martes, enero 10, 2012

Restaurantes colmados, un síntoma de las vacaciones en Pilar

El verano en el distrito evidencia un fenómeno bien pilarense. Porque mientras muchos vecinos emigran temporariamente durante los meses de enero y febrero a descansar al mar o a la montaña, otros llegan, a modo de compensación, para disfrutar de las piletas, jardines, quinchos y parrillas de las quintas, countries y barrios privados.
Por lo tanto, los que llegan como los que se quedan buscan alternativas para pasar sus días de la mejor manera posible. Y, en ese sentido, los restaurantes, parrillas y pizzerías ubicadas a lo largo del corredor gastronómico de la Panamericana parecen ser las grandes elegidas.
Una muestra de eso es que la gran mayoría de los restaurantes situados en aquella zona registran colas y listas de espera para poder conseguir una mesa, principalmente por las noches.
En tanto, en los mediodías de los fines de semana, la concurrencia también excede en los meses de vacaciones largamente a la que se contabiliza durante el resto de la temporada.
Los que se animan a cuantificar ese fenómeno hablan de una diferencia positiva de un 20% durante la época estival en lo que respecta a la cantidad de cubiertos diarios.
Por su parte, a lo largo de los días de semana, los menús ejecutivos son la vedette y el principal motor para que los restaurantes atraigan con motivo de las vacaciones un número de comensales bastante superior al que se registra en otros tramos del año. Los valores de estas propuestas oscilan entre los 35 y 50 pesos e incluyen, por lo general, bebida (gaseosa, chop o copa de vino), plato principal y postre o café

Shopping gastronómico
La mayor variedad de ofertas emplazadas a lo largo del corredor gastronómico del Ramal Pilar de la autopista se concentran en el shopping Torres del Sol, que adoptó en los últimos años un perfil enfocado predominantemente a la gastronomía.
Allí pueden encontrarse propuestas muy atractivas como la que brinda el restaurante-parrilla Tinto y Soda, Porto Pizza, Itamae Sushi, Banchero o Azul profundo, entre otras alternativas con variados menúes.
Las veredas con mesas, sillas y sombrillas, las plataformas que emulan terrazas al aire libre para sentarse a comer o a tomar algo entre amigos o en familia son las principales características de este aggiornado espacio.
Otros puntos neurálgicos en lo que tiene que ver con la radicación de espacios orientados a la gastronomía son el complejo Village Cines, el shopping Las Palmas del Pilar y el edificio de oficinas inteligentes Bureau Pilar.

Comercio a prueba de verano
El verano suele ser en muchos lugares que no se caracterizan por atraer afluencia turística una época de vacas flacas para muchos rubros comerciales debido a la gente que emigra hacia distintos centros vacacionales
Sin embargo, el presidente de la cámara de comercio de Pilar (SCIPA), Daniel Castro, se mostró confiado en que el nivel de actividad comercial no decaerá durante los meses de verano en el centro de Pilar, debido a que –explicó- “si bien hay gente que se va de vacaciones hay otra que viene a veranear a la ciudad”, con lo cual se da un fenómeno de “compensación”.

En números
El fenómeno gastronómico
Según datos publicados por el Suplemento Especial “Pilar en números”, que acompañó la edición aniversario de El Diario en mayo del año pasado, 19.300 personas circulan por los restaurantes locales durante un sábado por la noche, en temporada alta. 12.500 lo hacen al mediodía. 157 restaurantes funcionan en todo el distrito. 17 de ellos en el Shopping Torres del Sol. A razón de 9 por año se inauguraron en los últimos 6 años. 48 pesos es el precio promedio de lo que se abona por persona para almorzar afuera por un menú estándar. 21 boliches y bares habilitados funcionan en Pilar. 75 pesos promedio le cuesta a un hombre salir a bailar una noche. 10 pesos menos a una mujer. 20 pesos es el precio promedio de un trago y 45 el de una entrada a un boliche. (Pilar a Diario).

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