Luciani adelantó que buscará declarar a la ciudad “provida”. Rosso es coautora de un proyecto de ley para interrupción del embarazo. En el medio, la realidad que día a día enfrentan los profesionales del Hospital.
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina se practican 500 mil abortos clandestinos por año y por estas prácticas, 80 mil mujeres terminan hospitalizadas graves y 100 de ellas mueren. Apenas un puñado de datos de la realidad, sobre los que gira un debate que, parece, deberá esperar.
Si bien hay medios de comunicación que afirman que cerca del 80 por ciento de los argentinos está a favor del aborto cuando se trate de una violación o esté en peligro la salud de la madre, la estadística choca contra una maraña legislativa en la que se entrecruzan no menos de 50 proyectos que intentan legislar sobre la cuestión (http://www.despenalizacion.org.ar/legislacion_historialProy.html).
Con todo, semanas atrás se buscó dar un primer paso concreto, pero finalmente el tratamiento quedó estancado en la Cámara de Diputados de la Nación. El debate legislativo sobre la despenalización del aborto fue postergado para 2012 porque fracasó la recolección de las firmas necesarias para discutir el dictamen antes que concluya este año.
La decisión golpeó en los grupos que desde hace años participan en la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y que, semanas atrás, habían celebrado la apertura de la discusión en la Cámara.
El dictamen se cayó por la falta de dos firmas y ante ello el ministro de Justicia, Julio Alak, dijo que la despenalización del aborto "no es una prioridad" para el gobierno, lo que se interpretó como una señal del oficialismo para detener la discusión.
Lo mencionado sería el marco general del debate. Sin embargo, en Luján se registra una particularidad: el intendente electo Oscar Luciani quiere declarar a la ciudad "provida", oponiéndose de modo tajante a la despenalización del aborto, y recibirá el mando de Graciela Rosso, quien fuera coautora de un proyecto de ley para la interrupción voluntaria del embarazo.
CONTRAPUESTOS
Días después de su triunfo electoral. Luciani ratificó lo que había señalado durante la campaña. "Tengo el compromiso asumido y lo voy a cumplir. Quiero declarar a Luján ciudad provida".
Consultado por este medio sobre qué implicaba esa denominación, el concejal dijo: "Nosotros estamos completamente a favor de la vida. Ese compromiso lo asumí con diferentes instituciones y con representantes de Cultivida".
Afirmación que ligó a su religiosidad. "Espero que la relación con la Iglesia sea mucho mejor que la buena relación que tuvo Rosso. Soy católico, apostólico y romano. No seré un tipo que va todos los días a la Iglesia pero sí respeto los principios y cumplo con la mayoría de los preceptos de la Iglesia Católica. Además tengo una gran devoción por Virgen de Luján y ese es uno de los motivos por los cuales elegí esta ciudad. Me sentí muy cómodo en la tierra de la Virgen".
Por eso, Luciani vaticinó: "La relación que tendremos con la Iglesia será excelente. Me llamó monseñor Bruno y me enviaba los saludos de Agustín Radrizzani, quien quiere gestar una reunión para trabajar en conjunto".
Rosso, en cambio, fue una militante dentro del Congreso de la Nación para la sanción de un proyecto de ley que redactó junto a Marta Susana De Brasi, Araceli Mendez de Ferreyra, Eduardo Di Pollina, Diana Conti, María del Carmen Rico, María Carmona y Silvia Augsburger.
La iniciativa planteaba que "toda mujer tiene derecho a interrumpir voluntariamente su embarazo en las siguientes circunstancias: antes de los 90 días de gestación; después de los 90 días de gestación si el embarazo o el parto implican un grave peligro para la vida de la mujer, o si se ha diagnosticado la inviabilidad de vida extrauterina".
En su artículo 2º se fijaba que el Estado, a través de los servicios de salud, "debe asistir a la mujer embarazada informándola sobre los derechos que le corresponden en relación a la legislación vigente, y sobre los servicios sociales, sanitarios y asistenciales existentes; informándola sobre la posibilidad de la adopción y/o sobre los programas de ayuda social y económica para la maternidad; asesorándola, a través de un equipo interdisciplinario, en todo lo concerniente a la interrupción del embarazo, antes y después de la intervención y que la interrupción del embarazo debe ser practicada por un médico del servicio obstétrico-ginecológico de los servicios de salud, siendo requisito previo inexcusable que la paciente otorgue su
consentimiento informado. No se requiere consentimiento del cónyuge o conviviente ni autorización judicial".
El proyecto fue girado a las Comisiones de Acción Social y Salud Pública y Legislación Penal. Allí quedó, hasta la actualidad.
APUNTES MÉDICOS
Consultados por este medio, profesionales del área de ginecología y obstetricia –que trabajan en establecimientos públicos- ayudaron a realizar una aproximación a la problemática.
Indican que en la actualidad las mujeres que deciden abortar utilizan una pastilla (en general, Oxaprost) y en las primeras semanas del embarazo llegan al Hospital con una amenaza de aborto, un aborto en curso o un aborto incompleto. Eso dependerá de cómo responde el organismo de cada mujer a esa pastilla.
"Los médicos debemos suponer que utilizó esa pastilla porque el organismo así lo demuestra, por más que en la mayoría de los casos lo nieguen. Es una pastilla que tiene extremado su método de expendio, pero las pacientes igualmente la consiguen", indicó un especialista en ginecología y obstetricia.
Con esa práctica, se calcula que en Luján disminuyó el 50 por ciento de la mortalidad y morbolidad relacionada con el aborto ilegal. Salida que, cabe señalarlo, en general busca en la salud pública la mujer de escasos recursos económicos. "Quienes tienen medios lo resuelven en otro nivel", admiten los profesionales.
¿Cómo actúa un médico del Hospital ante una paciente que llega con síntomas abortivos? Se hace un protocolo médico y si no hay lesión en el cuello del útero, los profesionales deben suponer qué fue lo que sucedió hasta llegar al Hospital. "Los juicios están a la hora del día y para que un médico en Luján se involucre con un aborto, sólo debe tratarse de un caso de vida o muerte de la paciente", admitió un médico del Hospital.
¿Qué hacen los médicos ante el pedido de abortar? Se le plantea a la paciente que no pueden ayudarla a realizar un aborto y se incita a desarrollar todas las medidas preventivas para que conserve el embarazo. Se hacen ecografías y análisis "pero a nadie se le cruza por la cabeza acceder a un pedido de aborto", aseguran.
Si se legaliza la interrupción de un embarazo, la ley siempre amparará al médico que por razones religiosas se niega a practicarlo. Desde el Hospital alertan que años atrás sucedió lo mismo con la ligadura de trompas y también hubo inconvenientes con los primeros pacientes con HIV. Además, hay que contemplar que hay médicos que trabajan en establecimientos donde el margen es nulo para actuar en dirección a un aborto, como es el caso del Hospital Austral, entre otros.
Despojados de la creencia religiosa, las fuentes consultadas por este medio aseguran que la despenalización del aborto haría desaparecer a la ilegalidad y todas las complicaciones se disminuirían drásticamente. "Porque las acciones mal practicadas derivan en caso de chicas de 16 años sin el útero. Y bajarían los riesgos para chicas de escasos recursos, que terminan recurriendo a cualquier mano de obra o una partera de un barrio", afirmó un jefe de sección del Hospital.
La palabra de la Directora de Medicina Preventiva
"En algunos municipios el panorama es terrible"
Como consecuencia de la ilegalidad declarada por el Estado para las prácticas abortivas, las realidades locales resultan difíciles de cuantificar estadísticamente. En ese marco, la experiencia resulta uno de los parámetros posibles para acercarse a la problemática.
Consultada por este medio, la directora de Medicina Preventiva, Adriana Fernández, recordó que el año pasado en el Hospital Municipal se produjo el fallecimiento de una mujer de unos 20 años como consecuencia de un aborto. La llegada al nosocomio local de la joven ocurrió después de haber recibido "la práctica de un aborto en pésimas condiciones, como sucede siempre con las mujeres pobres".
La funcionaria destacó que, por suerte, en lo que va del año los registros oficiales no incluyen ningún fallecimiento por esa causa. Sin embargo, esa misma ilegalidad del acto dificulta la conformación de un cuadro de situación real: "No sabemos si recurren a otros hospitales".
Fernández también detalló que en otros municipios que comparten la misma región sanitaria con Luján la experiencia cotidiana arroja un panorama claramente distinto: "En algunos distritos cercanos el panorama es terrible, con cifras muy altas de víctimas por abortos en pésimas condiciones".
En el plano local, la Dirección de Medicina Preventiva apunta todos sus esfuerzos a trabajar en consejerías de salud sexual, en muchos casos directamente en las escuelas. La otra pata consiste en facilitar los métodos anticonceptivos gratuitos a los fines de evitar embarazos no deseados.
"Para nosotros una mujer que viene a buscar un anticonceptivo es una emergencia, por lo tanto no hay un turno para esa mujer, sino que hay que atenderla en cualquier momento. Eso se trabaja a través del Programa Nacional Remediar. Después de los 14 años pueden ir solas a buscar el método anticonceptivo, salvo aquellas mujeres que antes de esa edad ya hayan quedado embarazadas, algo que ocurre bastante". (El Civismo).
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina se practican 500 mil abortos clandestinos por año y por estas prácticas, 80 mil mujeres terminan hospitalizadas graves y 100 de ellas mueren. Apenas un puñado de datos de la realidad, sobre los que gira un debate que, parece, deberá esperar.
Si bien hay medios de comunicación que afirman que cerca del 80 por ciento de los argentinos está a favor del aborto cuando se trate de una violación o esté en peligro la salud de la madre, la estadística choca contra una maraña legislativa en la que se entrecruzan no menos de 50 proyectos que intentan legislar sobre la cuestión (http://www.despenalizacion.org.ar/legislacion_historialProy.html).
Con todo, semanas atrás se buscó dar un primer paso concreto, pero finalmente el tratamiento quedó estancado en la Cámara de Diputados de la Nación. El debate legislativo sobre la despenalización del aborto fue postergado para 2012 porque fracasó la recolección de las firmas necesarias para discutir el dictamen antes que concluya este año.
La decisión golpeó en los grupos que desde hace años participan en la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y que, semanas atrás, habían celebrado la apertura de la discusión en la Cámara.
El dictamen se cayó por la falta de dos firmas y ante ello el ministro de Justicia, Julio Alak, dijo que la despenalización del aborto "no es una prioridad" para el gobierno, lo que se interpretó como una señal del oficialismo para detener la discusión.
Lo mencionado sería el marco general del debate. Sin embargo, en Luján se registra una particularidad: el intendente electo Oscar Luciani quiere declarar a la ciudad "provida", oponiéndose de modo tajante a la despenalización del aborto, y recibirá el mando de Graciela Rosso, quien fuera coautora de un proyecto de ley para la interrupción voluntaria del embarazo.
CONTRAPUESTOS
Días después de su triunfo electoral. Luciani ratificó lo que había señalado durante la campaña. "Tengo el compromiso asumido y lo voy a cumplir. Quiero declarar a Luján ciudad provida".
Consultado por este medio sobre qué implicaba esa denominación, el concejal dijo: "Nosotros estamos completamente a favor de la vida. Ese compromiso lo asumí con diferentes instituciones y con representantes de Cultivida".
Afirmación que ligó a su religiosidad. "Espero que la relación con la Iglesia sea mucho mejor que la buena relación que tuvo Rosso. Soy católico, apostólico y romano. No seré un tipo que va todos los días a la Iglesia pero sí respeto los principios y cumplo con la mayoría de los preceptos de la Iglesia Católica. Además tengo una gran devoción por Virgen de Luján y ese es uno de los motivos por los cuales elegí esta ciudad. Me sentí muy cómodo en la tierra de la Virgen".
Por eso, Luciani vaticinó: "La relación que tendremos con la Iglesia será excelente. Me llamó monseñor Bruno y me enviaba los saludos de Agustín Radrizzani, quien quiere gestar una reunión para trabajar en conjunto".
Rosso, en cambio, fue una militante dentro del Congreso de la Nación para la sanción de un proyecto de ley que redactó junto a Marta Susana De Brasi, Araceli Mendez de Ferreyra, Eduardo Di Pollina, Diana Conti, María del Carmen Rico, María Carmona y Silvia Augsburger.
La iniciativa planteaba que "toda mujer tiene derecho a interrumpir voluntariamente su embarazo en las siguientes circunstancias: antes de los 90 días de gestación; después de los 90 días de gestación si el embarazo o el parto implican un grave peligro para la vida de la mujer, o si se ha diagnosticado la inviabilidad de vida extrauterina".
En su artículo 2º se fijaba que el Estado, a través de los servicios de salud, "debe asistir a la mujer embarazada informándola sobre los derechos que le corresponden en relación a la legislación vigente, y sobre los servicios sociales, sanitarios y asistenciales existentes; informándola sobre la posibilidad de la adopción y/o sobre los programas de ayuda social y económica para la maternidad; asesorándola, a través de un equipo interdisciplinario, en todo lo concerniente a la interrupción del embarazo, antes y después de la intervención y que la interrupción del embarazo debe ser practicada por un médico del servicio obstétrico-ginecológico de los servicios de salud, siendo requisito previo inexcusable que la paciente otorgue su
consentimiento informado. No se requiere consentimiento del cónyuge o conviviente ni autorización judicial".
El proyecto fue girado a las Comisiones de Acción Social y Salud Pública y Legislación Penal. Allí quedó, hasta la actualidad.
APUNTES MÉDICOS
Consultados por este medio, profesionales del área de ginecología y obstetricia –que trabajan en establecimientos públicos- ayudaron a realizar una aproximación a la problemática.
Indican que en la actualidad las mujeres que deciden abortar utilizan una pastilla (en general, Oxaprost) y en las primeras semanas del embarazo llegan al Hospital con una amenaza de aborto, un aborto en curso o un aborto incompleto. Eso dependerá de cómo responde el organismo de cada mujer a esa pastilla.
"Los médicos debemos suponer que utilizó esa pastilla porque el organismo así lo demuestra, por más que en la mayoría de los casos lo nieguen. Es una pastilla que tiene extremado su método de expendio, pero las pacientes igualmente la consiguen", indicó un especialista en ginecología y obstetricia.
Con esa práctica, se calcula que en Luján disminuyó el 50 por ciento de la mortalidad y morbolidad relacionada con el aborto ilegal. Salida que, cabe señalarlo, en general busca en la salud pública la mujer de escasos recursos económicos. "Quienes tienen medios lo resuelven en otro nivel", admiten los profesionales.
¿Cómo actúa un médico del Hospital ante una paciente que llega con síntomas abortivos? Se hace un protocolo médico y si no hay lesión en el cuello del útero, los profesionales deben suponer qué fue lo que sucedió hasta llegar al Hospital. "Los juicios están a la hora del día y para que un médico en Luján se involucre con un aborto, sólo debe tratarse de un caso de vida o muerte de la paciente", admitió un médico del Hospital.
¿Qué hacen los médicos ante el pedido de abortar? Se le plantea a la paciente que no pueden ayudarla a realizar un aborto y se incita a desarrollar todas las medidas preventivas para que conserve el embarazo. Se hacen ecografías y análisis "pero a nadie se le cruza por la cabeza acceder a un pedido de aborto", aseguran.
Si se legaliza la interrupción de un embarazo, la ley siempre amparará al médico que por razones religiosas se niega a practicarlo. Desde el Hospital alertan que años atrás sucedió lo mismo con la ligadura de trompas y también hubo inconvenientes con los primeros pacientes con HIV. Además, hay que contemplar que hay médicos que trabajan en establecimientos donde el margen es nulo para actuar en dirección a un aborto, como es el caso del Hospital Austral, entre otros.
Despojados de la creencia religiosa, las fuentes consultadas por este medio aseguran que la despenalización del aborto haría desaparecer a la ilegalidad y todas las complicaciones se disminuirían drásticamente. "Porque las acciones mal practicadas derivan en caso de chicas de 16 años sin el útero. Y bajarían los riesgos para chicas de escasos recursos, que terminan recurriendo a cualquier mano de obra o una partera de un barrio", afirmó un jefe de sección del Hospital.
La palabra de la Directora de Medicina Preventiva
"En algunos municipios el panorama es terrible"
Como consecuencia de la ilegalidad declarada por el Estado para las prácticas abortivas, las realidades locales resultan difíciles de cuantificar estadísticamente. En ese marco, la experiencia resulta uno de los parámetros posibles para acercarse a la problemática.
Consultada por este medio, la directora de Medicina Preventiva, Adriana Fernández, recordó que el año pasado en el Hospital Municipal se produjo el fallecimiento de una mujer de unos 20 años como consecuencia de un aborto. La llegada al nosocomio local de la joven ocurrió después de haber recibido "la práctica de un aborto en pésimas condiciones, como sucede siempre con las mujeres pobres".
La funcionaria destacó que, por suerte, en lo que va del año los registros oficiales no incluyen ningún fallecimiento por esa causa. Sin embargo, esa misma ilegalidad del acto dificulta la conformación de un cuadro de situación real: "No sabemos si recurren a otros hospitales".
Fernández también detalló que en otros municipios que comparten la misma región sanitaria con Luján la experiencia cotidiana arroja un panorama claramente distinto: "En algunos distritos cercanos el panorama es terrible, con cifras muy altas de víctimas por abortos en pésimas condiciones".
En el plano local, la Dirección de Medicina Preventiva apunta todos sus esfuerzos a trabajar en consejerías de salud sexual, en muchos casos directamente en las escuelas. La otra pata consiste en facilitar los métodos anticonceptivos gratuitos a los fines de evitar embarazos no deseados.
"Para nosotros una mujer que viene a buscar un anticonceptivo es una emergencia, por lo tanto no hay un turno para esa mujer, sino que hay que atenderla en cualquier momento. Eso se trabaja a través del Programa Nacional Remediar. Después de los 14 años pueden ir solas a buscar el método anticonceptivo, salvo aquellas mujeres que antes de esa edad ya hayan quedado embarazadas, algo que ocurre bastante". (El Civismo).
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