Amanda, una niña oriunda de Florencio Varela, fue sometida ayer con éxito a una operación de implante coclear que le permitirá volver a escuchar. La intervención, que se prolongó por casi cuatro horas, coincidió con el sexto cumpleaños de la pequeña, y sus familiares señalaron que para ella este “regalo” fue una suerte de segundo nacimiento, ya que le permitirá recuperar un sentido que le estaba vedado desde hace un año y medio, cuando a consecuencia de una meningitis a neumococo quedó sorda.
Esta es la primera vez que se realiza una cirugía de estas características, que en el sector privado tiene un costo superior a los 22 mil dólares, en un hospital público de
El implante coclear consiste en aplicar un conjunto de electrodos en la coclea, a la altura del oído interno, lo que permite transmitir al nervio auditivo la información captada a través de un audífono retroauricular. “Ahora hay que espera un mes para encender el implante y calibrarlo, porque es el tiempo necesario para esa zona se desinflame y no haya distorsión en la captación del sonido”, explicó Zamar.
Detección precoz
Se calcula que en el país nacen por año alrededor de un 3000 niños con hipoacusia, y los implantes cocleares, si bien no son efectivos en todos los casos, resultan la tecnología más sofisticada para revertir la sordera.
Cuanto más temprana es la detección de los problemas auditivos de los niños, mayores son las posibilidades de revertir sus consecuencias entre las que figuran fallas en la pronunciación, en el desarrollo del pensamiento y en el aprendizaje escolar y del lenguaje.
Apenas nacido, el niño empieza a comunicarse y a captar su entorno. Durante los primeros meses de vida, las caricias y voces de los padres, lo relacionan con su ambiente: aprende, conoce y se reconoce. Con el tiempo, el lenguaje se transforma en el nexo con lo más cercano, estimulando el desarrollo del pensamiento y el conocimiento. Los problemas auditivos pueden retrasar este proceso; una detección precoz y el tratamiento oportuno de las dificultades auditivas, previene que el niño se retrase en el aprendizaje.
La importancia de la detección temprana es tanto para las hipoacusias severas y profundas como para las leves y moderadas; cuanto más precoz es el examen, mejores resultados terapéuticos se obtienen y hay mayores posibilidades de que el niño adquiera una forma de comunicación.
La sordera en los niños puede tener diversas causas: antecedentes de sordos en la familia; que la madre haya padecido rubéola durante el embarazo; que el niño tenga bajo peso al nacer; que sea prematuro; que haya padecido meningitis o algún tipo de infección, y no se descartan causas genéticas.
Hay actitudes de los bebés a las que los padres deben prestar atención; por ejemplo, si en los primeros seis meses el niño no se despierta con ruidos intensos, no reacciona con llanto o estremecimiento ante ruidos sorpresivos y fuertes, no busca con la mirada la voz de su madre o no emite gritos o sonidos para llamar la atención se debe realizar una consulta.
Comportamientos característicos de niños con problemas de audición |
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