MERCEDES, Marzo 21, (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista) En la semana de inicio de las clases, los alumnos de 3° B de la modalidad de Bienes y Servicios del bachillerato para adultos, que concurren a la Media N° 1, se encontraron con que esa división no existía. No era una novedad puesto que todos los años los terceros años son fusionados debido al gran abandono de los estudiantes. Pero el año pasado, no fueron tantos los que desertaron. Esta única división cuenta con 54 alumnos inscriptos y un aula para no más de 30. Además el horario también cambió para ellos: de asistir a clases hasta la hora 19, pasaron a finalizar la jornada de estudio a las 10: 45.
Los alumnos de inmediato presentaron ante la directora del establecimiento, Alicia Risso, una solicitud donde pedían una Inspección de desdoblamiento del curso. En la misma detallaron los inconvenientes que les provocaban en sus trabajos y en su esquema familiar. Además, la incomodidad de asistir a clases sin contar con un pupitre y una silla, o al menos poder estar dentro del salón, ya que muchos se encuentran distribuidos en el pasillo del establecimiento. La Directora avaló el pedido y presentó el pedido a las instancias superiores.
La petición fue elevada al inspector del área Rogelio Zelaya, luego deberá recibirla la inspectora distrital, Zulma Cano, y finalmente, la inspectora jefa regional Inés Atilli, será quien determine la apertura de la nueva división, dependiendo de la respuesta de la Dirección de Escuelas.
La regente del Establecimiento, Mónica Camussoni, afirmó: “No es el inconveniente avalar un salón de clases, sino el avalar el presupuesto para diez o doce profesores que darán clases en dicha división”.
Sus inconvenientes
Algunos de los alumnos manifestaron sus propios inconvenientes y de alguna manera el de la mayoría de sus compañeros.
Mónica Deles (46) “La disconformidad nuestra es el horario. Nosotros realizamos un primer y un segundo año en el horario vespertino y ahora nos pasan al turno noche. Estamos llegando a nuestras casa a las 11 de la noche. Tenemos chicos muchos de nosotros y tenemos que atenderlos y prepararles la comida. Realmente nos sentimos discriminados por el Estado que en este momento no cubre las necesidades que tenemos los estudiantes, no por el colegio porque es maravillosos. Los profesores son muy atentos y los directivos nos apoyan, pero ellos también están cansados por no tener respuesta a las peticiones que se realizan. Nosotros nos propusimos que vamos a conseguirlo.”
Miguel Carbonell (55) “El Estado se encarga de pasar en las propagandas que se debe terminar el secundario. Nosotros lo queremos hacer, pero de una forma coherente. Nosotros organizamos nuestra vida para poder hacernos el lugar para estudiar al principio y ahora hay que reorganizarse. A mí me incomoda mucho por el tema del trabajo. Tanto el profesor como nosotros, los alumnos, debemos estar cómodos. Ellos para poder enseñar y nosotros para poder aprender. Hoy día, estamos todos apretados, compartimos los pupitre entre cuatro o cinco y al comenzar las clases hay mucho bullicio. También me da vergüenza a veces el poder estar bien sentado y que otros estén con los libros y las carpetas sobre la falda.”Juan Casiva (81): “El horario es un problema para mí. Me estoy acostando casi a las 1 de la mañana para levantarme a las 4 o 5. Yo ya no estoy para estas cosas. Tenemos un compañerismo muy bueno. Somos casi como familia.
Los alumnos de inmediato presentaron ante la directora del establecimiento, Alicia Risso, una solicitud donde pedían una Inspección de desdoblamiento del curso. En la misma detallaron los inconvenientes que les provocaban en sus trabajos y en su esquema familiar. Además, la incomodidad de asistir a clases sin contar con un pupitre y una silla, o al menos poder estar dentro del salón, ya que muchos se encuentran distribuidos en el pasillo del establecimiento. La Directora avaló el pedido y presentó el pedido a las instancias superiores.
La petición fue elevada al inspector del área Rogelio Zelaya, luego deberá recibirla la inspectora distrital, Zulma Cano, y finalmente, la inspectora jefa regional Inés Atilli, será quien determine la apertura de la nueva división, dependiendo de la respuesta de la Dirección de Escuelas.
La regente del Establecimiento, Mónica Camussoni, afirmó: “No es el inconveniente avalar un salón de clases, sino el avalar el presupuesto para diez o doce profesores que darán clases en dicha división”.
Sus inconvenientes
Algunos de los alumnos manifestaron sus propios inconvenientes y de alguna manera el de la mayoría de sus compañeros.
Mónica Deles (46) “La disconformidad nuestra es el horario. Nosotros realizamos un primer y un segundo año en el horario vespertino y ahora nos pasan al turno noche. Estamos llegando a nuestras casa a las 11 de la noche. Tenemos chicos muchos de nosotros y tenemos que atenderlos y prepararles la comida. Realmente nos sentimos discriminados por el Estado que en este momento no cubre las necesidades que tenemos los estudiantes, no por el colegio porque es maravillosos. Los profesores son muy atentos y los directivos nos apoyan, pero ellos también están cansados por no tener respuesta a las peticiones que se realizan. Nosotros nos propusimos que vamos a conseguirlo.”
Miguel Carbonell (55) “El Estado se encarga de pasar en las propagandas que se debe terminar el secundario. Nosotros lo queremos hacer, pero de una forma coherente. Nosotros organizamos nuestra vida para poder hacernos el lugar para estudiar al principio y ahora hay que reorganizarse. A mí me incomoda mucho por el tema del trabajo. Tanto el profesor como nosotros, los alumnos, debemos estar cómodos. Ellos para poder enseñar y nosotros para poder aprender. Hoy día, estamos todos apretados, compartimos los pupitre entre cuatro o cinco y al comenzar las clases hay mucho bullicio. También me da vergüenza a veces el poder estar bien sentado y que otros estén con los libros y las carpetas sobre la falda.”Juan Casiva (81): “El horario es un problema para mí. Me estoy acostando casi a las 1 de la mañana para levantarme a las 4 o 5. Yo ya no estoy para estas cosas. Tenemos un compañerismo muy bueno. Somos casi como familia.
A veces me pasa que necesito preguntarle algo a alguno de mis compañeros que ya me conocen como soy y como entiendo las cosas. Me pasa que estamos muy apartados y me da vergüenza preguntarle a alguien que no conozco.” (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario