Desde que se inició el último cese de comercialización de la Mesa de Enlace, un total de 25 cartas intimidantes llegaron a la Asociación de Ganaderos y Agricultores de esa ciudad. El dirigente de la entidad Jorge Grimberg –que fue amenazado por su condición de judío- dialogó con La Política Online. Las hipótesis que se manejan y el papel del intendente Cristian Breitenstein.
Todo se inició el pasado lunes 17 de enero por la tarde cuando de manera anónima comenzaron a llegar misteriosas cartas con amenazas de muerte a la sede central de la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Bahía Blanca (AGA).
A partir de ese día -y hasta hoy- un total de 25 escritos con tono discriminatorio hacia un dirigente judío de la entidad llegaron al domicilio de la entidad vinculada a la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP).
Lo cierto es que dos días después de la primera amenaza, se realizó el acto de la Mesa de Enlace en Bahía Blanca organizado por la gente de AGA en el marco del último cese de comercialización de la dirigencia rural en protesta por las políticas del Gobierno.
En este contexto, el vocal de AGA y actual vicepresidente tercero de CARBAP, Jorge Grimberg, dialogó esta tarde con La Política Online y se animó a relatar los hechos en primera persona.
“Dicen que sino me corro de la Asociación voy a convertirme en el segundo Felipe Glasman” (un ex presidente de la Asociación de Médicos de Bahía Blanca asesinado de dos disparos en agosto de 2002), comentó Grimberg.
“También en la carta se asegura que van a hacer volar la sede de la Asociación al igual que la AMIA o la Embajada de Israel”, contó el dirigente, y agregó que “ojalá el caso se esclarezca rápidamente para poder seguir adelante”.
Grimberg explicó que “hasta el momento no tenemos la más mínima sospecha de quién puede ser el responsable. Estamos extrañados porque somos una institución que apostamos al diálogo y que tenemos un excelente trato con todos los sectores”.
Según pudo saber LPO, las cartas –que están en manos de la Policía Federal- contienen frases como “Grimberg convirtió a la Asociación de Ganaderos en una cuasi sinagoga”, o “la Asociación está llena de judíos, córranse”.
Además, existieron amenazas al actual presidente de AGA, Luis Ángel Álvarez; a Raúl Woscoff, de la Bolsa de Cereales local; y a Avelino González Martínez, un productor que falleció hace nueve años y medio.
Por su lado, el directivo de Federación Agraria Argentina (FAA) y senador bonaerense por el GEN, Roberto Molini condenó las amenazas de muerte. “Esto es absolutamente reprobable vengan del lado que vengan”, disparó a LPO.
Las hipótesis
Si bien la investigación recién se inicia, en el sector rural de Bahía Blanca se manejan algunas alternativas acerca de quien/es podrían ser los autores materiales de las cartas intimidantes a los dirigentes rurales de esa ciudad.
Según señalaron diversas fuentes de la zona, las miradas apuntarían hacia un ex directivo de la Asociación (cuyo nombre no trascendió), o bien, hacia agrupaciones kirchneristas enfrentadas con el campo.
En tanto, la causa fue radicada en la Fiscalía Federal Nº 1, a cargo de Nicolás María de la Cruz, pero actualmente se encuentra -hasta el martes 15/02, por vacaciones- a cargo de Antonio Castaño, de la Fiscalía Federal Nº 2.
En lo que se refiere al relevamiento sobre huellas dactilares en las cartas se encuentra trabajando la Policía Federal, que también dispuso de algunos efectivos para custodiar permanentemente el domicilio particular de AGA.
El papel de Breitenstein
Luego de darse a conocer los hechos, el intendente de Bahía Blanca, Cristian Breitenstein, repudió las amenazas públicamente y ordenó a su secretario de Gobierno, Hugo Borelli, que se ponga a disposición de los dirigentes rurales para lo que necesiten.
El tema es que la relación de Breitenstein con el campo no es del todo buena. De hecho el intendente generó malestar en los productores cuando decidió no asistir al acto de la Mesa de Enlace, y sí estar presente un día después en una marcha de agrupaciones K.
Además, tomando una clara postura en medio del cese de comercialización de granos, el intendente de Bahía Blanca también asistió en esa ciudad a una reunión política que organizó el ministro de Agricultura Julián Domínguez con intendentes bonaerenses.
Breitenstein, según comentan fuentes locales, asiste con frecuencia a las reuniones del Grupo de los Ocho y a los encuentros del Sub-40. “Tiene varios vaivenes porque todavía no definió su posición”, aseguró un concejal bahiense. (La Política OnLine).
A partir de ese día -y hasta hoy- un total de 25 escritos con tono discriminatorio hacia un dirigente judío de la entidad llegaron al domicilio de la entidad vinculada a la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP).
Lo cierto es que dos días después de la primera amenaza, se realizó el acto de la Mesa de Enlace en Bahía Blanca organizado por la gente de AGA en el marco del último cese de comercialización de la dirigencia rural en protesta por las políticas del Gobierno.
En este contexto, el vocal de AGA y actual vicepresidente tercero de CARBAP, Jorge Grimberg, dialogó esta tarde con La Política Online y se animó a relatar los hechos en primera persona.
“Dicen que sino me corro de la Asociación voy a convertirme en el segundo Felipe Glasman” (un ex presidente de la Asociación de Médicos de Bahía Blanca asesinado de dos disparos en agosto de 2002), comentó Grimberg.
“También en la carta se asegura que van a hacer volar la sede de la Asociación al igual que la AMIA o la Embajada de Israel”, contó el dirigente, y agregó que “ojalá el caso se esclarezca rápidamente para poder seguir adelante”.
Grimberg explicó que “hasta el momento no tenemos la más mínima sospecha de quién puede ser el responsable. Estamos extrañados porque somos una institución que apostamos al diálogo y que tenemos un excelente trato con todos los sectores”.
Según pudo saber LPO, las cartas –que están en manos de la Policía Federal- contienen frases como “Grimberg convirtió a la Asociación de Ganaderos en una cuasi sinagoga”, o “la Asociación está llena de judíos, córranse”.
Además, existieron amenazas al actual presidente de AGA, Luis Ángel Álvarez; a Raúl Woscoff, de la Bolsa de Cereales local; y a Avelino González Martínez, un productor que falleció hace nueve años y medio.
Por su lado, el directivo de Federación Agraria Argentina (FAA) y senador bonaerense por el GEN, Roberto Molini condenó las amenazas de muerte. “Esto es absolutamente reprobable vengan del lado que vengan”, disparó a LPO.
Las hipótesis
Si bien la investigación recién se inicia, en el sector rural de Bahía Blanca se manejan algunas alternativas acerca de quien/es podrían ser los autores materiales de las cartas intimidantes a los dirigentes rurales de esa ciudad.
Según señalaron diversas fuentes de la zona, las miradas apuntarían hacia un ex directivo de la Asociación (cuyo nombre no trascendió), o bien, hacia agrupaciones kirchneristas enfrentadas con el campo.
En tanto, la causa fue radicada en la Fiscalía Federal Nº 1, a cargo de Nicolás María de la Cruz, pero actualmente se encuentra -hasta el martes 15/02, por vacaciones- a cargo de Antonio Castaño, de la Fiscalía Federal Nº 2.
En lo que se refiere al relevamiento sobre huellas dactilares en las cartas se encuentra trabajando la Policía Federal, que también dispuso de algunos efectivos para custodiar permanentemente el domicilio particular de AGA.
El papel de Breitenstein
Luego de darse a conocer los hechos, el intendente de Bahía Blanca, Cristian Breitenstein, repudió las amenazas públicamente y ordenó a su secretario de Gobierno, Hugo Borelli, que se ponga a disposición de los dirigentes rurales para lo que necesiten.
El tema es que la relación de Breitenstein con el campo no es del todo buena. De hecho el intendente generó malestar en los productores cuando decidió no asistir al acto de la Mesa de Enlace, y sí estar presente un día después en una marcha de agrupaciones K.
Además, tomando una clara postura en medio del cese de comercialización de granos, el intendente de Bahía Blanca también asistió en esa ciudad a una reunión política que organizó el ministro de Agricultura Julián Domínguez con intendentes bonaerenses.
Breitenstein, según comentan fuentes locales, asiste con frecuencia a las reuniones del Grupo de los Ocho y a los encuentros del Sub-40. “Tiene varios vaivenes porque todavía no definió su posición”, aseguró un concejal bahiense. (La Política OnLine).
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