La apertura de la polémica obra está planeada para el próximo sábado; últimos trabajos para terminar el paseo que llevará el nombre de Ricardo Alfonsín.
Paradojas del destino y la política, cuando el intendente Enrique García, otrora ferviente radical se expresa con términos más cercanos al justicialismo y hasta anuncia su participación en la interna del Frente para la Victoria, finalmente verá concretado la obra que más dolores de cabeza –no fueron pocos- le trajo a su gestión y que será bautizado con el nombre del “Padre de la Democracia”, el ex presidente Raúl Alfonsín.
Una recorrida de InfoBAN que se plasma en una serie de imágenes, permite observar que a horas de su inauguración, todavía restan muchos detalles, pero el movimiento de los trabajadores es constante y confían en llegar a tiempo para la inauguración de este sábado, con una serie de desfiles y actividades.
También es cierto que la obra, sacada del contexto de la polémica que generó y los vicios formales y comunicacionales, no es vista con desagrado por quienes la utilizan en la soledad semanal para su paseos, pero –por tratarse mayormente de gente del barrio- sí hacen hincapié en el desmedido crecimiento de las torres, aunque gracias a la fuerte oposición vecinal se logró disminuir su altura.
Según versiones una encuesta encargada por el municipio daría una alta aceptación a la obra ya concluida, pero bien vale recordar que la férrea oposición a la misma por parte de distintos grupos de vecinos no es respecto a la estética, sino a lo que conlleva al estar íntimamente ligada a la necesidad de emprendimientos ubicados en ambos extremos de esta primera etapa, el abultado costo de la misma, y una serie de cuestionamientos de índole ambiental.
Y por esa misma oposición a la obra es que se prepara un importante dispositivo de seguridad, con fuerzas públicas de todos los colores, seguridad privada y personal municipal para que una eventual manifestación no “opaque la fiesta”.
El “Paseo de la Costa”, como denomina el municipio a la obra, ya había sufrido una postergación de su apertura, por una serie de errores de planeamiento y ejecución por parte de la contratista, pero ahora todo parece lucir en su lugar, tanto semáforos como lomos de burro. La traza que cuenta con rotondas y doble carril, dibuja una curva en la zona de la calle Arenales, bordeando el “bosquecito”, último bastión de resistencia de los manifestantes que acamparon durante meses hasta que fueron desalojados mediante una orden de dudosa legalidad, pero que dio la última estocada a una “resistencia” que se caracterizó por su pacifismo, pero que encontró la contratacara de la fuerza policial en varias oportunidades, al punto de originar la detención de un abogado y un concejal.
El sábado se llevará a cabo la apertura del paseo, que será peatonal los fines de semana y feriados, así que los autos no lo podrán transitar hasta el martes. Sí lo harán distintos clubes de autos clásicos y antiguos en el desfile que convocó el municipio desde las 11.
Paradojas del destino y la política, cuando el intendente Enrique García, otrora ferviente radical se expresa con términos más cercanos al justicialismo y hasta anuncia su participación en la interna del Frente para la Victoria, finalmente verá concretado la obra que más dolores de cabeza –no fueron pocos- le trajo a su gestión y que será bautizado con el nombre del “Padre de la Democracia”, el ex presidente Raúl Alfonsín.
Una recorrida de InfoBAN que se plasma en una serie de imágenes, permite observar que a horas de su inauguración, todavía restan muchos detalles, pero el movimiento de los trabajadores es constante y confían en llegar a tiempo para la inauguración de este sábado, con una serie de desfiles y actividades.
También es cierto que la obra, sacada del contexto de la polémica que generó y los vicios formales y comunicacionales, no es vista con desagrado por quienes la utilizan en la soledad semanal para su paseos, pero –por tratarse mayormente de gente del barrio- sí hacen hincapié en el desmedido crecimiento de las torres, aunque gracias a la fuerte oposición vecinal se logró disminuir su altura.
Según versiones una encuesta encargada por el municipio daría una alta aceptación a la obra ya concluida, pero bien vale recordar que la férrea oposición a la misma por parte de distintos grupos de vecinos no es respecto a la estética, sino a lo que conlleva al estar íntimamente ligada a la necesidad de emprendimientos ubicados en ambos extremos de esta primera etapa, el abultado costo de la misma, y una serie de cuestionamientos de índole ambiental.
Y por esa misma oposición a la obra es que se prepara un importante dispositivo de seguridad, con fuerzas públicas de todos los colores, seguridad privada y personal municipal para que una eventual manifestación no “opaque la fiesta”.
El “Paseo de la Costa”, como denomina el municipio a la obra, ya había sufrido una postergación de su apertura, por una serie de errores de planeamiento y ejecución por parte de la contratista, pero ahora todo parece lucir en su lugar, tanto semáforos como lomos de burro. La traza que cuenta con rotondas y doble carril, dibuja una curva en la zona de la calle Arenales, bordeando el “bosquecito”, último bastión de resistencia de los manifestantes que acamparon durante meses hasta que fueron desalojados mediante una orden de dudosa legalidad, pero que dio la última estocada a una “resistencia” que se caracterizó por su pacifismo, pero que encontró la contratacara de la fuerza policial en varias oportunidades, al punto de originar la detención de un abogado y un concejal.
El sábado se llevará a cabo la apertura del paseo, que será peatonal los fines de semana y feriados, así que los autos no lo podrán transitar hasta el martes. Sí lo harán distintos clubes de autos clásicos y antiguos en el desfile que convocó el municipio desde las 11.
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