jueves, mayo 17, 2007

MERCEDES. Cronología de una semana polémica. Del lunes al viernes, los datos más salientes.


MERCEDES, Mayo 17, (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista) El lunes –ya temprano- había circulado el rumor que la tarjeta del trabajador Ezequiel Centeno había sido retirada del tarjetero del Corralón Municipal. Centeno depende de la subsecretaría de servicios público, su horario de ingreso es a las 13 horas y, tras marcar, debe ir hasta la plaza San Luis donde efectivamente presta servicios.
Los trabajadores –ya el viernes- advirtiendo la posibilidad de un conflicto habían anunciado que no iban a permitir “que toquen a ningún compañero”.
Cerca de las 13 horas, cuando Centeno fue a buscar su tarjeta, la número 85, y desde la portería le anunciaron que estaba suspendido. A todo esto un notificador estaba buscando al trabajador sin poder dar con él para que –efectivamente- tome conocimiento de la situación.
Cuando el empleado volvió al palacio anunciando que el domicilio que se registraba en el legajo de Centeno no estaba actualizado le pidieron que vaya el mismísimo corralón a notificar al trabajador. Allí acudió con la compañía del director de recursos humanos, Alfredo Bani, quien le informó a Centeno la situación.
Obviamente la situación molestó a los trabajadores quienes acudieron a escuchar la situación. A todo esto los trabajadores le habían anunciado a los medios la situación y rápidamente el lugar se pobló de trabajadores de prensa, concejales opositores y un abogado que fue solicitado por Centeno para asesorarse. El único dirigente sindical presente en ese momento era el secretario general de ATE, Hugo Bonafina.
Hasta esos sucesos Ezequiel Centeno era una anécdota que –de ahí en más- explicaría con lujo de detalles los sucesos del viernes a cuanto medio lo interrogase.
Javier Torres, como abogado de Centeno, los ediles presentes y Hugo Bonafina deliberaron con Alfredo Bani y decidieron no que Centeno no se iba a notificar de esa suspensión. Ante esa situación los representantes del municipio abandonaron el corralón.
Entonces se decidió convocar a una escribana para que labre un acta de la situación. Mientras tantos se habían conglomerado en el lugar más de 150 trabajadores, algunos se habían venido desde el palacio municipal para solidarizarse con Centeno. Mientras se aguardaba la presencia de la oficial público se debatía sobre los pasos a seguir. Varios minutos después apareció la escribana Sandra Marciotto quien habló con el trabajador y fue detallando lo sucedido, comprobó que el cartón no estaba y que la orden de la portería era informarle de una suspensión.
A esta altura Daniel Acosta y Hugo Bonafina le habían informado a los trabajadores que solo se tenían que quedar aquellos que quisieran salir de testigos “con tres o cuatro basta”, explicaron. Pero nadie quiso abandonar el lugar y cuando se anunció que los testigos se acerquen para dar sus nombres una larga fila –incluyendo a jefes y coordinadores- se anotó.
En ese encuentro se decidió acudir a las dos asambleas que realizarán los sindicatos (una el lunes y otra el martes) y que mientras se solucione la situación de Centeno “todos los días a las una nos encontramos en la puerta” para dar fe de la situación del compañero a quien se le impedía ingresar.

Primer asamblea
El lunes –cerca de las 18 horas- cerca de 50 trabajadores municipales se acercaron al local de AATRAC, cedido gentilmente para los integrantes de la Asociación de Trabajadores Municipales, donde se analizaría el aumento anunciado por el intendente. Entre los presentes había representantes del movimiento de municipales autoconvocados que apoyaron aceptar el aumento propuesto pero reclamaron por la intervención del sindicato en el problema del Centeno.

Martes, otro conflicto
Ese día hubo otra suspensión. Julio Godoy, un activo participante del movimiento de autoconvocados, era suspendido por tres días. Si bien el origen de la sanción era anterior, los trabajadores sintieron una provocación por parte del Ejecutivo. Nuevamente Hugo Bonafina intercedió y le aconsejó a este trabajador que no se notifique de la situación. El secretario general de ATE, en la puerta del municipio, discutió con el doctor Bani sobre la legalidad de la medida. “Suspenden sin darle derecho a un descargo”, se quejaba Bona-fina ante los medios y adelantaba que le habían hablado de una tercer suspensión.
Ante esta situación el ánimo de los trabajadores autoconvocados era distinto de cara a la asamblea del Sindicato de Trabajadores Municipales. Más aún se enrareció el clima cuando solo se le permitió el acceso a local de calle 12 a los afiliados.
Las autoridades comunales habían anunciado que permitían retirarse a las 18 horas a los trabajadores del corralón afiliados al Sindicato para participar de la asamblea.
Adentro se encontraron con la presencia de Ruben García, secretario adjunto de FESIMUBO, secretario general del sindicato de Avellaneda y diputado provincial. Los trabajadores que iban en busca de un cambio de autoridades se dieron cuenta que la situación había cambiado y máxime cuando ese tema no estaba en el orden del día.
Asimismo los autoconvocados mostraron su poderío logrando imponer a Daniel Acosta como vicepresidente de la asamblea –presidida por Carlos Zunino- y que sean Héctor Peña y Liliana Basualdo quienes firmen el acta final.
A pesar del intento inicial de la conducción de que se acepte la mejora salarial ofrecida, los autoconvocados comenzaron a reclamar por los $ 915. Ruben García –en un encendido discurso- pidió que sea el sindicato quien manejara el conflicto salarial y, puntualmente, la situación de Centeno.
A la hora de las votaciones más del 70% de los presentes decidieron iniciar un plan de lucha en pos de un básico de 915 pesos.

Miércoles
El miércoles era el día D en el conflicto de Centeno. Tras los sucesos del miércoles se esperaba que el Sindicato de Trabajadores Municipales se ponga a la cabeza del conflicto en el corralón a las 13 horas. Zunino avisó telefónicamente que no iba a poder hacerse presentes. Bona-fina se acercó con un abogado del gremio que tomó bajo su tutela el conflicto anunciando la presentación –en sede administrativa- de un recurso de revocatoria.
Ese mismo día comenzaron a circular en todas las dependencias municipales un escrito explicando el aumento anunciado por el Ejecutivo.

Jueves
Se presenta en el municipio el recurso de revocatoria sobre la suspensión de Ezequiel Centeno. En varias dependencias municipales comienza a circular una nota para que los empleados que quieren aceptar el aumento la firmen y la completen con los datos del legajo. Los autoconvocados denuncian ‘aprietes’ en el corralón para que los trabajadores la firmen.

Viernes
Selva brinda una conferencia de prensa en la cual habla de la situación personal de Centeno e informa que instruyó al secretario de gobierno para que se revea la situación. Acusa a Ruben García de manipular la asamblea para llevar a los trabajadores a una medida de fuerza. Lo acusa de irresponsabilidad e intenta justificar la imposibilidad de realizar una mejora salarial superior a la ofrecida.
Carlos Zunino aparece en el corralón e informa que el intendente no lo quiso recibir. A los trabajadores presentes les informa que el diálogo con el ejecutivo “está cortado”.

En ese mismo momento Centeno es informado desde su domicilio que lo estaba buscando un notificador que admite el planteo formulado por el abogado de ATE y deja sin efecto la suspensión preventiva con efecto retroactivo al 7 de mayo. En el corralón se festeja la noticia y se la atribuye como una victoria de los auto-convocados. (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista).

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