viernes, febrero 02, 2007

SE INAUGURÓ EL JARDÍN DE LOS ABRAZOS EN LA VILLA 15. EL SUEÑO DE LOS HIJOS

BUENOS AIRES, Febrero 02, (PUNTO CERO) Ayer a las 10:30 horas en la Villa 15 se inauguró el “Jardín de los Abrazos”, un jardín maternal con capacidad para 250 chicos construido dentro del edificio recuperado conocido como el Elefante Blanco.
Las Madres junto a compañeros, docentes de la UPMPM, familiares y amigos, y el cantautor Víctor Heredia recorrieron cada rincón del resplandeciente “Jardín de los Abrazos”. En las salas, cada una de un color diferente, se veían las mesas y sillas, las cunas, cambiadores, y hasta los juguetes con los que a partir del próximo lunes jugarán los chicos.
Luego, en un improvisado escenario en la parte trasera del Elefante Blanco, se realizó el conmovedor acto de apertura. Sergio Shoklender, coordinador del proyecto, ofició de presentador. Primero fue la palabra de los vecinos del barrio, Darío el presidente de la Villa 15 dijo que “estamos muy agradecidos porque esto es real, lo que toda la vida nos engrupieron hoy lo tenemos a la vista. Esto no se termina acá. Vamos a hacer todo lo mejor para nuestro barrio, para nuestra gente. Con el apoyo de las Madres de Plaza de Mayo y nuestro trabajo estamos haciendo esto.” Luego refiriéndose al Elefante Blanco, agregó, “acá tenemos un monstruo que estuvo durante años sin utilizar, hoy tenemos una guardería para nuestros pibes. Y tenemos que seguir.”
Pocho, el presidente del Núcleo Habitacional, afirmó que “en tres meses se está haciendo lo que otros nos habían prometido que se iba a hacer en tres años. Se abrieron fuentes de trabajo para nuestro barrio, para las mujeres, para nuestros compañeros. Ellos ya no dependen de un plan, si no que dependen de su trabajo, que es lo que buscamos todos. Los vecinos del Elefante Blanco y de alrededor no viven bien, ellos también necesitan una vivienda como la que hoy vamos a tener nosotros. Ellos también tienen derecho a esa vivienda. Necesitamos que ellos vivan dignamente como vivimos nosotros; y crear fuentes de trabajo. Ninguna empresa privada, que se lleve la plata a otro lado, ni nada. Acá lo que es del pueblo queda acá. Queda acá, nadie se lleva nada, por más obstáculos que quieran poner, malestar que quieran crear…Vamos a tener inconvenientes, como ya hemos tenido, pero por más palos en la rueda que quieran poner, esto no se va a parar. Este es el sueño de todos, y capaz que estamos cumpliendo el sueño que sus hijos quisieron hacer, capaz que tenemos la fortuna de hacerlo nosotros.” Con esas últimas palabras despertó un aplauso intenso de todos los presentes.
Graciela la delegada de las familias que viven en el Elefante Blanco, expresó “yo también le doy gracias a las Madres y a toda la lucha nuestra, de la gente que no tenía donde vivir después del incendio de diciembre, luchamos muchísimo con los vecinos. Nos chamuyaron tanto, nos decían que sí que iban a hacer la vivienda, y nunca hacían nada. Les damos gracias a las Madres, porque todos pasaban por acá, decían que iban a hacer cosas y nada, y ahora estoy tan orgullosa de que tenemos una guardería; y de que seamos los propios vecinos los que estamos haciendo esto”.
Luego Víctor Heredia, antes de cantar, compartió sus pensamientos, “estoy tratando de aguantar la emoción, porque una cosa es cuando a uno se lo cuentan, pero otra es verlo. Hebe me contó lo que estaban haciendo aquí los compañeros, este impulso de amor, sinceramente no tiene otro nombre lo que ustedes han concebido aquí. A los chicos, estos chicos que van a representar el futuro de nuestro país, y qué futuro podrían tener si no tuvieran este amor que ustedes les están regalando. Por qué esto no se trata sólo de ideología o de política, se trata de un verdadero amor. Y este ejemplo que las Madres dan merece el aplauso y merece la emoción. Cuando me invitaron me sentí muy halagado, y ahora quiero comprometerme, por qué una cosa es venir de prestado y ver lo que hicieron los demás, y otra cosa es ser parte. Vamos a organizar algún concierto para juntar fondos, o para venir a cantar, porque sería maravilloso sentir que tengo algo que ver con esto.” Y sonaron los primeros acordes de “Sobreviviendo”.
Entonces habló la secretaria de Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos Aires, Gabriela Cerruti.
“Les quiero decir a cada uno de los que hicieron este trabajo, muchas gracias, y muchas gracias a Hebe y a cada una de las Madres, y muchas gracias a Sergio, y a todos los compañeros de las organizaciones sociales. Durante mucho tiempo nos acostumbraron a creer que eran sueños, y nosotros ahora creemos que estamos cumpliendo sueños; y esto no era un sueño, esto era un derecho. Es un derecho de todos ustedes tener estas casas, y tener este jardín. Y es una deuda de los gobiernos que fueron pasando que no los tengan. Ahora disfruten de este derecho que se está cumpliendo, y sepan que no le deben nada a nadie. Esto es algo que venía con ustedes y que era de ustedes, y que era una deuda de los demás, ustedes mismos están logrando que se lleve adelante.”
La voz de Víctor Heredia, anunció a modo de prólogo, “los hijos que no están acá, desde arriba están emocionándose y aplaudiendo esta maravilla que están haciendo las Madres . Estoy muy orgulloso de estar aquí, compañeros”. Y entonces resonó en el Elefante Blanco “Todavía cantamos”.
La temperatura superaba los 32 grados, “con este mismo calor, con este mismo sol, los compañeros con el casco y el uniforme de trabajo siguen construyendo todos los días esta realidad, no nos olvidemos de eso cuando a veces estamos un poco incómodos” recordó Sergio. “Los que hacemos esto somos muchísimos, Enrique, Patricia, Liliana, Juan, Oscar, y nada de esto hubiera sido posible sin la lucha de los hijos de las Madres y los 30 años de lucha de las Madres”.
“ Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”, se escuchaba, cuando era momento de escuchar a Hebe.
“Siempre parece que a uno le van a faltar las palabras... pero nunca, nunca hubiéramos imaginado las Madres vivir este momento. No creíamos que íbamos a llegar a este momento, sabíamos lo que habían amado nuestros hijos por lo cual dieron la vida, por un país mejor, por la justicia, por la equidad, por la dignidad, por la igualdad...por la libertad. Dieron su vida por esa hermosa palabra... libertad. Y luchamos y peleamos y nos golpearon y fuimos presas y pasaron muchísimas cosas, siempre hay dificultades cuando uno lucha pero teníamos un objetivo muy, pero muy claro: no abandonar a los hijos, no dar por muertos a los hijos, no cobrar por las vidas de los hijos. Elevarlos, reivindicarlos como revolucionarios, como guerrilleros. Son palabras hermosas, dignas de los hombres que en todas partes del mundo, hoy, todavía pelean por una América latina libre de verdad.
Nunca hubiéramos soñado este momento. Hace varios años yo les planteaba a las Madres ‘ Madres, ¿qué carajo hacemos con los pibes en situación de calle? No me banco más pasar y verlos. ¿ Qué les voy a decir?’ Uno no les pregunta nada porque le tiene miedo a la respuesta de esos pibes y no encontrábamos cómo. Y yo decía ya perseguimos a los milicos, ya hay miles de juicios, y hay abogados para eso, nosotras tenemos que hacer algo más. Y ese algo más llegó. Llegó por ese milagro del nuevo momento político si le queres poner un nombre. Por esta lucha que hemos desarrollado muchísimas organizaciones en este país, y ahora organizaciones sociales hermanas que están también trabajando, luchando y peleando. Compañeros que ustedes ven todos los días. Y esa sangre que nuestros hijos entregaron con tanta generosidad nunca es inútil, compañeros. Los pueblos nunca pierden. Se perderán batallas, pero no se pierde el objetivo por lo que ellos dieron la vida. Y hoy acá, lo que ustedes están haciendo es construir un nuevo país, no para ustedes ya, para sus hijos. Por eso nosotras queríamos que el jardín fuera el mejor, que tuviera lo mejor, porque sus hijos son los próximos ciudadanos que van a tener que gobernar y dirigir este país. Y no pueden empezar desde lo peor, a eso que ustedes fueron empujados, sino sabiendo - como dijeron Gabriela y Sergio- que no es un regalo, es el derecho que todos ustedes tuvieron y tienen que defender para seguir teniéndolos. Porque los derechos hay que defenderlos a capa y espada, peleando con el que sea porque los derechos son sus hijos.
Y cuando los veo trabajar en la obra, construyendo sus casas, cuando veo a las mujeres construir sus casas siento que no hemos perdido ni un minuto de tiempo, que todo esta fructificando acá, en la villa, en la ciudad luz que ya no será nunca mas oculta. En este Elefante Blanco que le vamos a dar sentido con escuelas, hospital, escuela técnica, secundaria, cine, teatro; todo lo que el barrio necesita. Y nunca más nos vamos a preguntar como antes, al principio ¿dónde están? Cuantas veces preguntamos por nuestros hijos, donde están.
Hoy nuestros hijos están acá”.

EL JARDÍN DE LOS ABRAZOS
El jardín va a albergar prioritariamente a los hijos de quienes que trabajan en la construcción de las 72 primeras viviendas del proyecto “Sueños compartidos” que impulsan las Madres . Pensado para chicos desde 45 días hasta cuatro años, está compuesto de seis salas, dos de lactantes, dos de deambuladores y dos integradas para chicos de tres y cuatro años. El comedor garantizará todas las comidas supervisadas por una nutricionista, considerando las necesidades de chicos celiácos, diabéticos y con diversos grados de desnutrición.
Contará con servicio médico y guardia de enfermería permanentes. Las maestras son tituladas, las ayudantes de sala serán madres cuidadoras del mismo barrio que hayan hecho alguna capacitación en crianza, y que continuarán formándose. El plantel estará conformado por 18 maestras, 18 ayudantes, cuatro cocineras, dos ayudantes de cocina, cuatro encargados de limpieza y un encargado de mantenimiento general.
Habrá una dirección y un área de coordinación pedagógica orientada al desarrollo infantil con un gabinete propio integrado por psicólogos, trabajadores sociales y psicopedagogos que atenderán las dificultades de desarrollo con la estimulación apropiada. A su vez, el equipo de niñez trabajará fuera del jardín, con las problemáticas familiares del barrio.
El “Jardín de los Abrazos” está avalado por el Ministerio de Educación de la Ciudad y la Subsecretaria de Niñez y Adolescencia del Ministerio de Derechos Humanos de la Nación, que han aportado tanto en la integración del equipo interdisciplinario como en la infraestructura. (PUNTO CERO).

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