El intendente de Mercedes fue uno de los más allegados a Kirchner. En una entrevista, relató sus primeros contactos y anécdotas de la intimidad del líder. Y expresó confianza en el futuro: “Cristina va a tener entereza”.
Carlos Selva tenía una relación cercana con el recientemente fallecido Néstor Kirchner. Según relató el propio intendente, se conocieron a principios del 2001. Fue por intermedio de la entonces consejera escolar del radicalismo de Mercedes, Delia Ferrero, “una gran amiga”, según la describió. Lo cierto es que un familiar de ella trabajaba con gente cercana al entonces gobernador patagónico. “En ese momento yo respaldaba a Kirchner porque fue lo más leal a Duhalde, en la época que se presenta como candidato a presidente de la Nación. El único gobernador que se jugó a fondo, por lo menos desde mi punto de vista era Néstor. Eso posibilitó que uno comenzara hablar bien de él en varios lados”, resaltó Selva. Al notar esta situación Ferreto le hizo saber a su pariente que en Mercedes había un concejal justicialista que seguía con atención al lejano dirigente justicialista.
Entre los meses de mayo y junio de ese año, en su afán de buscar una estructura para su candidatura presidencial, una persona de la estructura de Kirchner en Santa Cruz llegó hasta Mercedes. “El hombre me vino a ver para saber si yo tenía ganas de conocer al gobernador Kirchner. Le dije que sí y me dijo que en quince días me iba a venir a buscar para ir a Santa Cruz. Yo tenía ganas pero no podía hacer semejante viaje, entonces le dije que esperaba poder conocerlo cuando viniera a la casa de Santa Cruz”, recordó el jefe comunal.
Eran días de mucho trajín en la vida de Carlos Selva. Tenía que enfrentar en elección interna al eterno ganador mercedino Julio Gioscio. En la elección de aquel año la lista apadrinada por Selva se impuso por un voto y uno de los primeros mensajes de felicitaciones por el triunfo fue –precisamente- del gobernador santacruceño.
En las elecciones generales de ese año, el justicialismo mercedino ganó holgadamente y colocó siete concejales, de los cuales seis respondían a la Agrupación 17 de Octubre de Selva.
“Tiempo después volvió para invitarme a ir en los primeros días de diciembre. Entonces, un poco como excusa para no ir, le comenté que cumplíamos 25 años de casados con Cristina, lo cual era cierto, y que teníamos una semana programada en Carlos Paz. Y el hombre, muy piola me dice: ‘Querido vos querés a ir a Carlos Paz y yo te estoy invitando a ir a El Calafate’. Y me dijo que vaya con mi señora”, recordó Selva. “Esa fue la primera vez que recibí una invitación para ir a verlo”.
Ya se habían encontrado personalmente antes, pero las circunstancias no les habían permitido mantener una charla firme. En ese viaje Selva no sólo pudo dialogar extensamente con el gobernador, sino también que se empapó de su pensamiento, su visión del país y el rol del estado. “En el viaje fuimos con un concejal de Saladillo, Walter Abarca, con quien hicimos una gran amistad” relató Selva. “De ese encuentro me tuve que volver antes, porque se definía la presidencia del HCD y nosotros (la agrupación) entendíamos que me correspondía, cosa que por suerte concretamos y me dediqué de lleno a llegar a ser intendente. Walter pasó a ser el secretario privado de Néstor, lo que consolidó aún más nuestra amistad. Y de ahí surge ese lazo”, recordó.
Cercanía
El mandatario comunal resaltó: “Néstor siempre me tuvo presente” y recordó que “en el momento difícil del 2005, cuando se arma la discusión con Duhalde, cinco intendentes fuimos llamados a la residencia de Olivos mientras estábamos en un plenario del peronismo que respaldaba a Felipe y a Néstor. Fuimos (Alberto) Balestrini, (Jorge) Varela y no me acuerdo quién más. Uno de nosotros manejaba para ir en un solo auto. Tuvimos que ir de La Plata a Olivos en tiempo record. En ese encuentro Néstor se sinceró que le había ofrecido a Duhalde ser senador pero que el lineamiento lo fijaba él. Y Duhalde no lo aceptó. Entonces nos dijo: ‘Se terminó la conversación, vamos a la interna’. Y de ahí volvimos con el mandato al Congreso de que había que ir a fondo”, rememoró.
“Me demostró hasta el último día que tenía oportunidad de estar con él. Un tipo que estaba dispuesto a todo, a ir a fondo, que no iba a resignar nada. Y te lo marcaba en lo íntimo. En la última reunión que tuvimos, estuve en Olivos por más de una hora hablando de política porque teníamos un problema. Y te daba gusto hablar con él, tenía una gran contundencia en las definiciones que te daba y era un tipo muy receptivo, más allá de que después te diera bolilla o no”, expresó Selva y agregó: “Tengo la tranquilidad de conciencia de haber hablado con total sinceridad, en la terminología que uso yo que en ese terreno no es la más adecuada, pero siempre me respetó. Siempre me dio la oportunidad de escucharme, y tengo el orgullo de decir que no han sido muchos los hombres que han podido tener en este año una charla mano a mano con él, por más de una hora. Fue el hombre que siempre me hizo sentir de igual a igual”.
Otro aspecto que resaltó del ex presidente fue la “posibilidad que le dio a cientos de miles de argentinos de conocer la casa desde adentro, de ser partícipes directos del mensaje de la presidente, del presidente Kirchner, de cosas que tenían que ver con el país, dichas a cinco metros de la cara de uno. Antes la Casa de Gobierno era un infranqueable para la gente común”.
Y concluyó: “En lo personal quedará en la historia de mi vida que un presidente te diga: tenés que hablar vos en el salón blanco de la Casa de Gobierno. Me dio la oportunidad de dirigirme al país, y eso no se puede olvidar”, dijo en alusión a la jornada en la cual se abrió la licitación del primer tramo de la autopista Luján - Mercedes.
Futuro
El mandatario comunal tiene confianza en el futuro político del gobierno a pesar del mal momento. “Perdimos a un hombre que cambió a la Argentina, que tenía mucho para dar y para hacer. Pero creo que Cristina tiene una fuerza inmensurable, que es la más convencida de seguir para adelante y a fondo. Aunque no se pueda relativizar que existe un ser humano que perdió a un ser querido, va a tener la entereza y tengo la confianza plena de que Cristina va a seguir trabajando para consolidar el modelo”.
El adiós en un día de descanso
Carlos Selva recordó cómo recibió la trágica noticia. “Casi como me la merezco: en privado. Creo que a todos los argentinos nos pasó lo mismo. Hasta esa particularidad tuvo Néstor también: se muere en el momento en que todos están en su casa. Si hubiésemos estado en la vorágine de todos los días, trabajando, no hubiera dejado poner en magnitud lo que realmente fue, y nos permitió vivirlo en la intimidad”, resaltó.
El intendente relató que aquella mañana “estaba aprovechando a hacer unas cosas en casa, en el galpón, y salió Cristina a los gritos. Me asusté mucho, pensando que había pasado algo en casa. Cuando estamos más cerca me dice: ‘Se murió Kirchner’, y casi me muero yo. Fue un momento que me dejó muy mal. Lo vivimos con Cristina con una gran desazón, mientras todo te viene a la cabeza y se te mezcla”.
El jueves por la mañana Carlos Selva estuvo presente en la Casa Rosada junto a otros intendentes y el gobernador Scioli. Se sintió sorprendido “por el respeto y la adhesión a Cristina por parte de los jóvenes que se va a multiplicar en forma exponencial porque se sienten muy identificados con ella. Néstor se puede quedar tranquilo que va a poder ver lo que le decían en los actos: acá están los pibes para la liberación”.
Carlos Selva tenía una relación cercana con el recientemente fallecido Néstor Kirchner. Según relató el propio intendente, se conocieron a principios del 2001. Fue por intermedio de la entonces consejera escolar del radicalismo de Mercedes, Delia Ferrero, “una gran amiga”, según la describió. Lo cierto es que un familiar de ella trabajaba con gente cercana al entonces gobernador patagónico. “En ese momento yo respaldaba a Kirchner porque fue lo más leal a Duhalde, en la época que se presenta como candidato a presidente de la Nación. El único gobernador que se jugó a fondo, por lo menos desde mi punto de vista era Néstor. Eso posibilitó que uno comenzara hablar bien de él en varios lados”, resaltó Selva. Al notar esta situación Ferreto le hizo saber a su pariente que en Mercedes había un concejal justicialista que seguía con atención al lejano dirigente justicialista.
Entre los meses de mayo y junio de ese año, en su afán de buscar una estructura para su candidatura presidencial, una persona de la estructura de Kirchner en Santa Cruz llegó hasta Mercedes. “El hombre me vino a ver para saber si yo tenía ganas de conocer al gobernador Kirchner. Le dije que sí y me dijo que en quince días me iba a venir a buscar para ir a Santa Cruz. Yo tenía ganas pero no podía hacer semejante viaje, entonces le dije que esperaba poder conocerlo cuando viniera a la casa de Santa Cruz”, recordó el jefe comunal.
Eran días de mucho trajín en la vida de Carlos Selva. Tenía que enfrentar en elección interna al eterno ganador mercedino Julio Gioscio. En la elección de aquel año la lista apadrinada por Selva se impuso por un voto y uno de los primeros mensajes de felicitaciones por el triunfo fue –precisamente- del gobernador santacruceño.
En las elecciones generales de ese año, el justicialismo mercedino ganó holgadamente y colocó siete concejales, de los cuales seis respondían a la Agrupación 17 de Octubre de Selva.
“Tiempo después volvió para invitarme a ir en los primeros días de diciembre. Entonces, un poco como excusa para no ir, le comenté que cumplíamos 25 años de casados con Cristina, lo cual era cierto, y que teníamos una semana programada en Carlos Paz. Y el hombre, muy piola me dice: ‘Querido vos querés a ir a Carlos Paz y yo te estoy invitando a ir a El Calafate’. Y me dijo que vaya con mi señora”, recordó Selva. “Esa fue la primera vez que recibí una invitación para ir a verlo”.
Ya se habían encontrado personalmente antes, pero las circunstancias no les habían permitido mantener una charla firme. En ese viaje Selva no sólo pudo dialogar extensamente con el gobernador, sino también que se empapó de su pensamiento, su visión del país y el rol del estado. “En el viaje fuimos con un concejal de Saladillo, Walter Abarca, con quien hicimos una gran amistad” relató Selva. “De ese encuentro me tuve que volver antes, porque se definía la presidencia del HCD y nosotros (la agrupación) entendíamos que me correspondía, cosa que por suerte concretamos y me dediqué de lleno a llegar a ser intendente. Walter pasó a ser el secretario privado de Néstor, lo que consolidó aún más nuestra amistad. Y de ahí surge ese lazo”, recordó.
Cercanía
El mandatario comunal resaltó: “Néstor siempre me tuvo presente” y recordó que “en el momento difícil del 2005, cuando se arma la discusión con Duhalde, cinco intendentes fuimos llamados a la residencia de Olivos mientras estábamos en un plenario del peronismo que respaldaba a Felipe y a Néstor. Fuimos (Alberto) Balestrini, (Jorge) Varela y no me acuerdo quién más. Uno de nosotros manejaba para ir en un solo auto. Tuvimos que ir de La Plata a Olivos en tiempo record. En ese encuentro Néstor se sinceró que le había ofrecido a Duhalde ser senador pero que el lineamiento lo fijaba él. Y Duhalde no lo aceptó. Entonces nos dijo: ‘Se terminó la conversación, vamos a la interna’. Y de ahí volvimos con el mandato al Congreso de que había que ir a fondo”, rememoró.
“Me demostró hasta el último día que tenía oportunidad de estar con él. Un tipo que estaba dispuesto a todo, a ir a fondo, que no iba a resignar nada. Y te lo marcaba en lo íntimo. En la última reunión que tuvimos, estuve en Olivos por más de una hora hablando de política porque teníamos un problema. Y te daba gusto hablar con él, tenía una gran contundencia en las definiciones que te daba y era un tipo muy receptivo, más allá de que después te diera bolilla o no”, expresó Selva y agregó: “Tengo la tranquilidad de conciencia de haber hablado con total sinceridad, en la terminología que uso yo que en ese terreno no es la más adecuada, pero siempre me respetó. Siempre me dio la oportunidad de escucharme, y tengo el orgullo de decir que no han sido muchos los hombres que han podido tener en este año una charla mano a mano con él, por más de una hora. Fue el hombre que siempre me hizo sentir de igual a igual”.
Otro aspecto que resaltó del ex presidente fue la “posibilidad que le dio a cientos de miles de argentinos de conocer la casa desde adentro, de ser partícipes directos del mensaje de la presidente, del presidente Kirchner, de cosas que tenían que ver con el país, dichas a cinco metros de la cara de uno. Antes la Casa de Gobierno era un infranqueable para la gente común”.
Y concluyó: “En lo personal quedará en la historia de mi vida que un presidente te diga: tenés que hablar vos en el salón blanco de la Casa de Gobierno. Me dio la oportunidad de dirigirme al país, y eso no se puede olvidar”, dijo en alusión a la jornada en la cual se abrió la licitación del primer tramo de la autopista Luján - Mercedes.
Futuro
El mandatario comunal tiene confianza en el futuro político del gobierno a pesar del mal momento. “Perdimos a un hombre que cambió a la Argentina, que tenía mucho para dar y para hacer. Pero creo que Cristina tiene una fuerza inmensurable, que es la más convencida de seguir para adelante y a fondo. Aunque no se pueda relativizar que existe un ser humano que perdió a un ser querido, va a tener la entereza y tengo la confianza plena de que Cristina va a seguir trabajando para consolidar el modelo”.
El adiós en un día de descanso
Carlos Selva recordó cómo recibió la trágica noticia. “Casi como me la merezco: en privado. Creo que a todos los argentinos nos pasó lo mismo. Hasta esa particularidad tuvo Néstor también: se muere en el momento en que todos están en su casa. Si hubiésemos estado en la vorágine de todos los días, trabajando, no hubiera dejado poner en magnitud lo que realmente fue, y nos permitió vivirlo en la intimidad”, resaltó.
El intendente relató que aquella mañana “estaba aprovechando a hacer unas cosas en casa, en el galpón, y salió Cristina a los gritos. Me asusté mucho, pensando que había pasado algo en casa. Cuando estamos más cerca me dice: ‘Se murió Kirchner’, y casi me muero yo. Fue un momento que me dejó muy mal. Lo vivimos con Cristina con una gran desazón, mientras todo te viene a la cabeza y se te mezcla”.
El jueves por la mañana Carlos Selva estuvo presente en la Casa Rosada junto a otros intendentes y el gobernador Scioli. Se sintió sorprendido “por el respeto y la adhesión a Cristina por parte de los jóvenes que se va a multiplicar en forma exponencial porque se sienten muy identificados con ella. Néstor se puede quedar tranquilo que va a poder ver lo que le decían en los actos: acá están los pibes para la liberación”.
(El Nuevo Cronista)
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