El Banco Central resolvió esta noche liberar los encajes de los depósitos en dólares por encima del 20 por ciento mínimo que mantiene el organismo monetario. La medida apunta a aumentar la disponibilidad de la divisa en los bancos, para que puedan enfrentar de manera más fluida los retiros de depósitos de los ahorristas y así llevar tranquilidad al mercado.
En otra autocrítica el estilo kirchnerista, el gobierno resolvió esta noche sumar una medida de alto impacto que apunta a terminar con los temores que generaron entre los ahorristas los controles de la AFIP a la compra de dólares.
El gobierno inició esta semana un discreto giro en su estrategia para enfrentar la fuga de divisas, que en la atropellada de medidas generó a alarma de los pequeños ahorristas que comenzaron a retirar sus depósitos de los bancos. En lugar de profundizar los controles ahora se está optando por dar garantías a los ahorristas de que los dólares están y si es su interés retirarlos de los bancos, facilitarles la tarea.
Se trata de un enfoque más acorde a la sicología de los mercados y es muy posible que cuando los ahorristas vean que los dólares están, muchos de ellos regresen a sus cuentas o directamente los dejen en ellas.
La medida técnica que tomó esta noche el Banco Central se instrumentó mediante la Comunicación "A" 5246 que flexibiliza la exigencia mínima de dólares que los bancos deben tener depositados en el ente monetario.
A partir de ahora, los bancos podrán disponer de todos los dólares que excedan el 20% del encaje y que no hayan sido destinados a préstamos. En el esquema vigente hasta esta modificación los bancos debían tener un encaje obligatorio del 20% inmovilizado en el Banco Central.
Del 80% restante, los bancos podían disponer de los dólares para prefinanciar exportaciones, y lo que quedara libre también debía integrar los encajes del Central. Ahora sólo se mantiene el 20% inicial el resto es de libre disponibilidad de los bancos que aumentan así su disponibilidad para enfrentar de manera más rápida la demanda de los ahorristas.
Esta medida se mantiene con una intensificación de la importación de billetes para terminar con las demoras que la falta de billetes físicos genera en algunas sucursales, sumando así otro elemento que dispara los rumores.
"Con esto se terminan los rumóres ridículos de que se venía otro corralito, esto es exactamente lo contrario", graficó a LPO una fuente del Gobierno.
En tanto que en diálogo con LPO el ex presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli, celebró la medida y estimó que contribuirá a tranquilizar a los ahorristas.
Pignanelli agregó que “los bancos tiene la situación más sólida y de mayor liquidez que recuerde y por lo tanto todos los rumores que circularon estos días son totalmente infundados”.
El economista si reconoció que el dólar está levemente atrasado –uno de los motivos que incidieron en el vuelco del mercado al dólar, que descontó una devaluación- y estimó que probablemente debería estar ubicado entre 4,5 y 4,6 pesos, aunque acaró que “el gobierno tiene tiempo y margen para ir acomodándolo”. (La Política OnLine).
En otra autocrítica el estilo kirchnerista, el gobierno resolvió esta noche sumar una medida de alto impacto que apunta a terminar con los temores que generaron entre los ahorristas los controles de la AFIP a la compra de dólares.
El gobierno inició esta semana un discreto giro en su estrategia para enfrentar la fuga de divisas, que en la atropellada de medidas generó a alarma de los pequeños ahorristas que comenzaron a retirar sus depósitos de los bancos. En lugar de profundizar los controles ahora se está optando por dar garantías a los ahorristas de que los dólares están y si es su interés retirarlos de los bancos, facilitarles la tarea.
Se trata de un enfoque más acorde a la sicología de los mercados y es muy posible que cuando los ahorristas vean que los dólares están, muchos de ellos regresen a sus cuentas o directamente los dejen en ellas.
La medida técnica que tomó esta noche el Banco Central se instrumentó mediante la Comunicación "A" 5246 que flexibiliza la exigencia mínima de dólares que los bancos deben tener depositados en el ente monetario.
A partir de ahora, los bancos podrán disponer de todos los dólares que excedan el 20% del encaje y que no hayan sido destinados a préstamos. En el esquema vigente hasta esta modificación los bancos debían tener un encaje obligatorio del 20% inmovilizado en el Banco Central.
Del 80% restante, los bancos podían disponer de los dólares para prefinanciar exportaciones, y lo que quedara libre también debía integrar los encajes del Central. Ahora sólo se mantiene el 20% inicial el resto es de libre disponibilidad de los bancos que aumentan así su disponibilidad para enfrentar de manera más rápida la demanda de los ahorristas.
Esta medida se mantiene con una intensificación de la importación de billetes para terminar con las demoras que la falta de billetes físicos genera en algunas sucursales, sumando así otro elemento que dispara los rumores.
"Con esto se terminan los rumóres ridículos de que se venía otro corralito, esto es exactamente lo contrario", graficó a LPO una fuente del Gobierno.
En tanto que en diálogo con LPO el ex presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli, celebró la medida y estimó que contribuirá a tranquilizar a los ahorristas.
Pignanelli agregó que “los bancos tiene la situación más sólida y de mayor liquidez que recuerde y por lo tanto todos los rumores que circularon estos días son totalmente infundados”.
El economista si reconoció que el dólar está levemente atrasado –uno de los motivos que incidieron en el vuelco del mercado al dólar, que descontó una devaluación- y estimó que probablemente debería estar ubicado entre 4,5 y 4,6 pesos, aunque acaró que “el gobierno tiene tiempo y margen para ir acomodándolo”. (La Política OnLine).
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