BUENOS AIRES, Marzo 21, (PUNTO CERO) El equipo de la carrera de Ciencias de la Computación de la Universidad de Buenos Aires (UBA), integrado por Pablo Heiber, Francisco Roslan y Alejandro Deymonnaz, obtuvo el premio al campeón de Latinoamérica y el puesto número 14 entre las universidades finalistas del mundial de programación, organizado por la Association for Computing Machinery (ACM) y realizado en Tokio, Japón.
Los 10 primeros puestos de la final fueron para: la Warsaw University, de Polonia; la Tsinghua University, de China; la St. Petersburg University of IT, Mechanics and Optics, de Rusia; el Massachusetts Institute of Technology, de EE. UU.; la Novosibirsk State University, de Rusia; la Saratov State University, de Rusia; la Twente University, de Holanda; la Shanghai Jiao Tong University, de China; la University of Waterloo, de Canadá; la Moscow State University, de Rusia; la University of Auckland, de Nueva Zelanda; y el California Institute of Technology, de Estados Unidos.
De la competencia final participaron 88 equipos de universidades de todo el mundo, que previamente fueron seleccionados en alguna de las competencias regionales que se llevaron a cabo en todos los continentes, y de las que participaron más de 6099 equipos. El equipo argentino obtuvo el primer puesto en la competencia sudamericana del ACM-ICPC, realizada en Brasil.En esta oportunidad, el equipo dirigido por Darío Fischsbein tuvo que resolver problemas de naturaleza algorítmica. Nicolás Kicillof, director adjunto del Departamento de Computación de la UBA explicó que: “cada vez que terminan de hacer un programa, los alumnos deben enviarlo a un servidor central.
Los 10 primeros puestos de la final fueron para: la Warsaw University, de Polonia; la Tsinghua University, de China; la St. Petersburg University of IT, Mechanics and Optics, de Rusia; el Massachusetts Institute of Technology, de EE. UU.; la Novosibirsk State University, de Rusia; la Saratov State University, de Rusia; la Twente University, de Holanda; la Shanghai Jiao Tong University, de China; la University of Waterloo, de Canadá; la Moscow State University, de Rusia; la University of Auckland, de Nueva Zelanda; y el California Institute of Technology, de Estados Unidos.
De la competencia final participaron 88 equipos de universidades de todo el mundo, que previamente fueron seleccionados en alguna de las competencias regionales que se llevaron a cabo en todos los continentes, y de las que participaron más de 6099 equipos. El equipo argentino obtuvo el primer puesto en la competencia sudamericana del ACM-ICPC, realizada en Brasil.En esta oportunidad, el equipo dirigido por Darío Fischsbein tuvo que resolver problemas de naturaleza algorítmica. Nicolás Kicillof, director adjunto del Departamento de Computación de la UBA explicó que: “cada vez que terminan de hacer un programa, los alumnos deben enviarlo a un servidor central.
Esa computadora lo ejecuta, revisa los resultados y decide, con respecto a unos casos de prueba, si la solución es correcta. Cuando la computadora les avisa si el resultado es correcto o no, los alumnos tiene que decidir si lo corrigen o lo dejan de lado”. (PUNTO CERO).
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