Son dos las esferas de trabajo en materia de discapacidad: el Consejo Municipal y el Área de Tercera Edad y Discapacidad. Mientras el primer grupo se focaliza en la planificación de estrategias generales, la segunda dependencia apunta a la atención de casos particulares. De esta manera, voluntarios y gobierno municipal convierten a la discapacidad en tema de interés público.
El Consejo Municipal para Personas con Discapacidad (CMPD) está formado por personas que tienen alguna discapacidad; familiares, representantes de instituciones; profesionales que trabajan en el tema y vecinos sensibilizados.
El CMPD se propone dar respuesta a preguntas claves: cuántas son las personas discapacitadas en Pringles; qué tipo de discapacidad tienen; cómo se pueden prevenir las discapacidades; qué dificultades y problemas afrontan en nuestra ciudad -desde cuestiones de arquitectura hasta la incomprensión de la sociedad-; qué se puede hacer desde el gobierno municipal y desde las organizaciones no gubernamentales para solucionar esos problemas y qué hace falta gestionar ante la administración provincial y nacional. También tiene un interés especial en crear conciencia sobre el tema y mejorar el trato hacia las personas con discapacidad; difundir los derechos que tienen y promover acciones ante su incumplimiento.
El Consejo se reúne el tercer lunes de cada mes. En estas reuniones no se atienden casos particulares. Para la atención al público, los interesados deben contactarse con el Área de Tercera Edad y Discapacidad.
Área de Tercera Edad y Discapacidad.
Fue creada a fines del 2008 en el seno de la Dirección Municipal de Desarrollo Social y Trabajo. El equipo de trabajo está conformado por el responsable del área, Daniel González Lara, 6 cuidadores de ancianos y un asistente social.
“Nuestra idea es poder programar un trabajo diferenciando las discapacidades, ya que existen las motores, visuales, auditivas y mentales y cada una tiene sus cosas específicas” enfatizó Lara.
Una línea de trabajo imprescindible pasa por generar acciones de integración en diversos ámbitos: en eventos recreativos, formativos, deportivos pero también en el día a día, en lo cotidiano de ser vecino de Pringles.
En este plan de acción la articulación y el fortalecimiento de organizaciones no gubernamentales que trabajan en el tema es vital. Se trata de maximizar recursos para maximizar soluciones.
Por dónde empezar.
Uno de los primeros pasos fue organizar encuentros con los principales protagonistas. Se comenzó manteniendo un rico intercambio con los no videntes. La necesidad más imperiosa de este grupo es la de armar un proyecto que los involucre. El no poseer visión no les permite, en muchos casos, mantener una vida social y comercial de acuerdo a sus necesidades y, por lo tanto, los aleja de la sociedad llevándolos al encierro en sus propios hogares.
También se puso en marcha un censo, conjuntamente con Indio Rico, para determinar la cantidad de personas no-videntes. En nuestra ciudad hay quince personas en esta situación, mientras que en la localidad vecina existen cinco casos.
“La idea es hacer un encuentro de no videntes de Pringles e Indio Rico. De allí, los resultados van a ser muy enriquecedores para poder mejorar la calidad de vida de ambos”, indicó González Lara.
De este revelamiento surgió el dato de que dos indiorricenses no videntes se encuentran realizando carreras terciarias. Uno de ellos está estudiando para Bibliotecario. Según lo informado por Lara la idea es incorporarlo a trabajar en la Biblioteca Popular Pringles y, de esta manera trasladar títulos al sistema Braile. Al mismo tiempo generar lo que se denomina libros parlantes, es decir, conseguir personas que lean textos para poder incluir a personas ciegas en esta actividad.
“Tenemos millones de proyectos, en lo educativo, social, salud, en lo deportivo. A medida que vaya pasando el tiempo vamos a ir incorporando nuevas alternativas para satisfacer las necesidades de este grupo, que hasta ahora había estado muy relegado dentro de la comunidad”.
Sordos e hipoacúsicos.
Con respecto a la discapacidad auditiva se están llevando a cabo reuniones muy positivas con dos profesionales bahienses que trabajan en nuestro medio desde hace tres años.
También se ha iniciado el censado de personas con esta discapacidad para un diagnóstico preciso como base de acciones futuras.
“Hay tanto para hacer” anuncia como desafío Lara y comenta a manera de ejemplo: “una de las preocupaciones más importantes, y básicas, de este grupo es la de comunicarse con el hospital ante un caso de urgencia. Tenemos que solucionar todos esos aspectos que nosotros tal vez no nos damos cuenta y que son vitales para otros”.
Tercera edad.
En lo que se refiere a tercera edad, también a cargo de Lara, se está haciendo hincapié en la alimentación y la asistencia a domicilio. Para ese trabajo es esencial la labor de los cuidadores de ancianos.
Ese mismo equipo es el responsable de desarrollar el relevamiento de tercera edad en Pringles. Se visitaron todos los domicilios para saber cuáles son las condiciones reales de vida que llevan y atender a cada uno particularmente, ya sea en alimentos, como en cualquier otra circunstancia. “La consigna es logar una asistencia social más particular y no tan macro” subrayó Lara.
El área también apunta a fortalecer el trabajo en red con otras instituciones del sector. Se impulsó la renovación de la comisión que entrega los bolsones de alimentos PAMI y se pusieron en marcha actividades recreativas en Pringles e Indio Rico.
El Consejo Municipal para Personas con Discapacidad (CMPD) está formado por personas que tienen alguna discapacidad; familiares, representantes de instituciones; profesionales que trabajan en el tema y vecinos sensibilizados.
El CMPD se propone dar respuesta a preguntas claves: cuántas son las personas discapacitadas en Pringles; qué tipo de discapacidad tienen; cómo se pueden prevenir las discapacidades; qué dificultades y problemas afrontan en nuestra ciudad -desde cuestiones de arquitectura hasta la incomprensión de la sociedad-; qué se puede hacer desde el gobierno municipal y desde las organizaciones no gubernamentales para solucionar esos problemas y qué hace falta gestionar ante la administración provincial y nacional. También tiene un interés especial en crear conciencia sobre el tema y mejorar el trato hacia las personas con discapacidad; difundir los derechos que tienen y promover acciones ante su incumplimiento.
El Consejo se reúne el tercer lunes de cada mes. En estas reuniones no se atienden casos particulares. Para la atención al público, los interesados deben contactarse con el Área de Tercera Edad y Discapacidad.
Área de Tercera Edad y Discapacidad.
Fue creada a fines del 2008 en el seno de la Dirección Municipal de Desarrollo Social y Trabajo. El equipo de trabajo está conformado por el responsable del área, Daniel González Lara, 6 cuidadores de ancianos y un asistente social.
“Nuestra idea es poder programar un trabajo diferenciando las discapacidades, ya que existen las motores, visuales, auditivas y mentales y cada una tiene sus cosas específicas” enfatizó Lara.
Una línea de trabajo imprescindible pasa por generar acciones de integración en diversos ámbitos: en eventos recreativos, formativos, deportivos pero también en el día a día, en lo cotidiano de ser vecino de Pringles.
En este plan de acción la articulación y el fortalecimiento de organizaciones no gubernamentales que trabajan en el tema es vital. Se trata de maximizar recursos para maximizar soluciones.
Por dónde empezar.
Uno de los primeros pasos fue organizar encuentros con los principales protagonistas. Se comenzó manteniendo un rico intercambio con los no videntes. La necesidad más imperiosa de este grupo es la de armar un proyecto que los involucre. El no poseer visión no les permite, en muchos casos, mantener una vida social y comercial de acuerdo a sus necesidades y, por lo tanto, los aleja de la sociedad llevándolos al encierro en sus propios hogares.
También se puso en marcha un censo, conjuntamente con Indio Rico, para determinar la cantidad de personas no-videntes. En nuestra ciudad hay quince personas en esta situación, mientras que en la localidad vecina existen cinco casos.
“La idea es hacer un encuentro de no videntes de Pringles e Indio Rico. De allí, los resultados van a ser muy enriquecedores para poder mejorar la calidad de vida de ambos”, indicó González Lara.
De este revelamiento surgió el dato de que dos indiorricenses no videntes se encuentran realizando carreras terciarias. Uno de ellos está estudiando para Bibliotecario. Según lo informado por Lara la idea es incorporarlo a trabajar en la Biblioteca Popular Pringles y, de esta manera trasladar títulos al sistema Braile. Al mismo tiempo generar lo que se denomina libros parlantes, es decir, conseguir personas que lean textos para poder incluir a personas ciegas en esta actividad.
“Tenemos millones de proyectos, en lo educativo, social, salud, en lo deportivo. A medida que vaya pasando el tiempo vamos a ir incorporando nuevas alternativas para satisfacer las necesidades de este grupo, que hasta ahora había estado muy relegado dentro de la comunidad”.
Sordos e hipoacúsicos.
Con respecto a la discapacidad auditiva se están llevando a cabo reuniones muy positivas con dos profesionales bahienses que trabajan en nuestro medio desde hace tres años.
También se ha iniciado el censado de personas con esta discapacidad para un diagnóstico preciso como base de acciones futuras.
“Hay tanto para hacer” anuncia como desafío Lara y comenta a manera de ejemplo: “una de las preocupaciones más importantes, y básicas, de este grupo es la de comunicarse con el hospital ante un caso de urgencia. Tenemos que solucionar todos esos aspectos que nosotros tal vez no nos damos cuenta y que son vitales para otros”.
Tercera edad.
En lo que se refiere a tercera edad, también a cargo de Lara, se está haciendo hincapié en la alimentación y la asistencia a domicilio. Para ese trabajo es esencial la labor de los cuidadores de ancianos.
Ese mismo equipo es el responsable de desarrollar el relevamiento de tercera edad en Pringles. Se visitaron todos los domicilios para saber cuáles son las condiciones reales de vida que llevan y atender a cada uno particularmente, ya sea en alimentos, como en cualquier otra circunstancia. “La consigna es logar una asistencia social más particular y no tan macro” subrayó Lara.
El área también apunta a fortalecer el trabajo en red con otras instituciones del sector. Se impulsó la renovación de la comisión que entrega los bolsones de alimentos PAMI y se pusieron en marcha actividades recreativas en Pringles e Indio Rico.
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