Tras haber aprobado las resoluciones que instrumentan los aumentos en luz y gas, el Gobierno eliminará también los subsidios en el servicio de agua potable y cloacas para un conjunto de actividades que deberán afrontar un ajuste tarifario del 230% .Por ahora afecta a bancos, telefónicas, casinos, petroleras y mineras, entre otras.
Al igual que en luz y gas, la primera quita total de los subsidios vigentes en las boletas de la estatal AYSA afectará a los bancos, financieras, aseguradoras, tarjetas de crédito, telefónicas, empresas de telefonía celular, juegos de azar, petroleras, mineras, aeropuertos y operadores de transporte fluvial de pasajeros, según publicó el diaro Clarín.
Los técnicos de AYSA aguardan la resolución-marco del área de Recursos Hídricos para poder aplicar las nuevas tarifas sin subsidios que tendrán un aumento ya definido del 230% que comenzará a facturarse desde el 1 de diciembre.
La primera medida del “operativo desmantelamiento de los subsidios” se conoció el martes con la resolución 1301 de la Secretaría de Energía que estableció los nuevos “precios de referencia estacionales de la energía no subsidiados” (PREENO). La aplicación de los nuevos valores horarios que oscilan entre $ 245,18 y $ 254,40 MWh implican una suba mínima del 150% en las tarifas finales que pagarán desde el próximo mes las empresas que pertenecen a los sectores afectados.
Pese a que los ministros Julio De Vido y Amado Boudou habían asegurado que la supresión inicial de los subsidios no iba a generarle problemas a las empresas, la Secretaría de Energía abrió el paraguas y dispuso la creación la creación de un “registro de excepciones” donde podrán acudir los usuarios que no puedan afrontar los nuevos valores plenos de la energía.
En el caso del gas, los aumentos por la eliminación de subsidios llegaron con una resolución del ENARGAS que amplió el alcance y subió el valor del cargo tarifario que había sido creado en 2008 para atender las importaciones de ese combustible.
En el caso de los comercios e industrias que fueron seleccionados para la quita de subsidios, se aprobó una suba de entre 7 y 8 veces en el cargo tarifario de importación de gas.
Según los cálculos de los técnicos del sector, ese salto en el cargo tarifario provocará un aumento del orden del 200% en las facturas finales.
Por el lado del sector residencial, hubo dos cambios. Por un lado, se extendió la aplicación del cargo tarifario a todos los usuarios hogareños.
Y por otro lado, se dispuso una suba de hasta 3,5 veces en el valor del cargo que estaba vigente para los medianos y altos consumos. Si bien ahora todos los usuarios residenciales tendrán el cargo “facturado” con los nuevos valores, en la práctica no tendrán que pagarlo porque se mantendrán los subsidios.
Con este mecanismo, el Gobierno busca dejar asentado que el subsidio residencial recae exclusivamente sobre el cargo tarifario de importación y que en cualquier momento puede ser levantado en forma total o parcial. (La Política OnLine).
Al igual que en luz y gas, la primera quita total de los subsidios vigentes en las boletas de la estatal AYSA afectará a los bancos, financieras, aseguradoras, tarjetas de crédito, telefónicas, empresas de telefonía celular, juegos de azar, petroleras, mineras, aeropuertos y operadores de transporte fluvial de pasajeros, según publicó el diaro Clarín.
Los técnicos de AYSA aguardan la resolución-marco del área de Recursos Hídricos para poder aplicar las nuevas tarifas sin subsidios que tendrán un aumento ya definido del 230% que comenzará a facturarse desde el 1 de diciembre.
La primera medida del “operativo desmantelamiento de los subsidios” se conoció el martes con la resolución 1301 de la Secretaría de Energía que estableció los nuevos “precios de referencia estacionales de la energía no subsidiados” (PREENO). La aplicación de los nuevos valores horarios que oscilan entre $ 245,18 y $ 254,40 MWh implican una suba mínima del 150% en las tarifas finales que pagarán desde el próximo mes las empresas que pertenecen a los sectores afectados.
Pese a que los ministros Julio De Vido y Amado Boudou habían asegurado que la supresión inicial de los subsidios no iba a generarle problemas a las empresas, la Secretaría de Energía abrió el paraguas y dispuso la creación la creación de un “registro de excepciones” donde podrán acudir los usuarios que no puedan afrontar los nuevos valores plenos de la energía.
En el caso del gas, los aumentos por la eliminación de subsidios llegaron con una resolución del ENARGAS que amplió el alcance y subió el valor del cargo tarifario que había sido creado en 2008 para atender las importaciones de ese combustible.
En el caso de los comercios e industrias que fueron seleccionados para la quita de subsidios, se aprobó una suba de entre 7 y 8 veces en el cargo tarifario de importación de gas.
Según los cálculos de los técnicos del sector, ese salto en el cargo tarifario provocará un aumento del orden del 200% en las facturas finales.
Por el lado del sector residencial, hubo dos cambios. Por un lado, se extendió la aplicación del cargo tarifario a todos los usuarios hogareños.
Y por otro lado, se dispuso una suba de hasta 3,5 veces en el valor del cargo que estaba vigente para los medianos y altos consumos. Si bien ahora todos los usuarios residenciales tendrán el cargo “facturado” con los nuevos valores, en la práctica no tendrán que pagarlo porque se mantendrán los subsidios.
Con este mecanismo, el Gobierno busca dejar asentado que el subsidio residencial recae exclusivamente sobre el cargo tarifario de importación y que en cualquier momento puede ser levantado en forma total o parcial. (La Política OnLine).
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