Los trasplantes de córnea pueden restaurar la visión cuando este tejido está opaco, ya sea por edema o por otras causas. Muchos de estos pacientes no pueden leer ni deambular e, incluso, algunos tienen dolor y fotofobia intensa.
Nicolás Fernández Meijide, jefe de la sección córnea y miembro de la sección refractiva del Hospital Italiano de Buenos Aires, explicó que la mitad de los trasplantes de córnea "obedecen a una de estas dos patologías: secuelas de la cirugía de cataratas (en personas con predisposición al edema de córnea, o cirugías de catarata muy dura o avanzada) y a distrofia de Fuchs".
Fernández Meijide recordó que "antes, durante casi un siglo, se trasplantaba toda la córnea. Es decir, se extraía la córnea entera y se reemplazaba por una nueva".
"La córnea tiene 5 capas. La afección de su capa más interna -denominada endotelio corneal- es más común en mujeres de más de 50 años y se la conoce como distrofia de Fuchs. Ahora, tras una reciente innovación en la tecnología y técnica quirúrgica, se realiza una muy pequeña incisión, se retira la capa más interna (el endotelio corneal) y se la reemplaza por una sana, con mucha más seguridad durante el procedimiento quirúrgico y más rápida recuperación del confort y de la visión que, en cuestión de días o pocas semanas, permiten al paciente reanudar sus actividades cotidianas en forma normal, cuando antes demoraba meses o incluso más de un año la estabilidad de la visión", señaló el especialista.
El profesinal remarcó que "de los 45 mil trasplantes de córnea que se hacen anualmente en los Estados Unidos, el 40 por ciento es por esta técnica, es decir, con una pequeña incisión, mientras que hace sólo 5 años, este porcentaje era de sólo el 5 por ciento" y destacó que "este procedimiento ya se emplea con éxito en la Argentina".
Sobre la distrofia de Fuchs
La distrofia de Fuchs es más común en mujeres que en hombres. Los problemas de visión normalmente no aparecen antes de la edad de 50 años, aunque los médicos pueden ver signos de la enfermedad en personas afectadas a una edad más temprana, normalmente entre los 40 años.
Afecta la capa delgada de células que recubre la parte posterior de la córnea, una capa denominada endotelio. La enfermedad ocurre cuando estas células empiezan a morir lentamente (la causa se desconoce). Las células ayudan a bombear el exceso de líquido de la córnea y a medida que se pierden más y más células, el líquido empieza a acumularse allí, causando hinchazón y opacidad de la córnea.
Al principio, el líquido puede acumularse sólo durante el sueño, cuando el ojo está cerrado. A medida que la enfermedad empeora, se pueden formar pequeñas ampollas en el endotelio. Las ampollas se vuelven más grandes y puede romperse finalmente, causando dolor ocular. La distrofia de Fuchs también puede provocar que cambie la forma de la córnea, ocasionando problemas de visión adicionales.
Nicolás Fernández Meijide, jefe de la sección córnea y miembro de la sección refractiva del Hospital Italiano de Buenos Aires, explicó que la mitad de los trasplantes de córnea "obedecen a una de estas dos patologías: secuelas de la cirugía de cataratas (en personas con predisposición al edema de córnea, o cirugías de catarata muy dura o avanzada) y a distrofia de Fuchs".
Fernández Meijide recordó que "antes, durante casi un siglo, se trasplantaba toda la córnea. Es decir, se extraía la córnea entera y se reemplazaba por una nueva".
"La córnea tiene 5 capas. La afección de su capa más interna -denominada endotelio corneal- es más común en mujeres de más de 50 años y se la conoce como distrofia de Fuchs. Ahora, tras una reciente innovación en la tecnología y técnica quirúrgica, se realiza una muy pequeña incisión, se retira la capa más interna (el endotelio corneal) y se la reemplaza por una sana, con mucha más seguridad durante el procedimiento quirúrgico y más rápida recuperación del confort y de la visión que, en cuestión de días o pocas semanas, permiten al paciente reanudar sus actividades cotidianas en forma normal, cuando antes demoraba meses o incluso más de un año la estabilidad de la visión", señaló el especialista.
El profesinal remarcó que "de los 45 mil trasplantes de córnea que se hacen anualmente en los Estados Unidos, el 40 por ciento es por esta técnica, es decir, con una pequeña incisión, mientras que hace sólo 5 años, este porcentaje era de sólo el 5 por ciento" y destacó que "este procedimiento ya se emplea con éxito en la Argentina".
Sobre la distrofia de Fuchs
La distrofia de Fuchs es más común en mujeres que en hombres. Los problemas de visión normalmente no aparecen antes de la edad de 50 años, aunque los médicos pueden ver signos de la enfermedad en personas afectadas a una edad más temprana, normalmente entre los 40 años.
Afecta la capa delgada de células que recubre la parte posterior de la córnea, una capa denominada endotelio. La enfermedad ocurre cuando estas células empiezan a morir lentamente (la causa se desconoce). Las células ayudan a bombear el exceso de líquido de la córnea y a medida que se pierden más y más células, el líquido empieza a acumularse allí, causando hinchazón y opacidad de la córnea.
Al principio, el líquido puede acumularse sólo durante el sueño, cuando el ojo está cerrado. A medida que la enfermedad empeora, se pueden formar pequeñas ampollas en el endotelio. Las ampollas se vuelven más grandes y puede romperse finalmente, causando dolor ocular. La distrofia de Fuchs también puede provocar que cambie la forma de la córnea, ocasionando problemas de visión adicionales.
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