BUENOS AIRES, Mayo 21, (PUNTO CERO-La Política OnLine) En los tribunales federales de Comodoro Py comienzan a levantar vuelo los rumores que indican que la relación entre el juez Guillermo Tristán Montenegro y el fiscal Carlos Stornelli no sería la mejor, y que esto podría derivar en nuevas trabas en la causa Skanska que ambos llevan adelante.
Stornelli, cuidadoso, deslizó entre gente cercana que sospecha la posibilidad de una recusación –alentada por el Gobierno-, y que en su imaginario cabe la posibilidad que Montenegro pueda sentir "más libertad" para su trabajo con otro fiscal: Como se sabe, Stornelli le imprimió al caso su fuerza característica, y disparó los pedidos de indagatoria que terminaron con Fulvio Madaro y Néstor Ulloa.
La relación entre ambos sufrió varios cruces, ya desde que tuvieron trato directo allá por el 2001. Comentan que Stornelli tuvo hace algún tiempo la chance de pasar a ser juez y que Montenegro habría hablado del tema con Alberto Fernández. El ascenso nunca llegó.
Quienes conocen a Montenegro comentan que a este le incomoda el protagonismo de Stornelli y su estilo arrollador. Luego de la detención de Carlos Menem, su presencia cobró otra dimensión en el fuero federal, y eso impacientó a otros ambiciosos hombres de la justicia, especialmente los que llegarían años después a ser jueces.
Además, Stornelli mantendría línea directa con el independiente juez Javier López Biscayart, que saca de quicio a los operadores de
"Son dos tipos de carácter, que no comparten casi nada. Desde que a Montenegro le quedó la causa por las coimas en Skanska, la relación entre ambos es tirante. Montenegro es más componedor y se reserva una cuota importante de información que al fiscal no le agrada", cuenta una fuente que conoce de cerca los movimientos del expediente.
Hace dos días, Stornelli le entregó una lista de 20 funcionarios de segunda y tercera línea para que el juez de Skanska los cite a declarar. Parece que luego de ese episodio, se habría producido un cruce verbal entre ambos.
El fiscal creyó ver en algunas operaciones que lo ligaron al poder, la mano de algunos albertistas en la justicia.
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