BUENOS AIRES, Noviembre 24, (PUNTO CERO-la Política OnLine) La legislatura aprobó un proyecto del diputado Talento para bautizar la futura estación de la línea B, ubicada en Triunvirato y Monroe, con el nombre del histórico caudillo de Buenos Aires. La polémica.
Odiado por algunos, amado por otros, el nombre del general Juan Manuel de Rosas quedará plasmado en una estación de subterráneos en el barrio porteño de Villa Urquiza.
La legislatura de la ciudad de Buenos Aires sancionó un proyecto del diputado kirchnerista Miguel Talento para ponerle el nombre del histórico ex gobernador a la futura estación de la línea B de subterráneos que estará ubicada en la esquina de Triunvirato y Monroe.
“El objetivo es rendir homenaje al Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas, gobernador de la provincia de Buenos Aires, con esta Ciudad como capital provincial”, reza el proyecto del legislador.
Hace varios días, cuando el texto ya generaba algún debate entre historiadores siempre proclives a la discusión, desde el Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires aseguraban que la idea no era recomendable por la confusión que podía generarse en torno a la ubicación.
“Lo lógico es que el usuario sepa a que calle sale”, era el fundamento.
La avenida Monroe fue rebautizada Rosas en 1974 por ordenanza municipal, pero la última Dictadura lo volvió a cambiar, en 1976, por el del ex mandatario estadounidense.
Odiado por algunos, amado por otros, el nombre del general Juan Manuel de Rosas quedará plasmado en una estación de subterráneos en el barrio porteño de Villa Urquiza.
La legislatura de la ciudad de Buenos Aires sancionó un proyecto del diputado kirchnerista Miguel Talento para ponerle el nombre del histórico ex gobernador a la futura estación de la línea B de subterráneos que estará ubicada en la esquina de Triunvirato y Monroe.
“El objetivo es rendir homenaje al Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas, gobernador de la provincia de Buenos Aires, con esta Ciudad como capital provincial”, reza el proyecto del legislador.
Hace varios días, cuando el texto ya generaba algún debate entre historiadores siempre proclives a la discusión, desde el Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires aseguraban que la idea no era recomendable por la confusión que podía generarse en torno a la ubicación.
“Lo lógico es que el usuario sepa a que calle sale”, era el fundamento.
La avenida Monroe fue rebautizada Rosas en 1974 por ordenanza municipal, pero la última Dictadura lo volvió a cambiar, en 1976, por el del ex mandatario estadounidense.
El debate por Rosas seguirá, pero la futura estación de subterráneos ya fue bautizada. (PUNTO CERO-La Política OnLine).
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