Ya hay un grupo de investigadores que iniciaron estudios para analizar las consecuencias del uso del fertilizante. Un estudio alerta sus consecuencias en la salud humana, animales y medio ambiente.
El Gobierno nacional anunció la creación de la Comisión Nacional de Investigación que tendrá a su cargo la evaluación sanitaria y el impacto ambiental que estaría generando el uso de glifosato en los cultivos de soja. La comisión dependerá del Ministerio de Salud y su creación fue publicada ayer en el Boletín Oficial mediante el decreto 21/09.
Fuentes de la cartera de Salud informaron a Buenos Aires Económico, que ya hay un grupo de técnicos trabajando en las denuncias en los campos linderos al barrio Ituzaingó, de la provincia de Córdoba, con lo cual esta semana habrá novedades al respecto.
La comisión estará integrada por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, la Secretaría de Agricultura de la Nación, el INTI, el INTA y el mismo Ministerio de Salud. Por otro lado se “invita al Consejo Federal de la Salud (Cofesa)” a participar de la investigación junto con autoridades de los organismos públicos, universitarios, gremiales y científicos.
Según el decreto “resulta imperioso examinar y promover opciones más seguras para el ambiente y todos los seres vivos, en el uso de químicos”. Entre los objetivos más importantes a cargo de la comisión se encuentran la de desarrollar estrategias de acción de atención para promover el uso racional de los productos basados en glifosato así como la de identificar los problemas generales en la atención sanitaria de la población afectada.
La presidenta Cristina Fernández, le había pedido a la ministra de Salud que realice una investigación “porque son hechos muy importantes, hacen a la salud de todos los argentinos. Es una cosa que vamos a seguir de cerca”, sostuvo. En una entrevista concedida a este diario, Raúl Montenegro, biólogo y presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM); afirmó que “la intoxicación de la dosis del plaguicida puede hacer peligrar la vida de una persona”.
El especialista criticó la actitud de los productores sojeros al señalar que “el problema es cómo hablar con los piensan con los bolsillos, con codicia, cómo hablar con personajes nefastos como De Angeli que de pronto aparecen atacando a Botnia y por el otro lado es uno de los responsables de haber contaminado”. Estudio.
El Foro Ciudadano de Participación de la Justicia y los Derechos Humanos difundió ayer un crítico informe sobre la utilización del herbicida glifosato y sus consecuencias en la salud humana, animal y en el medio ambiente del país.
El análisis destaca que cuando el glifosato se propaga sobre una planta, provoca una necrosis de los tejidos vegetales, que conduce a la muerte la planta. “Los efectos en humanos incluyen irritaciones dérmicas y oculares, náuseas y mareos, edema pulmonar, descenso de la presión sanguínea, reacciones alérgicas, dolor abdominal, pérdida masiva de líquido gastrointestinal hasta destrucción de glóbulos rojos”, sostiene la investigación. La Agencia de Protección Ambiental reclasificó los plaguicidas que contienen glifosato como clase II, dentro de la categoría altamente tóxicos.
Mientras, la OMS clasificó al glifosato como extremadamente tóxico (categoría I). “Residuos de glifosato fueron hallados en lechuga, zanahoria y cebada cuando fueron plantados un año después de la aplicación de glifosato”, aseguran. Por su parte un informe de Agricultura, respecto de los fertilizantes destaca que cuando estos “no son absorbidos por los cultivos, contaminan las aguas superficiales y subterráneas contribuyendo de manera significativa al calentamiento de la atmósfera (liberan dióxido de nitrógeno) y destruyen la capa de ozono”.
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