En dos casos diferentes, la Cámara del Crimen complicó a los titulares de comercios de venta de productos para computadora. En un hecho confirmó el procesamiento de los dueños del local, y en el otro el Tribunal ordenó profundizar la investigación de un comerciante. En ambos, la denuncia la había hecho la empresa Microsoft.
Mediante sendas resoluciones, la Cámara del Crimen porteña agravó la situación de comerciantes de productos para computadoras por haber cargado programas de la firma Microsoft apócrifos en los equipos de clientes.
En el primero de los casos, la Sala V de la Cámara ordenó que el titular del comercio “Team PC” fuera indagado por el juez de instrucción como acusado de instalar programas apócrifos de la firma Microsoft en equipos de clientes.
Según la acusación, un cliente recibió su computadora con programas instalados, “mas sin los contratos de licencia, los soportes magnéticos o algún objeto o documentación relacionado a su comercialización”, tal cual detallaron los camaristas Rodolfo Pociello Argerich y María Laura Garrigós de Rébori.
En su estrategia, la defensa del comerciante alegó que en un caso instaló programas de Microsoft apócrifos por expreso pedido del cliente. “En este sentido, la versión defensista no lo libera de responsabilidad en virtud de que corresponde señalar que el fraude a la propiedad intelectual existe cuando por cualquier medio se violan, suprimen, menoscaban, debilitan o alteran lesivamente los derechos que la ley otorga al autor sobre su creación”, indicaron los camaristas.
Por su parte, la Sala I de la Cámara, con la firma de los jueces Jorge Rimondi y Gustavo Bruzzone, confirmó el procesamiento de los dueños del local "Dupuy", ubicado sobre Avenida Corrientes de esta capital, por el presunto delito de “defraudación de los derechos de propiedad intelectual mediante la reproducción y venta de obras sin autorización de su autor”.
Según el fallo, los comerciantes vendieron una PC a un empleado enviado por Microsoft con programas instalados no originales, y la misma no constaba con la “etiqueta COA (o certificado de autenticidad) que forma parte de la licencia”.
Con la intervención de la División Apoyo Tecnológico Judicial de la Superintendencia de Comunicaciones Federales de la Policía, se realizó allanamientos en el local donde se secuestró tres discos grabables en formato CDR o DVR.
A partir de allí se concluyó que “se utilizó el programa Product Key a fin de obtener los números de productos y las llaves utilizadas para la instalación del mismo y que, según los números de PID (Product ID) y Product Key hallados, el programa instalado no sería original”. (Diario Judicial).
Mediante sendas resoluciones, la Cámara del Crimen porteña agravó la situación de comerciantes de productos para computadoras por haber cargado programas de la firma Microsoft apócrifos en los equipos de clientes.
En el primero de los casos, la Sala V de la Cámara ordenó que el titular del comercio “Team PC” fuera indagado por el juez de instrucción como acusado de instalar programas apócrifos de la firma Microsoft en equipos de clientes.
Según la acusación, un cliente recibió su computadora con programas instalados, “mas sin los contratos de licencia, los soportes magnéticos o algún objeto o documentación relacionado a su comercialización”, tal cual detallaron los camaristas Rodolfo Pociello Argerich y María Laura Garrigós de Rébori.
En su estrategia, la defensa del comerciante alegó que en un caso instaló programas de Microsoft apócrifos por expreso pedido del cliente. “En este sentido, la versión defensista no lo libera de responsabilidad en virtud de que corresponde señalar que el fraude a la propiedad intelectual existe cuando por cualquier medio se violan, suprimen, menoscaban, debilitan o alteran lesivamente los derechos que la ley otorga al autor sobre su creación”, indicaron los camaristas.
Por su parte, la Sala I de la Cámara, con la firma de los jueces Jorge Rimondi y Gustavo Bruzzone, confirmó el procesamiento de los dueños del local "Dupuy", ubicado sobre Avenida Corrientes de esta capital, por el presunto delito de “defraudación de los derechos de propiedad intelectual mediante la reproducción y venta de obras sin autorización de su autor”.
Según el fallo, los comerciantes vendieron una PC a un empleado enviado por Microsoft con programas instalados no originales, y la misma no constaba con la “etiqueta COA (o certificado de autenticidad) que forma parte de la licencia”.
Con la intervención de la División Apoyo Tecnológico Judicial de la Superintendencia de Comunicaciones Federales de la Policía, se realizó allanamientos en el local donde se secuestró tres discos grabables en formato CDR o DVR.
A partir de allí se concluyó que “se utilizó el programa Product Key a fin de obtener los números de productos y las llaves utilizadas para la instalación del mismo y que, según los números de PID (Product ID) y Product Key hallados, el programa instalado no sería original”. (Diario Judicial).
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