La decisión de bajar la candidatura de Luís Parodi en Vicente López generó nuevos cruces en la Coalición Cívica. El ARI denunció un pacto oculto con el PRO y alimentó las versiones de un pase de Patricia Bullrich al macrismo. Enojada por el autoritarismo de Carrió, la ex ministra de Trabajo dará la pelea interna.
Las elecciones primarias de agosto generaron en la Coalición Cívica una profunda crisis política que, en las últimas semanas, ya comenzó a salir a la superficie. Mientras que Patricia Bullrich plantea la necesidad de una apertura y un cambio de paradigma para poder tender puentes hacia otros partidos de la oposición -en especial, con el PRO-, Elisa Carrió, con mucho recelo, entiende que le están disputando el liderazgo y busca resistir la "embestida".
Lo cierto es que después de la durísima derrota en las urnas, la unidad de esta alianza quedó herida de muerte. Cada uno de los movimientos que planea Bullrich son mirados con desconfianza por Carrió. En rigor, los reiterados guiños de la ex ministra de Trabajo hacia el macrismo -como las fotos de una cena íntima con el bloque del PRO o los consejos de seguridad que le ofreció al jefe de Gobierno porteño- fueron muy cuestionados por un importante sector del ARI.
Pero la decisión de bajar a Luís Parodi en Vicente López, que beneficia a Jorge Macri en su lucha contra el "Japonés" García, fue lo que terminó de detonar el conflicto. La titular de la Coalición Cívica-ARI de la Provincia de Buenos Aires, Maricel Etchecoin, se mostró sorprendida por la decisión inconsulta y habló de un "acuerdo entre el candidato y el PRO".
"Será la presidenta de Unión por Todos [Patricia Bullrich] quien deberá dar explicaciones de este pacto, porque es una falta de respeto al vecino, a la CC y al militante", sostuvo Etchecoin, muy cercana a "Lilita". Y agregó: "Parodi nos decepcionó, pero haremos campaña para mantener nuestra voz en el Concejo Deliberante, porque nuestros principios y propuestas no tienen nada que ver ni con Enrique García ni con Mauricio Macri".
Desde Unión por Todos, sin embargo, explican que fue el propio Parodi quien decidió bajarse. "Patricia no estaba de acuerdo por el momento que se vive en la Coalición. Sabía que se alimentarían los rumores y las especulaciones respecto a su pase al PRO", explican allegados a la diputada, en diálogo con LPO.
Los argumentos de Parodi eran que si mantenía su candidatura, con muy poca intención de voto, arrastraría negativamente a la lista de diputados nacionales que encabezan Llambías y Etchecoin. En cambio, si la bajaba y apostaba al corte de boleta, podrían salir beneficiados.
Según pudo saber La Política Online, Bullrich llamó a Carrió para anticiparle lo que su dirigente estaba por hacer. La candidata presidencial le contestó que quería hablar con Parodi. Pero cuando se comunicó por teléfono, no lo dejó hablar, comenzó a gritarle y terminó cortando la comunicación. "Esa charla lo terminó de convencer. Ni siquiera se puede conversar con ella", explicaron fuentes cercanas al dirigente.
"No me van a echar"
El sector que responde a Bullrich le cuestiona a Carrió su errática estrategia de cara a los comicios de octubre, y con los resultados de las primarias a la vista, están decididos a dar la pelea para imponer un nueva visión. Básicamente, critican su purismo, y su conducción unipersonal y verticalista. "No puede ser que si la contradecís, sos el diablo, un corrupto o un inmoral", se quejan.
En ese mismo marco, defienden la decisión de Parodi. "Cuando en muchísimas otras localidades los que se bajaron fueron del ARI, no dijeron nada. Ahora que es uno de Unión por Todos, salen a fogonear los rumores de que hay un acuerdo secreto con el PRO. Y eso no es así", se defienden.
En medio de una guerra silenciosa que cada día se hace más visible, los asesores de Bullrich dicen que estaría dispuesta a dar la pelea y que no pasará al macrismo. "No me van a echar", le habría dicho enojada a su círculo más cercano, en referencia a la operación que, según la diputada, los "Lilitos" están utilizando para desprestigiarla. (La Política OnLine).
Las elecciones primarias de agosto generaron en la Coalición Cívica una profunda crisis política que, en las últimas semanas, ya comenzó a salir a la superficie. Mientras que Patricia Bullrich plantea la necesidad de una apertura y un cambio de paradigma para poder tender puentes hacia otros partidos de la oposición -en especial, con el PRO-, Elisa Carrió, con mucho recelo, entiende que le están disputando el liderazgo y busca resistir la "embestida".
Lo cierto es que después de la durísima derrota en las urnas, la unidad de esta alianza quedó herida de muerte. Cada uno de los movimientos que planea Bullrich son mirados con desconfianza por Carrió. En rigor, los reiterados guiños de la ex ministra de Trabajo hacia el macrismo -como las fotos de una cena íntima con el bloque del PRO o los consejos de seguridad que le ofreció al jefe de Gobierno porteño- fueron muy cuestionados por un importante sector del ARI.
Pero la decisión de bajar a Luís Parodi en Vicente López, que beneficia a Jorge Macri en su lucha contra el "Japonés" García, fue lo que terminó de detonar el conflicto. La titular de la Coalición Cívica-ARI de la Provincia de Buenos Aires, Maricel Etchecoin, se mostró sorprendida por la decisión inconsulta y habló de un "acuerdo entre el candidato y el PRO".
"Será la presidenta de Unión por Todos [Patricia Bullrich] quien deberá dar explicaciones de este pacto, porque es una falta de respeto al vecino, a la CC y al militante", sostuvo Etchecoin, muy cercana a "Lilita". Y agregó: "Parodi nos decepcionó, pero haremos campaña para mantener nuestra voz en el Concejo Deliberante, porque nuestros principios y propuestas no tienen nada que ver ni con Enrique García ni con Mauricio Macri".
Desde Unión por Todos, sin embargo, explican que fue el propio Parodi quien decidió bajarse. "Patricia no estaba de acuerdo por el momento que se vive en la Coalición. Sabía que se alimentarían los rumores y las especulaciones respecto a su pase al PRO", explican allegados a la diputada, en diálogo con LPO.
Los argumentos de Parodi eran que si mantenía su candidatura, con muy poca intención de voto, arrastraría negativamente a la lista de diputados nacionales que encabezan Llambías y Etchecoin. En cambio, si la bajaba y apostaba al corte de boleta, podrían salir beneficiados.
Según pudo saber La Política Online, Bullrich llamó a Carrió para anticiparle lo que su dirigente estaba por hacer. La candidata presidencial le contestó que quería hablar con Parodi. Pero cuando se comunicó por teléfono, no lo dejó hablar, comenzó a gritarle y terminó cortando la comunicación. "Esa charla lo terminó de convencer. Ni siquiera se puede conversar con ella", explicaron fuentes cercanas al dirigente.
"No me van a echar"
El sector que responde a Bullrich le cuestiona a Carrió su errática estrategia de cara a los comicios de octubre, y con los resultados de las primarias a la vista, están decididos a dar la pelea para imponer un nueva visión. Básicamente, critican su purismo, y su conducción unipersonal y verticalista. "No puede ser que si la contradecís, sos el diablo, un corrupto o un inmoral", se quejan.
En ese mismo marco, defienden la decisión de Parodi. "Cuando en muchísimas otras localidades los que se bajaron fueron del ARI, no dijeron nada. Ahora que es uno de Unión por Todos, salen a fogonear los rumores de que hay un acuerdo secreto con el PRO. Y eso no es así", se defienden.
En medio de una guerra silenciosa que cada día se hace más visible, los asesores de Bullrich dicen que estaría dispuesta a dar la pelea y que no pasará al macrismo. "No me van a echar", le habría dicho enojada a su círculo más cercano, en referencia a la operación que, según la diputada, los "Lilitos" están utilizando para desprestigiarla. (La Política OnLine).
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