Sus referentes rechazan un acuerdo con De Narváez, quien tienta a varios con candidaturas locales. Creen poder sacar diez puntos y mantener su presencia legislativa. Una clave es Vicente López, donde el Macri primo pretende ganar, pero el Japonés García podría reelegir.
Ni Alfonsín ni Duhalde ni De Narváez. Eso fue lo que hasta ahora acordaron los referentes del Pro bonaerense y refrendaron, en paralelo, los integrantes de la mesa nacional del partido, coordinada por Humberto Schiavoni, Francisco Cabrera y los diputados bonaerenses Jorge Macri y Emilio Monzó.
El primo del jefe de Gobierno es la carta principal de esta historia. No oculta su deseo de presentarse como candidato a intendente de Vicente López, donde pasa la mayor parte de las últimas semanas, pero la decisión de Enrique “Japonés” García de intentar un sexto mandato lo volcaría a postergar ese objetivo.
Así lo pretenden también la mayoría de los dirigentes del Pro con aspiraciones de competir en la provincia, quien sin Mauricio Macri en la presidencial sólo puede agarrarse de ese apellido a través de su pariente. Al diputado igual le tienta soñar por la intendencia y sabe que ir debajo de De Narváez, en su caso, no sería mal negocio.
Lo cierto es que el escenario no vislumbra hoy una opción más promisoria que ir con boleta corta aún si el objetivo se reduce a mantener o superar levemente lo obtenido. El Pro sólo pondrá en juego la diputación de Ramiro Tagliaferro en la primera sección electoral, ya que Viviana Arcidiácono, quien llegó puesta por el partido que gobierna la Capital, se hizo oficialista antes de la elección de 2009.
Las encuestas que maneja el bunker del Pro bonaerense, integrado entre otros por Tagliaferro, el secretario de Hacienda porteño Néstor Grindetti y el diputado bonaerense Julio Garro, es que Jorge podría arañar los diez puntos, cinco menos que la fórmula que integró con De Narváez en 2007 y que también compitió sin candidato a gobernador.
Proyectado, esos votos permitirían entrar en el reparto de diputados de la primera sección y revalidar varias de las concejalías en juego. La decisión de jugar solos, que nadie se anima a considerar definitiva, llegó después de que De Narváez hiciera trascender su intención de darle la candidatura a intendente a Jorge Macri, Tagliaferro en Morón y Monzó en Carlos Tejedor. Todo debería estar sujeto a una negociación con la UCR que aún está abierta.
“Sabe que los tres miden y le aportan y por eso pide por nosotros”, explicó a LPO uno de los operadores del Pro bonaerense. La ecuación no cierra: la UCR eliminaría cualquier opción macrista en el interior bonaerense –a excepción de Monzó- y aportaría poco en el conurbano. La idea no convence a nadie y por ahora todos prefieren ir solos. (La Política OnLine).
Ni Alfonsín ni Duhalde ni De Narváez. Eso fue lo que hasta ahora acordaron los referentes del Pro bonaerense y refrendaron, en paralelo, los integrantes de la mesa nacional del partido, coordinada por Humberto Schiavoni, Francisco Cabrera y los diputados bonaerenses Jorge Macri y Emilio Monzó.
El primo del jefe de Gobierno es la carta principal de esta historia. No oculta su deseo de presentarse como candidato a intendente de Vicente López, donde pasa la mayor parte de las últimas semanas, pero la decisión de Enrique “Japonés” García de intentar un sexto mandato lo volcaría a postergar ese objetivo.
Así lo pretenden también la mayoría de los dirigentes del Pro con aspiraciones de competir en la provincia, quien sin Mauricio Macri en la presidencial sólo puede agarrarse de ese apellido a través de su pariente. Al diputado igual le tienta soñar por la intendencia y sabe que ir debajo de De Narváez, en su caso, no sería mal negocio.
Lo cierto es que el escenario no vislumbra hoy una opción más promisoria que ir con boleta corta aún si el objetivo se reduce a mantener o superar levemente lo obtenido. El Pro sólo pondrá en juego la diputación de Ramiro Tagliaferro en la primera sección electoral, ya que Viviana Arcidiácono, quien llegó puesta por el partido que gobierna la Capital, se hizo oficialista antes de la elección de 2009.
Las encuestas que maneja el bunker del Pro bonaerense, integrado entre otros por Tagliaferro, el secretario de Hacienda porteño Néstor Grindetti y el diputado bonaerense Julio Garro, es que Jorge podría arañar los diez puntos, cinco menos que la fórmula que integró con De Narváez en 2007 y que también compitió sin candidato a gobernador.
Proyectado, esos votos permitirían entrar en el reparto de diputados de la primera sección y revalidar varias de las concejalías en juego. La decisión de jugar solos, que nadie se anima a considerar definitiva, llegó después de que De Narváez hiciera trascender su intención de darle la candidatura a intendente a Jorge Macri, Tagliaferro en Morón y Monzó en Carlos Tejedor. Todo debería estar sujeto a una negociación con la UCR que aún está abierta.
“Sabe que los tres miden y le aportan y por eso pide por nosotros”, explicó a LPO uno de los operadores del Pro bonaerense. La ecuación no cierra: la UCR eliminaría cualquier opción macrista en el interior bonaerense –a excepción de Monzó- y aportaría poco en el conurbano. La idea no convence a nadie y por ahora todos prefieren ir solos. (La Política OnLine).
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