Con el apoyo de un sector kirchnerista, Aldo Rico le ganó la interna del PJ al intendente De la Torre, cercano a Alberto Fernández. El tema se convirtió en una divisoria de aguas en el oficialismo. La pelea continúa.
Esta vez no estaba vestido de fajina, ni de verde, tampoco fruncía la cara bajo los lentes tipo Rayban en una repetición de aquel gesto fiero que perduró para siempre en las fotos del primer alzamiento carapintada. Aldo Rico regresaba a la escena de la mano del justicialismo, otra vez. Había vencido en las internas partidarias de San Miguel, en un resultado inesperado porque el derrotado era nada menos que el intendente en ejercicio, Joaquín De la Torre. No es muy común que un intendente peronista pierda una interna en su distrito. Se supone que los recursos del municipio pueden condicionar cualquier elección. Pero Rico ganó la interna con el 37 por ciento de los votos, y su apellido volvió a estar en los diarios. Su retorno a los primeros planos lo dejó en una posición expectante para competir por la intendencia. Y también causó incomodidad en el kirchnerismo: sobre todo cuando trascendió que algunos dirigentes K lo habían apoyado para ganar la interna. El tema se convirtió en una inoportuna divisoria de aguas hacia adentro del oficialismo. Eso explica por qué Rico decidió mantener silencio en las últimas semanas.
El regreso del ex carapintada, ex fundador del Modin y ex intendente sumó otro elemento de discordia entre los diversos sectores de la coalición oficialista. Su aparición como figura expectante en el conurbano, sus declaraciones favorables al matrimonio presidencial (“Afortunadamente los Kirchner tomaron mis ideas y espero que sigan adelante”), alentaron todavía más ciertas tensiones internas que preexistían en el oficialismo. Tras un par de semanas de festejo y apariciones en los medios, Rico recuperó su estado natural que es el bajísimo perfil y la instintiva desconfianza ante los medios.
El triunfo de Rico tuvo varias explicaciones. La primera, que circuló primero en el PJ bonaerense, fue atribuir la victoria a la división de los otros dos competidores: el intendente De la Torre y el diputado provincial Franco La Porta, ex titular de Loterías y Casinos durante la gobernación de Felipe Solá. De la Torre y La Porta fueron aliados hasta pocos meses antes de la interna. Sin que nadie lo esperara, se pelearon en duros términos. En octubre de 2007, cuando todavía eran socios políticos, De la Torre y La Porta destronaron al candidato que había bendecido Rico, Oscar Zilocchi. Una segunda lectura buscó las explicaciones en los apoyos que había logrado cosechar el ex carapintada.
Tanto en medios nacionales como locales se comentó que dos hombres influyentes del kirchnerismo habían comprometido su apoyo al ex fundador del Modin: el diputado Carlos Kunkel y el subsecretario de Abordaje Territorial del Ministerio de Desarrollo Social, Sergio Berni. Oficial de licencia en el Ejército, Berni ostenta el mismo grado que tenía Rico al encabezar el alzamiento de Campo de Mayo: teniente coronel. Sobre Kunkel se dice que en el Congreso valoró mucho el desempeño de la hija de Rico, María del Carmen, a quien sus compañeros de bancada llaman Manola. María del Carmen impulsó proyectos vinculados a la despenalización del consumo de marihuana o la planificación familiar a través de la ligadura de trompas y la vasectomía. Cuando le preguntaron por la interna de San Miguel, Kunkel dijo que había apoyado a Rico porque De la Torre era hombre de Alberto Fernández y La Porta estaba alineado con Solá.
Consultado por Página/12, De la Torre reconoció su vínculo con Fernández pero también ratificó su pertenencia al kirchnerismo. “Me siento amigo de Alberto. Y los dos somos parte de un proyecto, no nos hemos ido, que eso quede claro. El que ha vivido al Gobierno desde cerca es él y por eso puede tener opiniones. La gran conclusión de la interna es que el 63 por ciento de los peronistas de San Miguel no lo votó a Rico. La alianza que le había ganado en 2007 no llegó a juntarse, ése fue el problema”, aseguró el intendente. Hacia adelante, De la Torre no descartó que pueda reconciliarse con La Porta. No será fácil. Ambos se acusaron de recurrir a la violencia en los días previos a la interna. “Son cosas que tenemos que arreglar entre nosotros y no a través de los medios”, señaló.
De la Torre está intentando volver a dialogar con el Gobierno. En su última visita a la Rosada se quejó por la discriminación que según él sufre San Miguel en materia de obra pública. En su opinión, distritos vecinos al suyo, como José C. Paz y Moreno, recibirían muchas más inversiones públicas.
En diálogo con Página/12, De la Torre comentó con naturalidad que Rico había tenido ayuditas. “Berni quiso bajar 17 camiones de mercadería para que sean entregados con la gente de Rico. Yo hice parar los camiones del Ministerio de De-sarrollo Social en la ruta 8 y Buen Ayre. Al final la comida no se repartió ese día, se entregó después de la interna en forma institucional”, aseguró. (Página 12)
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