Julio Franchino, principal referente del radicalismo en el distrito, habló sobre el acuerdo que Ricardo Alfonsín selló con el hombre del Peronismo Federal. Lo justificó, dijo que localmente enfrentará a Santiago Cúneo en las primarias del 14 de agosto y aseguró que su lista será “una UCR ampliada”.
Todas las mañanas, por el restaurante La Quintana desfilan varios conocidos representantes de la política vernácula. El encuentro con Julio Franchino estaba pactado allí para las once de la mañana, y al llegar, este cronista se encontró con que Aldo Rico estaba tomando un café en una mesa, mientras en la de al lado conversaban algunos miembros del gobierno municipal de Malvinas Argentinas. El hombre fuerte del radicalismo sanmiguelino llegó unos minutos más tarde de lo previsto, luego de pasar por la mañana del Canal Provincial de Telered, al que había concurrido junto a Santiago Cúneo, el candidato de Francisco de Narváez en el distrito. Ambos se enfrentarán en las elecciones primarias del próximo 14 de agosto.
¿Usted es oficialmente el candidato del radicalismo?
Yo soy precandidato de los sectores que encabezan Gustavo Posse, Daniel Katz, Federico Storani y Leopoldo Moreau. Falta definir qué hará el Morena.
¿El Morena sería el alfonsinismo?
No, porque en realidad hoy todos estamos con Ricardo Alfonsín.
¿Cómo le parece que quedó la UCR luego de la frustrada interna partidaria para elegir el candidato a presidente?
Tanto Cobos como Sanz demostraron un interés superior al bajarse de la interna y apoyar una fórmula que no sea testimonial, sino que pueda convertirse en una alternativa real de poder. El radicalismo tiene una cultura internista a veces exacerbada, por eso si de alguna manera con esto se logró formar una directriz, bienvenida sea. Hoy los dos están colaborando con los equipos técnicos, no hay un sector que se haya apartado.
¿Cuál es el objetivo de este pacto con De Narváez?
Tener una posibilidad de acumulación electoral en la provincia de Buenos Aires, que pasa por un distrito exclusivamente y tiene que ver con que Francisco De Narváez mide, tiene índices de apoyo importantes, que refuerzan la chance de que Alfonsín sea una posibilidad de gobierno real.
¿No es simplemente una ingeniería electoral?
La ingeniería electoral no creo que sea un disvalor respecto de la posibilidad de Alfonsín presidente. Hay valores superiores… Es similar a lo que hace el kirchnerismo en La Rioja con Menem, o con Rico aquí en San Miguel. ¿Esto compromete ideológicamente a un gobierno? No, porque el radicalismo no tenía un nombre con chances reales en la provincia de Buenos Aires.
¿Vale la pena este acuerdo, aún a riesgo de sacrificar la alianza con el GEN y socialismo?
Los dos son muy valiosos, Margarita hizo campaña conmigo en 2009, es radical de pura cepa, y el radicalismo y el socialismo son más que primos hermanos. Pero este prurito ideológico… No tenemos que confundir este acuerdo con un proceso de desideologización de Ricardo Alfonsín. Es un acuerdo de jurisdicción, no hay que leerlo más allá de eso, no tiene nada que ver con el armado nacional, no pondría gente en el gabinete… El socialismo y el GEN tendrían que rever su postura, porque terminan siendo funcionales al kirchnerismo.
¿Cuál es el panorama en San Miguel?
Por ahora soy el único candidato dentro del radicalismo. Sí está confirmado el candidato de Francisco de Narváez, que es Santiago Cúneo. Iremos a las primarias, o también cabe la posibilidad de que haya un acuerdo de una mesa de dirigentes nacionales o provinciales que determinen quién es el mejor candidato para nuestro distrito.
¿Cómo le cae a usted localmente el acuerdo?
Creo que nos potencia. Si lo miro desde el punto de vida cuantitativo, los votos de De Narváez más los del radicalismo en 2009, ganan la elección en San Miguel. Y puedo asegurar que este sector no va a presentar más de un candidato el 23 de octubre, para enfrentar con chances reales al candidato del kirchnerismo.
Gane quien gane, el otro apoya.
Completamente. Ambos aceptamos lo que viene del otro lado, sino sería una construcción mentirosa. Nuestro interés superior es que Alfonsín sea presidente y que De Narváez sea gobernador. Personalmente, pretendo llevar una lista que incluya al radicalismo y también a peronistas que hoy no se sienten representados, y sectores del comercio y la industria.
¿Esto para octubre?
No, para agosto. No damos nombres por una cuestión de prudencia, pero estamos en conversaciones. Vamos a ser una UCR ampliada, con el Frente por San Miguel que estamos conformando. Solamente con la UCR no ganamos, por eso entendemos la convivencia con De Narváez y su gente.
¿Cómo ve la convivencia programática en el caso de llegar a ser gobierno?
No discutimos ideología en el distrito. Mi experiencia me dice que la gente quiere que las lamparitas funcionen, que en el CEAMSE no se tire más basura, que la obra pública no sea una cosa que graciosamente otorgue el gobierno nacional… Hay que modificar la ley de coparticipación, para que no tengan más a los intendentes como clientes. Con la gente de De Narváez no vamos a discutir ideología, sino temas de gestión, y en la gestión, ¿quién no va a estar de acuerdo con hacer las cosas bien, para el vecino?
¿Ahí no va a ser difícil ponerse de acuerdo, entonces?
No, sería muy fácil.
De lo que dice usted da la impresión de que para hacer las cosas bien hay que ser buena gente, nada más, con buena voluntad se arregla todo.
Si conformamos un equipo de buena gente, hacemos las cosas bien. Nosotros no vamos a estar peleándonos. A nadie le gustó lo que pasó con Joaquín de la Torre y Franco La Porta, que se pelearon a los 15 minutos de que Joaquín asumió el gobierno.
Usted tiene una relación cercana con Gustavo Posse, ¿es un modelo a seguir?
Sí. Acá hay un candidato que dice: “Yo soy la seguridad”, y para mí el ejemplo es el gobierno de Posse, que destina el 15 % de su presupuesto a la seguridad, todos los meses compra patrulleros, cámaras, aprovisiona a la policía. Yo creo que él y Sergio Massa tienen una visión amplia, conciencia de lo que está queriendo la sociedad.
¿A nivel electoral, como ha evolucionado la situación respecto de 2009 en San Miguel?
Hay una mayor actividad del gobierno local, que nadie puede desconocer. Ha despertado. Y por el lado de Rico, ofrece lo mismo que cuando discutió conmigo en el ’99, se ha estancado.
Cualquiera sea el resultado de las primarias contra Cúneo, ¿cabe la posibilidad de que el que pierda sea primer candidato a concejal?
No, por mi parte no, en absoluto. Ya fui concejal tres veces, creo que es una etapa cumplida. Sí colaboraría y apoyaría al gobierno, pero no estaría en su lista de concejales. (ASM).
Todas las mañanas, por el restaurante La Quintana desfilan varios conocidos representantes de la política vernácula. El encuentro con Julio Franchino estaba pactado allí para las once de la mañana, y al llegar, este cronista se encontró con que Aldo Rico estaba tomando un café en una mesa, mientras en la de al lado conversaban algunos miembros del gobierno municipal de Malvinas Argentinas. El hombre fuerte del radicalismo sanmiguelino llegó unos minutos más tarde de lo previsto, luego de pasar por la mañana del Canal Provincial de Telered, al que había concurrido junto a Santiago Cúneo, el candidato de Francisco de Narváez en el distrito. Ambos se enfrentarán en las elecciones primarias del próximo 14 de agosto.
¿Usted es oficialmente el candidato del radicalismo?
Yo soy precandidato de los sectores que encabezan Gustavo Posse, Daniel Katz, Federico Storani y Leopoldo Moreau. Falta definir qué hará el Morena.
¿El Morena sería el alfonsinismo?
No, porque en realidad hoy todos estamos con Ricardo Alfonsín.
¿Cómo le parece que quedó la UCR luego de la frustrada interna partidaria para elegir el candidato a presidente?
Tanto Cobos como Sanz demostraron un interés superior al bajarse de la interna y apoyar una fórmula que no sea testimonial, sino que pueda convertirse en una alternativa real de poder. El radicalismo tiene una cultura internista a veces exacerbada, por eso si de alguna manera con esto se logró formar una directriz, bienvenida sea. Hoy los dos están colaborando con los equipos técnicos, no hay un sector que se haya apartado.
¿Cuál es el objetivo de este pacto con De Narváez?
Tener una posibilidad de acumulación electoral en la provincia de Buenos Aires, que pasa por un distrito exclusivamente y tiene que ver con que Francisco De Narváez mide, tiene índices de apoyo importantes, que refuerzan la chance de que Alfonsín sea una posibilidad de gobierno real.
¿No es simplemente una ingeniería electoral?
La ingeniería electoral no creo que sea un disvalor respecto de la posibilidad de Alfonsín presidente. Hay valores superiores… Es similar a lo que hace el kirchnerismo en La Rioja con Menem, o con Rico aquí en San Miguel. ¿Esto compromete ideológicamente a un gobierno? No, porque el radicalismo no tenía un nombre con chances reales en la provincia de Buenos Aires.
¿Vale la pena este acuerdo, aún a riesgo de sacrificar la alianza con el GEN y socialismo?
Los dos son muy valiosos, Margarita hizo campaña conmigo en 2009, es radical de pura cepa, y el radicalismo y el socialismo son más que primos hermanos. Pero este prurito ideológico… No tenemos que confundir este acuerdo con un proceso de desideologización de Ricardo Alfonsín. Es un acuerdo de jurisdicción, no hay que leerlo más allá de eso, no tiene nada que ver con el armado nacional, no pondría gente en el gabinete… El socialismo y el GEN tendrían que rever su postura, porque terminan siendo funcionales al kirchnerismo.
¿Cuál es el panorama en San Miguel?
Por ahora soy el único candidato dentro del radicalismo. Sí está confirmado el candidato de Francisco de Narváez, que es Santiago Cúneo. Iremos a las primarias, o también cabe la posibilidad de que haya un acuerdo de una mesa de dirigentes nacionales o provinciales que determinen quién es el mejor candidato para nuestro distrito.
¿Cómo le cae a usted localmente el acuerdo?
Creo que nos potencia. Si lo miro desde el punto de vida cuantitativo, los votos de De Narváez más los del radicalismo en 2009, ganan la elección en San Miguel. Y puedo asegurar que este sector no va a presentar más de un candidato el 23 de octubre, para enfrentar con chances reales al candidato del kirchnerismo.
Gane quien gane, el otro apoya.
Completamente. Ambos aceptamos lo que viene del otro lado, sino sería una construcción mentirosa. Nuestro interés superior es que Alfonsín sea presidente y que De Narváez sea gobernador. Personalmente, pretendo llevar una lista que incluya al radicalismo y también a peronistas que hoy no se sienten representados, y sectores del comercio y la industria.
¿Esto para octubre?
No, para agosto. No damos nombres por una cuestión de prudencia, pero estamos en conversaciones. Vamos a ser una UCR ampliada, con el Frente por San Miguel que estamos conformando. Solamente con la UCR no ganamos, por eso entendemos la convivencia con De Narváez y su gente.
¿Cómo ve la convivencia programática en el caso de llegar a ser gobierno?
No discutimos ideología en el distrito. Mi experiencia me dice que la gente quiere que las lamparitas funcionen, que en el CEAMSE no se tire más basura, que la obra pública no sea una cosa que graciosamente otorgue el gobierno nacional… Hay que modificar la ley de coparticipación, para que no tengan más a los intendentes como clientes. Con la gente de De Narváez no vamos a discutir ideología, sino temas de gestión, y en la gestión, ¿quién no va a estar de acuerdo con hacer las cosas bien, para el vecino?
¿Ahí no va a ser difícil ponerse de acuerdo, entonces?
No, sería muy fácil.
De lo que dice usted da la impresión de que para hacer las cosas bien hay que ser buena gente, nada más, con buena voluntad se arregla todo.
Si conformamos un equipo de buena gente, hacemos las cosas bien. Nosotros no vamos a estar peleándonos. A nadie le gustó lo que pasó con Joaquín de la Torre y Franco La Porta, que se pelearon a los 15 minutos de que Joaquín asumió el gobierno.
Usted tiene una relación cercana con Gustavo Posse, ¿es un modelo a seguir?
Sí. Acá hay un candidato que dice: “Yo soy la seguridad”, y para mí el ejemplo es el gobierno de Posse, que destina el 15 % de su presupuesto a la seguridad, todos los meses compra patrulleros, cámaras, aprovisiona a la policía. Yo creo que él y Sergio Massa tienen una visión amplia, conciencia de lo que está queriendo la sociedad.
¿A nivel electoral, como ha evolucionado la situación respecto de 2009 en San Miguel?
Hay una mayor actividad del gobierno local, que nadie puede desconocer. Ha despertado. Y por el lado de Rico, ofrece lo mismo que cuando discutió conmigo en el ’99, se ha estancado.
Cualquiera sea el resultado de las primarias contra Cúneo, ¿cabe la posibilidad de que el que pierda sea primer candidato a concejal?
No, por mi parte no, en absoluto. Ya fui concejal tres veces, creo que es una etapa cumplida. Sí colaboraría y apoyaría al gobierno, pero no estaría en su lista de concejales. (ASM).
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