Juntos, llamaron a una reunión de consejeros del PJ para frenar las ambiciones del camionero de alzarse con todo el poder del partido. Moyano busca imponer al canillita Omar Plaini como apoderado del justicialismo y así contar con “la lapicera” para imponer sus nombres en las listas de candidatos.
Alertados ante la posibilidad que Hugo Moyano acumule todo el poder del Partido Justicialista bonaerense, el ex intendente de Avellaneda y ministro de Desarrollo Social, Baldomero "Cacho" Alvarez, y el titular del Senado bonaerense Federico Scarabino llamaron a una reunión de consejeros del PJ para frenar las ambiciones del camionero.
La reunión, en la que también participó el intendente de Hurlingham, Luis Acuña, tuvo como objetivo juntar los votos necesarios en el consejo del partido para evitar que Moyano pueda designar los apoderados.
Es que desde que asumió el líder de la Confederación General del Trabajo (CGT) en el PJ, se habla por lo bajo de la idea de reemplazar a los apoderados para contar, de ese modo, con “la lapicera” del PJ e imponer, luego, los nombres del movimiento obrero en las nóminas de candidatos.
Según pudo saber LPO el mecanismo para reemplazar al apoderado actual, el histórico Ulises “Coco” Jiménez, sería a través de una resolución del congreso provincial a pedido del consejo partidario.
En la estrategia del camionero, el designado para ese lugar sería el secretario general del gremio de canillitas y diputado nacional del Frente para la Victoria, Omar Plaini.
Desde que Moyano se alzó con la presidencia del partido, en reemplazo de Alberto Balestrini, crece el malestar en los peronistas que no responden al sindicalismo.
Desde ese sector ven un avance del movimiento obrero por sobre el partido. Una etapa que les recuerda a los años del sindicalista de la UOM, Augusto Vandor. “Buscan que los sindicatos controlen el peronismo para instalar un partido obrero, pero eso no es peronismo”, dijo a LPO un histórico del peronismo bonaerense.
Tanto “Cacho” Alvarez como Scarabino miran de lejos a Néstor Kirchner. El ex intendente de Avellaneda llegó al gobierno provincial tras una puja entre Scioli y Kirchner. El ex presidente impulsaba el ingreso del titular de la FAM, Julio Pereyra. Sin embargo, el Gobernador logró imponer su candidato y nombró a Alvarez en reemplazo del saliente Daniel Arroyo.
En tanto, Scarabino nunca se mostró alineado con Kirchner sino con Scioli. Muchos lo consideran como el cerebro legislativo del oficialismo bonaerense y quien le redacta las leyes más importantes al Ejecutivo.
Es más, después del 28 de junio fue el primero en fogonear el lema “Scioli 2011” y en ese sentido propuso una reforma política que desdoblara las elecciones de la provincia de las nacionales. Pero Kirchner, rápido de reflejos, obligó a Balestrini a que modificara la reforma y que los comicios se mantuvieran unificados.
(Fuente: La Política OnLine).
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