BUENOS AIRES, Marzo 23, (PUNTO CERO-La Política OnLine) El secretario de Medios de la Nación está bajo la observación de la Oficina Anticorrupción por la presunta violación a la Ley de Ética Pública. A continuación, al artículo del diario Uno de Mendoza.
El secretario de Medios de la Nación, Enrique Pepe Albistur, está bajo la mira de la Oficina Anticorrupción (OA) debido a la presunta violación de la Ley de Ética Pública que cometió uno de sus principales asesores políticos, el licenciado Guillermo De Llela.
La Oficina Anticorrupción tiene probado que De Llela cobró simultáneamente durante meses un sueldo como director en el Ministerio del Interior y un salario como gerente del Grupo al Sur Sociedad Anónima, una de las empresas que hicieron millonario al secretario Albistur y que ahora dirige su hijo Ignacio.
Pero las supuestas irregularidades de Albistur y De Llela no terminan allí. De Llela únicamente se reportaba con el ministro Aníbal Fernández cuando debía firmar los expedientes que tramitaba como director nacional de Políticas Regionales del Ministerio del Interior, ya que trabajaba todo el tiempo en una oficina del primer piso de la Casa Rosada, que está a cinco metros del despacho del secretario Albistur.
El decreto 738/2005, firmado por Néstor Kirchner, Alberto Fernández y Aníbal Fernández, designó a Guillermo De Llela como director nacional del Ministerio del Interior y una resolución posterior fijó su salario en la suma de $6.599,60. Ese decreto, del 29 de junio de 2005, inauguró un extraño régimen laboral: De Llela cobraba en Interior y trabajaba para Albistur en la Secretaría de Medios.
Su jefe era Albistur y su empleador oficial Aníbal Fernández, quien lo citaba solo para que firmara los trámites que pertenecían a la Dirección Nacional de Políticas Regionales.
Mientras De Llela cobraba de los fondos del Ministerio del Interior y trabajaba para la Secretaría de Medios, Ignacio Albistur -hijo de Pepe- también le pagaba un salario a través de Grupo al Sur, una de las empresas argentinas más poderosas, vinculada a la publicidad callejera.
Hasta finales de 2006, Ignacio Albistur tenía en la nómina de Grupo al Sur a De Llela, que percibía como gerente de esa sociedad un sueldo de $7.984,95.
Investigación preliminar
La Oficina Anticorrupción envió un escrito a Grupo al Sur preguntando si De Llela cobraba un salario en esa empresa, y la respuesta formal provocó más de una sonrisa irónica entre los investigadores del Estado. La compañía fundada por Pepe Albistur y ahora manejada por su hijo Ignacio respondió que De Llela cobraba efectivamente $7.984,95 por un trabajo de ocho horas a la semana.
"Grupo al Sur y De Llela creen que no cometieron ninguna falta administrativa. Si De Llela hasta puso en su declaración jurada que percibía los dos sueldos. Para ellos no hay delito", comentó un funcionario que sigue día a día el expediente de la OA.
"¿Tanta plata por ocho horas de trabajo a la semana?", replicó UNO Mendoza. Aquí están pagando otra cosa…
El artículo 2 de la Ley de Ética Pública establece en su inciso F que los funcionarios públicos deben "abstenerse de utilizar información adquirida en el cumplimiento de sus funciones para realizar actividades no relacionadas con sus tareas oficiales o de permitir su uso en beneficio de intereses privados".
Para decirlo de otra manera: es posible que De Llela, que trabajaba al lado del secretario Albistur, silenciara cualquier información sensible de la Secretaría de Medios cuando dejaba la Casa Rosada y llegaba a Grupo al Sur, que está manejado por Ignacio Albistur y se dedica específicamente al negocio de la publicidad y los medios.
Situación complicada
Un primer indicio ya complica la situación jurídica de De Llela. El pasado 3 de enero de 2007 se abrieron los sobres para conocer los oferentes que iban a competir por el mobiliario urbano de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de un negocio millonario donde Grupo al Sur intenta quedarse con una de las tres zonas en que se dividirá el territorio porteño. Allí estaba De Llela.
Pero De Llela no está solo en el laberinto. El secretario Albistur deberá probar que no sabía que De Llela cobraba un sueldo en la empresa que fundó, que era director del Ministerio del Interior y que no trabajaba allí físicamente, sino a pocos metros de su oficina de la Secretaría de Medios con vista a la calle.
Una tarea imposible. Albistur pidió en Interior por De Llela, su hijo le paga el salario todos los meses y en cuanto al lugar cotidiano de trabajo, en la Casa Rosada se sabe que el secretario de Medios está comunicado puerta de por medio con su operador político.
Internas, presiones y negocios
El ministro Aníbal Fernández no tenía relación profesional con De Llela y no le gustaba tenerlo como una especie de "ñoqui" político de lujo. Sabía que reportaba a Albistur, y prefirió esperar su oportunidad para despegar de un caso que podría complicar su propia imagen política. A fin de año, la tuvo: alegó una reestructuración de la Dirección Nacional de Políticas Regionales -concluyó hace pocos días- y canceló el contrato público que lo vinculaba con De Llela.
Sin embargo, en una eventual investigación judicial Aníbal Fernández deberá responder por qué De Llela era funcionario de su ministerio y trabajaba todo el día para Albistur. "Sabíamos que era un presente griego. Lo pidió Pepe, y cuando pudo Fernández le canceló el contrato", afirmó un funcionario de Balcarce 50.
-¿Qué contestará el ministro Aníbal Fernández si es requerido por la Oficina Anticorrupción o la Justicia federal? -preguntó UNO Mendoza.
-Dirá que no tenía lugar en sus oficinas, por eso trabajaba cerca de Albistur, y como prueba mostrará los expedientes del Ministerio del Interior firmados por De Llela.
-¿Con eso alcanza?
-Para el Ministerio, sí. No creo que para Albistur.
El secretario de Medios tiene la misma opinión, por eso inició una silenciosa operación en el Ministerio de Justicia para evitar que la Oficina Anticorrupción (OA) avance con el expediente De Llela.
La OA depende de Justicia, y su ministro Alberto Iribarne tiene una excelente relación con Albistur.Hasta ahora la Oficina Anticorrupción ha mantenido las formas y ha pedido todo lo que fija su manual de procedimientos. Sin embargo, queda mucho por averiguar y en los últimos días el ritmo de investigación cayó ostensiblemente. (PUNTO CERO-La Política OnLine).
El secretario de Medios de la Nación, Enrique Pepe Albistur, está bajo la mira de la Oficina Anticorrupción (OA) debido a la presunta violación de la Ley de Ética Pública que cometió uno de sus principales asesores políticos, el licenciado Guillermo De Llela.
La Oficina Anticorrupción tiene probado que De Llela cobró simultáneamente durante meses un sueldo como director en el Ministerio del Interior y un salario como gerente del Grupo al Sur Sociedad Anónima, una de las empresas que hicieron millonario al secretario Albistur y que ahora dirige su hijo Ignacio.
Pero las supuestas irregularidades de Albistur y De Llela no terminan allí. De Llela únicamente se reportaba con el ministro Aníbal Fernández cuando debía firmar los expedientes que tramitaba como director nacional de Políticas Regionales del Ministerio del Interior, ya que trabajaba todo el tiempo en una oficina del primer piso de la Casa Rosada, que está a cinco metros del despacho del secretario Albistur.
El decreto 738/2005, firmado por Néstor Kirchner, Alberto Fernández y Aníbal Fernández, designó a Guillermo De Llela como director nacional del Ministerio del Interior y una resolución posterior fijó su salario en la suma de $6.599,60. Ese decreto, del 29 de junio de 2005, inauguró un extraño régimen laboral: De Llela cobraba en Interior y trabajaba para Albistur en la Secretaría de Medios.
Su jefe era Albistur y su empleador oficial Aníbal Fernández, quien lo citaba solo para que firmara los trámites que pertenecían a la Dirección Nacional de Políticas Regionales.
Mientras De Llela cobraba de los fondos del Ministerio del Interior y trabajaba para la Secretaría de Medios, Ignacio Albistur -hijo de Pepe- también le pagaba un salario a través de Grupo al Sur, una de las empresas argentinas más poderosas, vinculada a la publicidad callejera.
Hasta finales de 2006, Ignacio Albistur tenía en la nómina de Grupo al Sur a De Llela, que percibía como gerente de esa sociedad un sueldo de $7.984,95.
Investigación preliminar
La Oficina Anticorrupción envió un escrito a Grupo al Sur preguntando si De Llela cobraba un salario en esa empresa, y la respuesta formal provocó más de una sonrisa irónica entre los investigadores del Estado. La compañía fundada por Pepe Albistur y ahora manejada por su hijo Ignacio respondió que De Llela cobraba efectivamente $7.984,95 por un trabajo de ocho horas a la semana.
"Grupo al Sur y De Llela creen que no cometieron ninguna falta administrativa. Si De Llela hasta puso en su declaración jurada que percibía los dos sueldos. Para ellos no hay delito", comentó un funcionario que sigue día a día el expediente de la OA.
"¿Tanta plata por ocho horas de trabajo a la semana?", replicó UNO Mendoza. Aquí están pagando otra cosa…
El artículo 2 de la Ley de Ética Pública establece en su inciso F que los funcionarios públicos deben "abstenerse de utilizar información adquirida en el cumplimiento de sus funciones para realizar actividades no relacionadas con sus tareas oficiales o de permitir su uso en beneficio de intereses privados".
Para decirlo de otra manera: es posible que De Llela, que trabajaba al lado del secretario Albistur, silenciara cualquier información sensible de la Secretaría de Medios cuando dejaba la Casa Rosada y llegaba a Grupo al Sur, que está manejado por Ignacio Albistur y se dedica específicamente al negocio de la publicidad y los medios.
Situación complicada
Un primer indicio ya complica la situación jurídica de De Llela. El pasado 3 de enero de 2007 se abrieron los sobres para conocer los oferentes que iban a competir por el mobiliario urbano de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de un negocio millonario donde Grupo al Sur intenta quedarse con una de las tres zonas en que se dividirá el territorio porteño. Allí estaba De Llela.
Pero De Llela no está solo en el laberinto. El secretario Albistur deberá probar que no sabía que De Llela cobraba un sueldo en la empresa que fundó, que era director del Ministerio del Interior y que no trabajaba allí físicamente, sino a pocos metros de su oficina de la Secretaría de Medios con vista a la calle.
Una tarea imposible. Albistur pidió en Interior por De Llela, su hijo le paga el salario todos los meses y en cuanto al lugar cotidiano de trabajo, en la Casa Rosada se sabe que el secretario de Medios está comunicado puerta de por medio con su operador político.
Internas, presiones y negocios
El ministro Aníbal Fernández no tenía relación profesional con De Llela y no le gustaba tenerlo como una especie de "ñoqui" político de lujo. Sabía que reportaba a Albistur, y prefirió esperar su oportunidad para despegar de un caso que podría complicar su propia imagen política. A fin de año, la tuvo: alegó una reestructuración de la Dirección Nacional de Políticas Regionales -concluyó hace pocos días- y canceló el contrato público que lo vinculaba con De Llela.
Sin embargo, en una eventual investigación judicial Aníbal Fernández deberá responder por qué De Llela era funcionario de su ministerio y trabajaba todo el día para Albistur. "Sabíamos que era un presente griego. Lo pidió Pepe, y cuando pudo Fernández le canceló el contrato", afirmó un funcionario de Balcarce 50.
-¿Qué contestará el ministro Aníbal Fernández si es requerido por la Oficina Anticorrupción o la Justicia federal? -preguntó UNO Mendoza.
-Dirá que no tenía lugar en sus oficinas, por eso trabajaba cerca de Albistur, y como prueba mostrará los expedientes del Ministerio del Interior firmados por De Llela.
-¿Con eso alcanza?
-Para el Ministerio, sí. No creo que para Albistur.
El secretario de Medios tiene la misma opinión, por eso inició una silenciosa operación en el Ministerio de Justicia para evitar que la Oficina Anticorrupción (OA) avance con el expediente De Llela.
La OA depende de Justicia, y su ministro Alberto Iribarne tiene una excelente relación con Albistur.Hasta ahora la Oficina Anticorrupción ha mantenido las formas y ha pedido todo lo que fija su manual de procedimientos. Sin embargo, queda mucho por averiguar y en los últimos días el ritmo de investigación cayó ostensiblemente. (PUNTO CERO-La Política OnLine).
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