El magistrado federal Norberto Oyarbide decidió dejar en libertad al secretario general de UATRE, que deberá pagar una caución de 500 mil pesos. En horas de la tarde, la CGT había emitido un duro comunicado que cuestionaba el arresto: "Intentan debilitar al movimiento obrero", firmaron los principales líderes sindicales del país.
En 24 horas y luego de un importante procedimiento policial, el juez federal Norberto Oyarbide decidió liberar al secretario general de la UATRE, Gerónimo Venegas. Fuentes judiciales informaron que el gremialista deberá pagar una caución de 500 mil pesos, tal como lo había solicitado el fiscal Luis Comparatore al recomendar su liberación.
Seguidores del líder sindical se movilizaron durante todo el día y habían amenazado con llevar los piquetes a la puerta de la casa del juez. En rigor de verdad, Oyarbide tenía previsto indagarlo el sábado, luego de dejarlo incomunicado por 48 horas. Pero aparentemente, una llamada del secretario Legal y Técnico, Carlos Zanini, pidiéndole que la anticipe, lo obligó a cambiar de opinión.
El impacto de la detención del “Momo” Venegas desbordó a la oposición partidaria y hasta la propia CGT de Hugo Moyano condenó la medida. Tras una reunión encabezada por el líder Camioneros, la Central Obrera emitió un comunicado en el que sostenía que el arresto del dirigente sindical era parte de "un ensañamiento con las obras sociales".
"No caemos en la ingenuidad: esta actitud intenta debilitar al movimiento obrero", sostuvieron desde la CGT.
El interrogatorio a Venegas se dividió en tres partes y finalizó casi a las 20, cuando el juez le comunicó la decisión de liberarlo. Ahora el magistrado tendrá 10 días para definir la situación: puede procesarlo con o sin prisión preventiva, o dictar su sobreseimiento o la falta de mérito.
“Lo de hoy fue una payasada”, dijo en diálogo con el LPO el jurista Daniel Sabsay quien entendió que la detención y la liberación en tan sólo 24 horas “es una demostración tremenda y explícita de la enorme dependencia que tiene la Justicia, en este caso representada en el juez Oyarbide, hacia el gobierno nacional”.
“Para ordenar la prisión preventiva de alguien, se tienen que tener en cuenta factores como la gravedad del delito que se le imputa, su pasado, si es reincidente, si existen posibilidades de que se fugue o que destruya elementos de prueba”, precisó Sabsay y continuó: “pero aquí no se explica por qué el juez procesó a Venegas sin indagatoria previa, lo expuso a mostrarse esposado, lo “mandó a las sombras” por 48 horas y después, misteriosamente, decidió tomarle una “indagatoria express” y darle la libertad a cambio de una fianza”.
“También en la actitud de Oyarbide se ve una violación al grado de igualdad que todos tenemos ante la ley; porque con un caso concomitante como es el doble procesamiento a Héctor Capaccioli; uno se pregunta por qué a este ex funcionario se lo trata con guantes blancos y a Venegas, en cambio, se lo detiene con semejante despliegue policial”, finalizó su crítica el abogado Sabsay. (La Política OnLine).
En 24 horas y luego de un importante procedimiento policial, el juez federal Norberto Oyarbide decidió liberar al secretario general de la UATRE, Gerónimo Venegas. Fuentes judiciales informaron que el gremialista deberá pagar una caución de 500 mil pesos, tal como lo había solicitado el fiscal Luis Comparatore al recomendar su liberación.
Seguidores del líder sindical se movilizaron durante todo el día y habían amenazado con llevar los piquetes a la puerta de la casa del juez. En rigor de verdad, Oyarbide tenía previsto indagarlo el sábado, luego de dejarlo incomunicado por 48 horas. Pero aparentemente, una llamada del secretario Legal y Técnico, Carlos Zanini, pidiéndole que la anticipe, lo obligó a cambiar de opinión.
El impacto de la detención del “Momo” Venegas desbordó a la oposición partidaria y hasta la propia CGT de Hugo Moyano condenó la medida. Tras una reunión encabezada por el líder Camioneros, la Central Obrera emitió un comunicado en el que sostenía que el arresto del dirigente sindical era parte de "un ensañamiento con las obras sociales".
"No caemos en la ingenuidad: esta actitud intenta debilitar al movimiento obrero", sostuvieron desde la CGT.
El interrogatorio a Venegas se dividió en tres partes y finalizó casi a las 20, cuando el juez le comunicó la decisión de liberarlo. Ahora el magistrado tendrá 10 días para definir la situación: puede procesarlo con o sin prisión preventiva, o dictar su sobreseimiento o la falta de mérito.
“Lo de hoy fue una payasada”, dijo en diálogo con el LPO el jurista Daniel Sabsay quien entendió que la detención y la liberación en tan sólo 24 horas “es una demostración tremenda y explícita de la enorme dependencia que tiene la Justicia, en este caso representada en el juez Oyarbide, hacia el gobierno nacional”.
“Para ordenar la prisión preventiva de alguien, se tienen que tener en cuenta factores como la gravedad del delito que se le imputa, su pasado, si es reincidente, si existen posibilidades de que se fugue o que destruya elementos de prueba”, precisó Sabsay y continuó: “pero aquí no se explica por qué el juez procesó a Venegas sin indagatoria previa, lo expuso a mostrarse esposado, lo “mandó a las sombras” por 48 horas y después, misteriosamente, decidió tomarle una “indagatoria express” y darle la libertad a cambio de una fianza”.
“También en la actitud de Oyarbide se ve una violación al grado de igualdad que todos tenemos ante la ley; porque con un caso concomitante como es el doble procesamiento a Héctor Capaccioli; uno se pregunta por qué a este ex funcionario se lo trata con guantes blancos y a Venegas, en cambio, se lo detiene con semejante despliegue policial”, finalizó su crítica el abogado Sabsay. (La Política OnLine).
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