellas que se vieron más afectadas ya que los vecinos de los distintos sectores de Pergamino deciden agruparse o hacer uso de otro tipo de transportes para movilizarse. En cambio, la zona céntrica de la ciudad es estratégica ya que el flujo de personas es constante, razón por la cual las remiserías allí situadas gozan de una ventaja a la hora de captar pasajeros.
La suba provocada a lo largo de este año en las tarifas mínimas hizo que las personas que cotidianamente hacían uso del servicio optaran por ahorrar efectuando sus traslados a través de otros medios de transporte más económicos. “Notamos una baja importante en la cantidad de viajes que hacen los coches. Las únicas personas que se toman un remis son aquellas que deben cumplir horarios en sus respectivos trabajos pero los demás lo piensan dos veces”, señaló el propietario de una remisería.
Tarifas mínimas
Actualmente la tarifa mínima de la mayoría de los servicios que se ofrecen en la ciudad es de entre 4,50 y 5 pesos y contempla una distancia promedio de veinte cuadras. El importe se eleva cada 7 cuadras, incrementándose el precio cincuenta centavos. Si se necesita realizar un viaje fuera de la ciudad, cada kilómetro en la ruta cuesta aproximadamente 1,50 pesos.
Los encargados interrogados por el Diario expresaron que los últimos aumentos que sufrieron los combustibles fueron absorbidos por ellos mismos ya que buscan garantizar un óptimo servicio adecuándose al bolsillo de los clientes. “En la época difícil que estamos atravesando no podemos jugar con la plata de la gente porque sabemos que la mayoría de nuestros clientes no está en condiciones de pagar sobreprecios”, declaró el encargado de una agencia.
Según la opinión de los remiseros, las tarifas mínimas no aumentarán hasta fin de año, salvo que se dé un significativo incremento en alguno de los insumos. Si esto ocurriera será inevitable el acrecentamiento de los importes de los traslados ya que los trabajadores del rubro estarían desempeñando su labor registrando pérdidas en sus haberes.
El paulatino reacomodamiento de precios que operó en los últimos meses obligó a adecuar las tarifas. La mayoría de las agencias llevó a cabo el proceso de actualización de costos en los últimos siete meses. Algunas resistieron el retraso tarifario pero el constante aumento del GNC y otras variables obligó a los responsables de las remiserías a aumentar los precios. Es válido manifestar que las agencias están tratando de cubrir los costos en un escenario económico que se presenta cada vez más complicado e inestable.
Los encargados y propietarios de las remiserías con ámbito de acción en la ciudad manifestaron que ha disminuido, alrededor del 25%, la utilización que los ciudadanos hacen del servicio de traslado que ellos ofrecen. En este sentido cabe destacar que los progresivos aumentos de los insumos que los autos necesitan, principalmente combustibles, fue el factor principal que desencadenó subas en las tarifas mínimas de los viajes.
A partir de marzo, momento en que se iniciara el conflicto entre el sector agropecuario y la dirigencia nacional, se empezaron a advertir acrecentamientos en los índices inflacionarios de cuantiosos productos y servicios que utilizan los vehículos. Entre ellos se produjeron reiteradas y relevantes subas en repuestos, combustibles (nafta, gas-oil y GNC), mano de obra de los talleres mecánicos y los seguros de los coches. Por este motivo los remiseros se vieron obligados a aumentar los importes de los viajes que se rigen de acuerdo con la distancia recorrida.
Si bien la merma se sintió en la mayoría de las remiserías, la ubicación de los locales base influye en esta cuestión. Precisamente las que se ubican en los barrios son aquellas que se vieron más afectadas ya que los vecinos de los distintos sectores de Pergamino deciden agruparse o hacer uso de otro tipo de transportes para movilizarse. En cambio, la zona céntrica de la ciudad es estratégica ya que el flujo de personas es constante, razón por la cual las remiserías allí situadas gozan de una ventaja a la hora de captar pasajeros.
La suba provocada a lo largo de este año en las tarifas mínimas hizo que las personas que cotidianamente hacían uso del servicio optaran por ahorrar efectuando sus traslados a través de otros medios de transporte más económicos. “Notamos una baja importante en la cantidad de viajes que hacen los coches. Las únicas personas que se toman un remis son aquellas que deben cumplir horarios en sus respectivos trabajos pero los demás lo piensan dos veces”, señaló el propietario de una remisería.
Tarifas mínimas
Actualmente la tarifa mínima de la mayoría de los servicios que se ofrecen en la ciudad es de entre 4,50 y 5 pesos y contempla una distancia promedio de veinte cuadras. El importe se eleva cada 7 cuadras, incrementándose el precio cincuenta centavos. Si se necesita realizar un viaje fuera de la ciudad, cada kilómetro en la ruta cuesta aproximadamente 1,50 pesos.
Los encargados interrogados por el Diario expresaron que los últimos aumentos que sufrieron los combustibles fueron absorbidos por ellos mismos ya que buscan garantizar un óptimo servicio adecuándose al bolsillo de los clientes. “En la época difícil que estamos atravesando no podemos jugar con la plata de la gente porque sabemos que la mayoría de nuestros clientes no está en condiciones de pagar sobreprecios”, declaró el encargado de una agencia.
Según la opinión de los remiseros, las tarifas mínimas no aumentarán hasta fin de año, salvo que se dé un significativo incremento en alguno de los insumos. Si esto ocurriera será inevitable el acrecentamiento de los importes de los traslados ya que los trabajadores del rubro estarían desempeñando su labor registrando pérdidas en sus haberes.
El paulatino reacomodamiento de precios que operó en los últimos meses obligó a adecuar las tarifas. La mayoría de las agencias llevó a cabo el proceso de actualización de costos en los últimos siete meses. Algunas resistieron el retraso tarifario pero el constante aumento del GNC y otras variables obligó a los responsables de las remiserías a aumentar los precios. Es válido manifestar que las agencias están tratando de cubrir los costos en un escenario económico que se presenta cada vez más complicado e inestable.
Por este motivo, si bien el precio de la tarifas momentáneamente se establecerá en los valores actuales, los permanentes cambios que se dan en el presente hace que los importes sean cada vez más variables. (PUNTO CERO-La Opinión).
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