martes, octubre 30, 2012

Malvinas Argentinas. Mujeres Temperamentales del Siglo XXI. Por Laura Casto.

¿Es posible que la liberación femenina y su expansión en las estructuras sociales que siempre le pertenecieron al hombre, esté generando la violencia de género? Y si fuera así ¿Qué se debe hacer para resolver esta situación? ¿La mujer debe retroceder y regresar a su "lugar de origen" el hogar y los hijos? O ¿El hombre debe asimilar la nueva posición social y el nuevo rol femenino? La mujer no solo ha cambiado. La mujer ha evolucionado. ¿Podrá el hombre evolucionar junto a ella y asimilar estos cambios? 


La mujer siempre ha tenido la ardua tarea de llevar adelante la primer y más importante empresa de la sociedad, "La Familia". Le ha tocado cuidar del hogar y criar a los hijos, como si el hombre fuera menos responsable. A él le correspondía traer el sustento y leer el diario los domingos, aunque también se ocupaba (no siempre) del mantenimiento de la casa. ¿Impulsada por la economía, por la globalización? No se por qué, pero la mujer comenzó a trabajar fuera de su casa. Realizando tareas y desempeñando profesiones relacionadas con la mujer, como la peluquería, la cocina, la decoración, etc. Y también ganando, en la mayoría de los casos, menos que el hombre. Sin embargo al llegar el siglo XXI la mujer dio un salto evolutivo. Tiene poder y presencia social como nunca antes. 
Hace unos días, vi en un hospital, a una mujer de seguridad lavando una patrulla y a un hombre de seguridad recorriendo los alrededores. Unos minutos más tarde unos hombres y unas mujeres familiares de un enfermo que estaba en la guardia, comenzaron a gritar y a protestar. En ese momento me acerqué. Pude ver y escuchar cómo uno de estos hombres insultaba a la mujer de seguridad (por razones que no vienen al caso). Sí. Los insultos no eran para los empleados de seguridad sino para la mujer de seguridad, a quien este hombre le agredía con toda clase de improperios verbales. Entonces, sucedió algo que me sorprendió. El empleado de seguridad  que  acompañaba  a la mujer, se acercó al hombre familiar del internado y le pidió que dejara de agredir a su compañera. 
Podemos ver que las mujeres han alcanzado todos los estratos profesionales masculinos. Golfistas, abogadas, médicas, artistas, directoras de medios masivos de comunicación y hasta Presidente de la Nación. Lo mismo discuten de futbol que de un vestido de diseñador. 



"Tenemos que llegar a una igualdad social para salir adelante, […] para eso el hombre tiene que ponerse al lado de la mujer, y lo está haciendo".


Esto nos dice Alicia N. Schreiner de 66 años de edad. Ella es carnicera en el Supermercado El Volcán en Villa de Mayo, en la esquina de las calles Sucre y  Lujan. Detrás del mostrador nos encontramos con una hermosa mujer, con la imagen de quien acaba de salir del salón de belleza. Forzada por una separación decide aprovechar una oportunidad. "Si algo tengo que agradecerle a mi ex esposo es el oficio de carnicera" nos dice. Hace veintitrés años que Alicia mantiene a su familia con su carnicería.  Al principio eran los hombres quienes estaban más sorprendidos. Ella lo notaba por las caras que hacían cuando esperaban a ser atendidos. Es verdad que para llegar a ser carnicera, Alicia aprendió de un hombre y también  recibió la oportunidad de tener su carnicería de otro hombre, su hermano. Sin embargo ella le debe su mayor éxito a una mujer ¡Ella misma!
Por supuesto que existen los mandatos de nuestros ancestros. Nos dicen que la mujer debe casarse, tener hijos, y si quiere trabajar debe hacerlo sin abandonar su rol de "ama de casa" (fregar y fregar y fregar) como un interminable cuento de cenicienta donde nunca llega un príncipe azul a rescatarlas. Las temperamentales mujeres del siglo XXI no esperan ser rescatadas, sino que aprovechan las oportunidades o las generan como Alicia N. Schreiner
Por otro lado, podemos decir que existen hombres que se adaptan mejor a los cambios. Que no se sienten amenazados por el nuevo rol de la mujer, sino que lo asimilan. 

"Nacimos con el garrote en la mano".


Bromea Julio R. Rojo, de 59 años, profesor de golf en Driving  Range de  Del Viso. Fue también Conductor y productor del programa Ollo 19, en Telered.  Él nos cuenta que la mujer tiene una relación diferente con la pelota. En tanto que, en términos generales, el hombre quiere implementar la fuerza en el golf, la mujer logra desarrollar una afinidad con la pelota. De esta forma le saca ventaja al hombre. Tal es así, que él como profesor aconseja a muchos hombres, que observen a las mujeres profesionales del Golf, como Victoria Tanco,  por ejemplo, a quien tuvo el agrado de entrevistar en su programa. Esta jovencita con tan solo 18 años está representando a la Argentina en E.E.U.U. como una campeona. (A los 11 años ganó su primer torneo internacional, en EE.UU. y a los 14 años alcanzó el Nº 1 del Ranking Americano Juniors. En 2008 y 2009 fue nombrada Jugadora del Año Junior en EE.UU).
Sin embargo, no podemos dejar de lado, la existencia de algunos clubes muy tradicionalistas, que priorizan al hombre ante la mujer. "Si la mujer está jugando y vienen algunos hombres, la mujer está obligada a ceder el paso para que jueguen primero los hombres".  Esto sería un reflejo de la realidad cotidiana de algunos sectores de la sociedad, donde la mujer, solo por ser mujer, debe dar un paso atrás. Cuando la mujer no está dispuesta a dar ese paso atrás, aparece la zona de conflicto. Julio R. Rojo reconoce que algunos hombres  están "incómodos" por esta nueva actitud de la mujer. Otros "muchos tienen, sin darse cuenta, una actitud de dominación y castigo hacia la pelota, como si fuera parte de su ADN. Lo trae de la época de las cavernas".  La mujer en cambio es más suave, juega con el corazón. Se lo toma con calma, está más en el presente. Y el presente nos dice, que la mujer está dando un paso más allá. No porque quiera ser mejor que el hombre, sino porque busca siempre superarse a si misma. 
Finalmente nos dice "La mujer es un ser maravilloso al que todos le tenemos que estar agradecidos, porque venimos de ella". 
Determinar lo que es justo y lo que es injusto, no parece ser una tarea  sencilla. Pero no hay ninguna duda respecto a la violencia. Nunca es justa. Nunca es Justificable. En ningún caso es admisible. De manera que, si algunos hombres se ven amenazados, o "incómodos", ellos están invitados a reflexionar, a buscar ayuda. La mujer está creciendo y es natural que espere del hombre lo mismo. Porque él ha sido siempre su compañero, y si quiere seguir siéndolo, pues debe seguirle el paso.



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